Los padres somos los mejores juguetes para nuestros hijos y las vacaciones de Navidad se convierten en el mejor momento para disfrutar con ellos y pasar tiempo de calidad. Pero muchas veces, los compromisos y exigencias de esta época del año hacen que sea difícil reservar un hueco específico para jugar con los hijos, aumentando así nuestra carga mental y culpabilidad, así como la frustración en los niños.
Sin embargo, hay otras muchas formas de pasar tiempo con los hijos más allá del simple juego. ¡Te proponemos algunas ideas que puedes poner en práctica durante estas vacaciones de Navidad!
Haz partícipes a tus hijos de los planes y actividades navideñas
Con demasiada frecuencia, los adultos tendemos a apartar a los niños de los planes y actividades que realizamos, bien sea porque consideramos que 'molestan' o porque subestimamos sus capacidades y creemos que no podrán ayudarnos.
Pero si lo pensamos bien, la mejor forma de pasar tiempo de calidad con los hijos es incorporándolos a nuestras rutinas y planes, siempre que sea posible. ¡Y precisamente, en esta época del año los planes no faltan!
Adornar la casa. Aunque para recibir a las visitas nos guste tener la casa decorada como si fuera de revista, lo mejor es rebajar nuestras expectativas y pedir a los niños que nos ayuden con la decoración. No importa si los adornos quedan muy abigarrados, si las luces no están perfectamente distribuidas o si falta ese toque distinguido y elegante.
Pasar tiempo juntos adornando la casa será uno de los recuerdos navideños más bonitos que tendrán nuestros hijos.
Cocinar en familia. A los niños les encanta ayudar a sus padres en la cocina, y por muy sofisticado que sea el menú que estemos preparando, seguro que podemos encontrar algo que puedan hacer y aprovechar así el tiempo juntos.
Amasar, emplatar, untar canapés, cortar el pan el rebanadas, batir con ayuda de un robot de cocina... son muchas las tareas que podemos encargarles a nuestros pequeños pinches mientras nosotros cocinamos. De este modo, además de pasar tiempo juntos fomentamos el aprendizaje y la creatividad.
Hacer la compra juntos. Durante estas fechas, gran parte de nuestro tiempo se nos va de tienda en tienda, comprando todo lo necesario para las comidas y cenas navideñas. Pero, ¿y si en lugar de apartar a los hijo de esta tarea les pedimos su colaboración? Ir al supermercado con los niños es una actividad muy educativa, y además, podemos aprovecharla para pasar tiempo juntos.
Poner la mesa. Dejemos a un lado los protocolos y permitamos que nuestros peques nos ayuden a la hora poner la mesa en Navidad. Podemos enseñarles a doblar servilletas de forma original, decorar el centro con alguna manualidad navideña, personalizar cada sitio para sorprender al comensal que vaya a sentarse en él...
En definitiva, hagamos de esta tarea tan protocolaria en estas fechas, una actividad divertida para hacer en familia.
Envolver regalos. Los niños que ya han descubierto el secreto de la Navidad estarán encantados de ayudarnos a envolver regalos, elegir juguetes para otros niños más pequeños o colocarlos debajo del árbol.
Estas tareas, que habitualmente asumimos siempre los adultos, no solo resultarán más divertidas si las compartimos con los hijos más mayores, sino que nos permitirán encontrar momentos cómplices y especiales que siempre recordarán.
Sobremesas en familia. Especialmente en esta época del año, solemos pasar por alto algo tan sencillo y enriquecedor como debatir y conversar con los hijos sobre temas que van más allá de lo cotidiano.
Y es que es frecuente que una vez terminadas las cenas o comidas de Navidad, los niños se vayan a jugar mientras los adultos nos quedamos conversando o jugando a juegos de mesa. También en algunas familias se tiene por costumbre comer en mesas separadas (adultos por un lado, niños por otro).
Pero compartir mesa y sobremesa con los adultos es muy positivo y enriquecedor para los niños. Estos encuentros son una oportunidad para reunir a la familia, crear recuerdos juntos y conectar generaciones a través de actividades que, en el día a día, son poco frecuentes.
Juegos de preguntas. Una de las actividades que podemos hacer con los niños en las sobremesas navideñas son los juegos de preguntas. Esta actividad tan sencilla y divertida nos ayuda a conectar, a saber más los unos de los otros y a pasar tiempo juntos.
Existen juegos de mesa diseñados con esta finalidad (personalmente, os recomiendo 'Amor con palabras -Familias'), aunque también podemos recurrir a web o aplicaciones como Kahoot, que facilita la creación de juegos de preguntas y respuestas para divertirse en familia.
Preguntarles sobre los planes que más les gustan. A veces los padres cometemos el error de sobrecargar las vacaciones de nuestros hijos con múltiples actividades y planes navideños que, lejos de disfrutar, pueden llegar a convertirse en una pesadilla. Por eso, lo mejor es preguntarles directamente a ellos qué es lo que más les divertiría hacer con nosotros; seguro que la sencillez de sus propuestas nos sorprenden.
Viajes en coche. En esta época del año se multiplican los desplazamientos por carretera, y aunque quizá no encuentres ningún atractivo a viajar en coche con los niños (se cansan pronto, se aburren, algunos se marean, lloran...), lo cierto es que podemos aprovechar esos momentos para disfrutar del tiempo juntos y convertir la experiencia en algo positivo.
Son muchas las actividades divertidas que podemos hacer en el coche con los niños; desde cantar canciones, contar chistes o adivinanzas, hasta jugar a juegos clásicos como el veo veo, las palabras encadenadas o los trabalenguas.
En definitiva, es posible pasar tiempo de calidad con los hijos más allá del juego. Y es que realmente, cualquier actividad que hagamos con ellos sin interferencias y actuando desde la conciencia plena, es perfecta para fomentar la conexión, fortalecer nuestro vínculo y crear bonitos recuerdos que les acompañarán toda la vida.