La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y su mantenimiento hasta los 2 años o más. Este es, sin duda, uno de los temas que más preocupa a las parturientas, que saben lo importante que es para el futuro desarrollo de su bebé y también son conscientes de que a veces no resulta fácil para ellas.
Por eso, hemos trasladado las dudas más frecuentes que se suelen tener sobre la lactancia materna a Natalia Villó, pediatra y responsable del proyecto IHAN desde 2011 en el Hospital Universitario La Zarzuela y consultora internacional en Lactancia (IBLCL). Promovido por la OMS y UNICEF, este proyecto persigue la garantía definitiva de que en el centro hospitalario las madres tendrán todo el apoyo médico necesario para que su lactancia materna tenga éxito, ya que tan sólo se concede su acreditación a los hospitales, servicios de salud y salas de maternidad que adoptan las prácticas que protegen, promueven y apoyan el parto humanizado y la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento.
Hasta el día de hoy, ningún hospital privado de Madrid ha conseguido la prestigiosa acreditación. Sin embargo el Hospital Universitario La Zarzuela ya ha superado con éxito las tres primeras de las cuatro fases que de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN).
Hay mamás que se ponen su bebé al pecho en la misma sala de partos. ¿Cuándo se debe empezar? ¿Es tan importante hacerlo pronto?
El contacto precoz piel con piel madre-hijo al nacimiento favorece la estabilización del recién nacido, así como el inicio y duración de la lactancia materna. Se recomienda que el bebé realice su primera toma en la primera media hora tras el nacimiento, ya que en ese momento el recién nacido está alerta y activo y será él mismo quien busque el pezón para amamantarse. La succión precoz del bebé estimula la síntesis de prolactina, hormona que interviene en la producción de leche. Cuanto antes se inicie el proceso de la lactancia, mayor posibilidad de éxito tendrá.
¿Cuál es la mejor postura para que una primeriza pueda dar el pecho?
Existen distintas posturas para amamantar a un recién nacido. La más común tras el nacimiento es la postura “acunado”: la mamá está sentada o tumbada en la cama, y la cabeza del bebé apoyada en el antebrazo de la madre. Para conseguir un buen agarre, el pezón debe apuntar hacia la nariz del bebé. Una vez enganchado, la boca debe abarcar pezón y areola, los labios estar evertidos y la barbilla y nariz deben quedar pegadas al pecho. Pero también hay otras posturas que pueden ser útiles: en el caso de cesárea o de tener pecho grande, se recomienda la postura en “balón de rugby”. En el caso de gemelos, para enganchar a los dos a la vez, también es útil esta postura o la de “acunado cruzado”.
Y aquellas que quieran practicar el colecho, ¿pueden dar el pecho tumbadas?
El colecho es beneficioso para favorecer la lactancia a demanda, siempre siguiendo las recomendaciones de seguridad para el bebé. La postura para amamantar tumbada es muy cómoda para las tomas de la noche, siempre vigilando que el agarre sea adecuado.
¿Qué significa exactamente “dar el pecho a demanda”?
Se recomienda que la alimentación del lactante sea a demanda, es decir, que se le ofrezca el pecho cuando lo desee y durante todo el tiempo que quiera. El tiempo que se necesita para completar una toma es diferente para cada bebé y cada madre, y también varía según la edad del bebé y de una toma a otra. No obstante, en los primeros días de vida es recomendable que realicen al menos 8-12 tomas al día.
En los primeros días de vida es recomendable que realicen al menos 8-12 tomas al día
¿Cómo se sabe que se tiene leche suficiente para el bebé?
En general, todas las madres producen la cantidad de leche que necesitan sus bebés. La succión del bebé estimula la prolactina, hormona que se encarga de “producir” la leche. A mayor succión del bebé, mayor producción. El número de deposiciones y los pañales mojados del bebé son signos indirectos de que se está alimentando. El control de peso del bebé será lo que, finalmente, nos indique si la ingesta es suficiente.
¿Cómo sabemos que nuestra leche “es buena”?
La composición de la leche materna es siempre la “mejor” que necesita el bebé ya que se adecua a las necesidades del recién nacido en cada caso. En los bebés que nacen prematuros (antes de tiempo), la leche materna es rica en “proteínas especiales” para su crecimiento y sus “defensas”. En los primeros días de vida se produce el calostro: esta leche tiene mayor proporción de proteínas perfectas para alimentar al recién nacido en los primeros días.
Si la abuela no pudo dar el pecho, ¿podrá la madre dárselo a su hijo?
El éxito o fracaso de la lactancia no tiene herencia genética. Se debe a múltiples factores entre los que no se encuentra el hereditario.
Si el bebé llora mucho y demanda el pecho a cada instante, ¿será que se queda con hambre o no está bien alimentado?
Los bebes se alimentan a demanda, cada uno tiene su propio ritmo. El llanto puede significar hambre, necesidad de apego, dolor, incomodidad, etc. Hay que valorar en cada caso cuál es la causa del llanto. Si cree que la demanda del pecho es excesiva, es importante valorar si el agarre es adecuado y el bebé extrae toda la leche que necesita.
¿Es necesario lavarse el pecho antes de cada toma?
No es necesario lavar el pecho antes de cada toma ni después, ya que los microorganismos que hay en la piel no son perjudiciales para el bebé.
La leche artificial no contiene muchos de los componentes que hacen que la materna sea única desde el punto de vista nutricional e inmunológico
¿Qué diferencia existe entre el calostro, la leche de transición y la leche madura?
Durante los primeros días, tras el parto, se produce el calostro rico en inmunoglobulinas, células de defensa, proteínas, vitaminas y minerales. Es una leche “más concentrada” que ayuda a la eliminación de meconio y protege al recién nacido frente a infecciones. La leche de transición se produce entre el 4º y el 15º día tras el parto y tiene menos proteínas que el calostro. Esta leche varia día a día hasta alcanzar la composición de la leche madura, la cual tiene la proporción adecuada de proteínas, enzimas, inmunoglobulinas, grasas e hidratos de carbono que precisa el lactante para su desarrollo, crecimiento y defensa frente a infecciones.
¿Se deben dar siempre los dos pechos en cada toma?
Cada bebé necesita una cantidad de leche, dependiendo de su peso y de los días de vida que tenga. Algunos niños obtienen cuanto necesitan de un solo pecho y otros toman de ambos. Lo importante es que, al menos, vacíe un pecho en cada toma antes de ofrecerle el otro. De esta forma obtiene tanto la primera porción, rica en lactosa; como la porción final, rica en grasa. Ambas son necesarias para su desarrollo. Al finalizar un pecho se ofrece el otro si el bebé quiere seguir mamando.
¿Debe despertarse al bebé durante la noche para amamantarle?
Durante los primeros días se recomienda que al menos haga 8 tomas diarias. La duración de cada toma la determina el propio niño, lo ideal es esperar a que el niño se suelte espontáneamente. Sin embargo, es conveniente despertarlo estimulándole para ponerlo al pecho si el bebé duerme durante más de 3-4 horas seguidas (cosa frecuente el primer día o día y medio). Con el paso de los días, una vez hemos constatado que la ganancia ponderal es adecuada, no es necesario despertarle ya que el bebé se despertará cuando precise alimentarse.
Si le salen grietas o sufre una mastitis, ¿tendrá la madre que dejar de dar el pecho?
Las grietas se producen por un mal agarre del bebé. Si aparecen hay que corregir el enganche para que se curen o valorar colocar una pezonera de forma transitoria. No se recomienda interrumpir la lactancia. La mastitis es una infección del pecho que se debe tratar con antibióticos. Se puede seguir alimentando al bebe con el pecho afecto, ya que la infección no pasa al niño a través de la leche.
¿Qué tiene de especial la leche materna que la hace tan diferente de la artificial? ¿Es que esta última no es una réplica exacta?
La leche materna contiene nutrientes en la proporción adecuada para alimentar al bebé y además sustancias de defensa que no son reproducibles en laboratorio. La leche artificial es leche de vaca modificada para que se asemeje a la leche materna, pero no contiene muchos de los componentes que hacen que la leche materna sea única desde el punto de vista nutricional e inmunológico.
¿Por qué se recomienda la lactancia materna como alimentación exclusiva del bebé durante los seis primeros meses de vida?
En la actualidad existe evidencia científica suficiente para afirmar que la lactancia materna beneficia al lactante amamantado desde el nacimiento y que sus efectos se prolongan durante años después de haberse producido el destete.
Todo el mundo da consejos sobre la lactancia, a veces son diferentes y las madres se sienten muy confusas… ¿En el hospital habrá alguien a su disposición que asesore y ayude?
El Hospital de la Zarzuela está trabajando para conseguir la Acreditación como Hospital IHAN (Iniciativa para la humanización del parto y la lactancia de la OMS). Para ello, los profesionales en contacto con la madre y el recién nacido tienen amplia formación en lactancia. Desde el momento en que nace el niño tanto la madre como el bebé tienen a personal formado que les ayudará en todo momento, tanto si el recién nacido es sano como si ingresa en la Unidad de cuidados intermedios o intensivos Neonatales.
Y una vez en casa, ¿cómo sabrá que lo está haciendo bien? ¿Dónde acude si tiene dudas o surgen complicaciones?
En el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela le proporcionamos el contacto con los grupos de apoyo a la lactancia más cercanos a su domicilio. Además ponemos a su disposición la Consulta de Lactancia Materna, donde pediatra y enfermera especialistas en lactancia evaluaran la toma, valorarán las complicaciones que hayan surgido y resolverán sus dudas.
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