La milenaria cultura nipona tiene muchos aspectos positivos y otros que no lo son tanto, como el arraigo que tienen los roles de género tradicionales que hacen que las mujeres, en el hogar, realicen hasta siete veces más tareas que los hombres japoneses.
Para servir de ejemplo, tres políticos nipones se han “embarazado” con unos chalecos de siete kilos de peso, con los que pretenden promover el reparto equitativo de tareas y servir de ejemplo a la corresponsabilidad en el hogar.
Barrigas falsas de embarazada, chalecos con los que durante un tiempo, puedan sentir físicamente una parte de lo que siente una mujer en estado de gestación.
Obviamente es incompleto, con estos chalecos no van a padecer todos los demás síntomas que implica un embarazo para el cuerpo de una mujer pero ya es un paso para superar unos roles de género fuertemente arraigados en la cultura y en la sociedad nipona.
Esta vez han sido tres gobernadores de las prefecturas del suroeste los que se han prestado a esta campaña que busca animar a los hombres a colaborar más en el hogar.
Lejos de la igualdad
Hace sólo unas semanas que conocíamos la existencia de unos cursos de paternidad, desarrollados por la Universidad Ikumen de Tokio, para facilitar la unión entre los jóvenes.
Las cifras de jóvenes vírgenes de entre 18 y 34 años, se acerca en el país nipón al 60%, un dato que preocupó a las autoridades y las animó a poner en marcha este tipo de cursos con los que pretenden que los hombres aprendan los cuidados básicos del bebé.
Se trata de que adquieran conocimientos básicos que después puedan poner en práctica cuando tengan una pareja y así todo el peso de la crianza no recaiga exclusivamente en la mujer como pasa en la actualidad.
En la primera sesión del curso, entre otras actividades, los participantes se colocaron una especie de chaquetas de en torno a los siete kilos de peso.
Con ellas, trataban de simular el peso de un embarazo y mediante esta actividad, se pretendía que se pusieran en la piel de la mujer cuando se encuentra en este estado y tiene que realizar las labores diarias de una casa.
A principios de año también os contábamos la historia de Kensuke Miyazaki, un político japonés que declaró abiertamente su intención de solicitar la baja por paternidad, tal y como contempla la ley en su país, cuando naciera su hijo.
Estas declaraciones generaron una avalancha de críticas generalizadas en su país. Y críticas incluso entre sus propios compañeros de partido y eso que una de las prioridades del gobierno nipón sigue siendo que la cifra de padres que se acogen al permiso de paternidad llegue en 2020 al menos al 13%, cifra muy alejada del actual 2%.
Luchar contra la tradición en busca de la igualdad, es lo que pretenden algunos políticos y universidades japonesas con medidas como estas.
Vía | playgroundmag.net | abc.es
Foto | iStockphoto
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