Durante el embarazo, toda la atención se dirige hacia la madre. Desde preguntarle cómo se siente, hasta ver por su bienestar físico y emocional, la embarazada se convierte en la prioridad para la familia y amigos que le rodean. Sin embargo, las cosas se vuelven muy diferentes cuando nace el bebé.
Todos continúan con su vida de forma regular, pero para la madre recién comienza una serie de cambios y nuevos caminos por recorrer. Aunque anteriormente hemos hablado de ello, una publicación viral muestra lo solitario que pueden ser los primeros meses para las madres, y también, lo que podemos hacer para ayudar.
En Bebés y más hemos hablado anteriormente de los cambios que vive la madre tras la llegada de un bebé, de lo difíciles que pueden ser esos primeros meses, y sobre todo, de por qué ninguna madre reciente debería pasar mucho tiempo a sola... o sentirse sola.
Y es que aunque la maternidad es algo maravillosa que nos llena de bellos momentos, y a través de la cual crecemos mucho como personas, lo cierto es que en la realidad, puede ser una de las experiencias más solitarias que podemos vivir como mujeres.
Casi sin que nos demos cuenta, la maternidad nos aísla del mundo que nos rodea, no sólo porque nuestra atención ahora se centra en lo más importante: nuestro bebé, sino porque es una experiencia en la que solamente nosotras sabemos realmente por lo que estamos pasando.
Pero esto no quiere decir que porque nosotras seamos las madres o porque somos las únicas experimentando todos esos cambios en carne propia, debemos mantenernos aisladas o volvernos invisibles para los demás. Al contrario, es cuando más necesitamos sentirnos acompañadas y apoyadas.
Y esto no se limita únicamente a cuando estamos en casa con el bebé. También sucede cuando salimos con la familia o asistimos a eventos, en los que por lo regular, madre y bebé terminan alejándose del grupo, como en la publicación viral compartida en la página Adult Conversation, que comparte lo solitario que esto puede ser.
Esta foto está borrosa por una razón. No intento poner a una familia en específico en la mira, pero trato de sacar a la luz esos pequeños momentos de la maternidad que podrían generar sentimientos de aislamiento y resentimiento, y esto lo captura a la perfección.
Mientras comía ayer, vi a esta madre entretener a su bebé con un globo, caminando por el lugar, tocando los cuadros que colgaban en las paredes, etcétera (todas hemos estado ahí) mientras su familia disfrutaba una celebración de cumpleaños con comida, bebidas y una conversación muy animada. Nadie se acercó para dejar que ELLA disfrutara ser parte del grupo. Esta imagen, con la madre vestida de rosa en el lado izquierdo (mientras su bebé juega con un globo) es una imagen exacta del cuidado constante e INVISIBLE que realizan muchas madres y que nos deja fuera del grupo. O nadie notó el trabajo sutil que ella hacía con su hijo, o nadie deseaba renunciar a su disfrute para dejar que ella tuviera también un poco de él. Consideré ofrecerme a sostener a su bebé para que ella pudiera reunirse con su familia por un momento, pero sabía que eso sería raro.
Y después las personas se preguntan por qué la depresión, ira y el resentimiento son una parte común de la maternidad moderna. No solo necesitamos mejores diagnósticos y doctores para ayudar a las madres recientes. Necesitamos que nuestras familias y amigos nos noten, y nos ayuden a regresar de nuevo a la mesa.
Recuerdo vívidamente esta etapa, y recuerdo haber escrito en un diario que nunca quería olvidar lo aislante que se sentía durante las cenas y fiestas el estar caminando con un bebé en brazos, mientras todos bebían y solo se limitaban a acariciar los pies del bebé cuando pasaba cerca de ellos, en lugar de ofrecerse a ayudarme para poder comer sin tenerle en brazos. Nunca quise olvidarlo, porque sabía que la amnesia de abuela probablemente lo borraría de mi mente. Lo escribí para que así yo también pudiera recordar ayudarle en el futuro a mis hijos y sus parejas en este departamento, especialmente a las madres.
Por favor compartan esto, para que las personas en sus diferentes etapas de la vida y papeles dentro de su familia, puedan ver por dónde se forman esas grietas para las madres, y donde fácilmente pueden acercarse para ayudarnos un poco. Incluso si no pueden comprenderlo porque no lo han vivido, esta imagen ilustra perfectamente la división que ocurre cuando nadie se acerca.
La publicación, que efectivamente captura un momento muy real por el que seguramente la mayoría de las madres ha pasado, se hizo viral, pero tuvo reacciones variadas. Por un lado, están quienes aplauden la forma tan clara en cómo muestran ese aislamiento que se puede vivir cuando estamos a cargo de un bebé, y lo que podemos hacer para ayudar a las madres.
Pero por otro, hay algunos comentarios que han criticado la publicación, mencionando que no es obligación ni responsabilidad de otras personas el ayudar con un bebé, utilizando uno de los argumentos más duros que se suele hacer sobre la maternidad: ella quiso tener un bebé, ella debe hacerse cargo.
Personalmente, aunque coincido en que los verdaderos responsables de los hijos son los padres, no estoy de acuerdo con ese último argumento. Las madres no pueden con todo. Las madres recientes (y no tan recientes) necesitan ayuda, apoyo y compañía.
También es cierto que podemos alzar la voz y pedir ayuda a nuestra pareja, familia o amigos para poder descansar unos minutos, pero lo cierto es que a muchas madres aún les cuesta mucho pedir ayuda, a causa de todas las expectativas y prejuicios que se tienen acerca de ser una "buena madre".
Es cierto, no es obligación de otros hacerlo, pero ayudar a que una madre pueda descansar, comer y disfrutar también por unos momentos de ese evento o salida con amigos y familia, es un simple gesto de amabilidad, que puede transformar por completo una experiencia que puede hacernos sentir que la maternidad es muy solitaria.
Foto | iStock
Vía | Parents