Bebés menores de 3 meses: ¿playa o montaña?

Suele pasar que cuando el verano llega y el bebé es aún pequeño los padres no saben muy bien qué hacer, si ir de vacaciones o no ir y, en caso de buscar un destino, si ir a la playa o a la montaña.

No es que no haya más opciones, siempre puede uno buscar un hotel en cualquier sitio y dedicarse a eso de "que nos lo hagan todo", pero como está la situación económica como está y como muchos disfrutan buscando un poco de naturaleza que nos permita desconectar del mundanal ruido, hoy vamos a tratar de responder a la pregunta: cuando nuestro bebé es menor de 3 meses, ¿a la playa o a la montaña?

A la playa, por supuesto

La primera opción, que yo diría que es la que elige la mayoría, es la de ir a pasar unos días en algún sitio donde haya playa cerca. Es un destino a tener en cuenta porque no te apartas del todo de la civilización y no hay problema si necesitas comprar algo en el súper o si necesitas algo de la farmacia o acercarte a un centro de salud o al hospital, que es algo que siempre hay que tener en cuenta cuando viajas con los hijos.

El problema es que, playa, lo que es la playa, es mejor verla poco. El calor que hace y el barullo de gente que se puede originar hace que la playa no sea el lugar perfecto para que un bebé pase varias horas. Lo ideal es ir prontito por la mañana o por la tarde, cuando el sol aún no es muy intenso, y tenerlo bajo una sombrilla, con crema de factor físico, pues las sombrillas dejan pasar el 30% de los rayos solares y las de factor químico se absorben y tienen más riesgo de producir reacciones, con una camiseta liviana y con la precaución de ir dándole el pecho a menudo para hidratarle.

Se le puede mojar un poquito en el agua, pero vamos, lo justo para hacer las fotos de rigor, que la temperatura del agua tampoco suele ser demasiado agradable para los bebés.

Digamos que, en esencia, vamos a la playa con el bebé pero condicionados totalmente por sus ritmos y sus necesidades, hasta el punto que la playa se pisa poco, papá y mamá se bañan por turnos, aparecen por la playa bastante cargados y acaban yéndose para casa justo cuando la gente empieza a llegar a la playa.

A la montaña, por supuesto

La segunda opción, que suele ser minoritaria porque el calor te suele llevar hacia el agua, y en ella no hay, sino es que buscas un río o un lugar con piscinas, es la montaña.

Hay opciones como casas rurales, campings, albergues e incluso hoteles en zonas de montaña donde una familia puede hacer una vida similar a la que pudiera hacer en la playa, saliendo un rato para ver la naturaleza verde, en vez del mar, y con menos opciones para cubrir una posible emergencia en plan "bájate a comprar al súper" o "acércate a la farmacia".

A la hora de salir a hacer una excursión vamos de nuevo cargados con las cosas de los tres en la mochila y con la necesidad de tener que llevar al niño en una mochilita o fular, para poder caminar tranquilamente y acceder a lugares que de ningún otro modo podríamos (cochecito de bebé y montaña no casan demasiado bien). Tendremos que ponerle crema solar igualmente y llevarle con un gorrito, si es que la cabeza le queda fuera, e ir parando cada cierto tiempo para hidratarle, alimentarle y cambiar algún que otro pañal.

En cualquier caso, estamos más o menos en las mismas. Es mejor salir prontito y no estar mucho rato fuera para evitar que lleguen las horas de máximo calor, debemos caminar por zonas fáciles, sin ir muy lejos, con mapas, y habiendo dicho a alguien por dónde vamos a caminar. Tenemos como ventaja que siempre se puede buscar alguna arboleda o zona sombreada, pero en general, la temperatura sube a medida que se acerca el mediodía y es mejor no andar haciendo inventos aventureros.

Entonces, ¿playa o montaña?

Sois vosotros los que tenéis que responder a esta pregunta y la respuesta va ligada básicamente a lo que responderíais si no tuvierais un bebé. Es decir, se puede ir a la playa con un bebé y se puede ir también a la montaña, así que si os movéis entre estas dos elecciones, escoged aquella que os guste más.

A mí me tira más la montaña porque la playa me agobia bastante, pero también soy un poco pachorrilla y caminar por la montaña en pleno verano no es una de las cosas que más me emocione. Las dos opciones tienen sus pros y sus contras y en realidad vais a pasar poco tiempo en la playa y poco tiempo en la montaña, porque vais con un bebé chiquitín y donde más estaréis será allí donde estéis alojados. En vuestra mano queda.

Foto | Dean Johnson, Curtis Fry en Flickr En Bebés y más | Vacaciones con el bebé, ¿playa o montaña? La pregunta de la semana, Los Alpes austriacos, un paraíso para toda la familia, A la playa con un bebé, ¿misión imposible?

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