La Universidad de Duke ha dado los resultados de un estudio realizado a más de 1.400 niños, en el que se concluye que los bebés que nacen con un peso inferior a los 2 kilos y medio son más propensos a la depresión en la adolescencia, sobre todo las niñas.
La teoría que sugieren que podría apoyar este resultado es “que los cambios que el feto tiene que hacer para adaptarse al duro ambiente que encuentra previo a su nacimiento sin estar preparado para ello repercute en su vida posterior”, aunque también afirman puede deberse a la clase social que en ocasiones acompaña a un bajo desarrollo del feto, como en el caso de la pobreza, otra teoría es que una futura mamá deprimida concibe un hijo propenso a la depresión.
Los científicos estadounidenses dicen que antes de que los chicos o chicas se encuentren bajo estrés, el potencial depresivo permanece inactivo y que el bajo peso al nacer no se relaciona a ninguna otra condición psiquiátrica, ni siquiera a la ansiedad.
Vía | 20 Minutos Más información | BBC