El secreto para descansar de verdad en las vacaciones con niños no son las pantallas. Es ir con otra familia

El secreto para descansar de verdad en las vacaciones con niños no son las pantallas. Es ir con otra familia
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Dicen por ahí que salir de vacaciones teniendo hijos es simplemente continuar criando en un lugar distinto. Y, siendo completamente sinceros, la verdad es que algo tiene de razón. Después de todo, ser padres y madres es un trabajo en el que no hay días de descanso.

Aunque es cierto que las vacaciones con hijos pueden disfrutarse mucho y les dejan recuerdos para toda la vida, la realidad no siempre es tan bonita ni idílica. Todo adulto que ha salido de vacaciones con sus hijos sabe que la palabra vacaciones no significa lo mismo tras la llegada de éstos. Tanto así, que muchos bromeamos diciendo que necesitamos vacaciones de las vacaciones.

Ojo, ¡que no nos estamos quejando de nuestros hijos! Solo compartimos una realidad de la vida parental: salir de vacaciones con personitas que dependen de nosotros duplica la carga y reduce la energía más rápido.

Por fortuna, hay varias cosas que podemos hacer para que las vacaciones con hijos sean maravillosas, desde mantener expectativas realistas sobre lo que podemos hacer, hasta recordar ser flexibles para que todos estemos lo más cómodos posibles.

Pero hay un truco -o mejor dicho, un trucazo- para disfrutar las vacaciones con hijos sin mortificarse tanto ni tener que saturar los días de actividades y llevar pantallas para mantenerles entretenidos: vacacionar con otra familia. Ahora mismo te explico por qué.

Duplicamos los niños, sí. Pero también los adultos

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Foto | Pawel L en Pexels

A primera oída esto puede sonar como una locura: ¿por qué querríamos ir de vacaciones con más niños y encima de todo, niños que ni siquiera son nuestros? Ah, porque esos niños también tienen padres, por lo que no solo vamos con más niños, sino también con más adultos.

Preferentemente habremos de hacerlo con amigos que sean cercanos a nosotros y que tengan hijos de edades similares a la de los nuestros, ya que esto nos ofrece a todos varios beneficios y oportunidades para disfrutar las vacaciones.

En primer lugar, hay más ojos para supervisar a los pequeños y más niños para jugar y convivir. Ambas cosas se traducen en más probabilidades de que cada uno tenga descansos por separado o en parejas, dependiendo si de trata de familias monoparentales o familias con dos padres, pues además de que es más sencillo que los niños se entretengan jugando entre ellos, los adultos podemos hacer turnos para cuidarles.

Además, después de un largo día de vacaciones con los niños (porque no vamos a decir que viajar con otra familia mágicamente las hace ultra ligeras), siempre nos viene bien tener otros adultos con quienes relajarnos y conversar cuando los pequeños se han ido a la cama, o mientras juegan o miran una película.

En segundo lugar, sabes que cuentas con otro adulto o adultos que pueden ayudarte ante alguna emergencia o imprevisto. Esto puede ir desde cosas tan simples como haber olvidado llevar algo y que ellos nos salven el día, hasta imprevistos graves como enfermar durante el viaje.

Pongo como ejemplo una experiencia personal. Hace algunos años viajé por primera vez sola con mi hija. Visitamos a una amiga que tiene dos hijos de edades similares y fuimos juntos a la playa, a pasear en bici y visitar algunos pueblitos muy lindos. Hubo un punto en el viaje en el que yo me enfermé y, aunque no era grave, tuve que pasar el día descansando, contando con la tranquilidad de que había otra mamá pendiente de mi hija. Si hubiéramos estado solas, la cosa hubiera sido muy distinta.

Y finalmente, estás viajando con gente que te entiende y que no te va a juzgar porque está viviendo lo mismo que tú (recuerda que comenté que debían ser amigos cercanos y con hijos de edades similares). Estando ambas familias en las misma circunstancias, es fácil que se apoyen mutuamente y sepan qué hacer para que todos disfruten y puedan descansar.

Desde luego, esto no significa que vacacionar con otra familia será pan comido: siempre será necesario planificar las cosas y organizarse con tiempo para dividir costos y responsabilidades para que todo fluya bien, especialmente porque no es lo mismo viajar con hijos que viajar sin ellos. Pero bien organizadas, unas vacaciones con otra familia pueden dejarnos una experiencia maravillosa.

Foto de portada | Ron Lach en Pexels

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