Las frutas constituyen una parte fundamental de la alimentación infantil. Son una fuente de vitaminas y minerales muy beneficiosa para el crecimiento de los más pequeños, y aunque son dulces y apetecibles muchas veces los niños las rechazan o no las comen tanto como quisiéramos.
El verano es una época ideal para despertar el interés de los peques por la fruta, ya que nos ofrece una gran variedad de sabores y texturas. Os damos entonces cinco claves para conseguir que los niños coman fruta.
Ten siempre fruta fresca a mano
Si la ven, les despertará interés y querrán probar. Tiene que haber siempre fruta fresca en casa, en el frutero, o en la nevera, en piezas enteras, o cortadas.
A todas horas: ofrécele una fruta en el desayuno, también en el postre y en la merienda. Os podrá parecer demasiado, pero la clave está en ir variando tanto las frutas como la forma de ofrecerlas, no tiene que ser siempre la pieza entera. (Más abajo os damos algunas ideas para prepararlas)
Ofrécela de diferentes maneras
En la variedad está el gusto. Si no le gusta de tal manera, tal vez de la otra funcione. Hay muchas formas de preparar las frutas y todas pueden ser muy atractivas. La cuestión es ofrecer variedad para que no se aburran de comer siempre la pieza entera.
Por ejemplo, la macedonia de frutas suele gustarles mucho, así que aprovecha la fruta que no se haya comido para preparar una, también los zumos y los batidos. Prueba una vez cada tanto con una fondue de chocolate y frutas, o prepara helados caseros de fruta, una merienda fresquita que siempre les apetece, y si se animan, incluso puedes probar con añadirle frutas a una ensalada.
Cuanta más variedad, mejor
Desde que el bebé comienza con la alimentación complementaria, la fruta es uno de los alimentos principales de su dieta. Siempre respetando su edad de introducción, ve ofreciéndole una amplia variedad de fruta, según la estación del año.
El primer acercamiento a la fruta no tiene por qué ser necesariamente en forma de papilla, sino lo que se conoce como el método Baby Led Weaning. Ofrécele las primeras frutas (manzana y pera) cortadas en rodajas finas. Si están un poco maduras será más fácil que se deshagan en la boca.
Estar en contacto directo con los alimentos, manipularlos, tocarlos, descubrir nuevos sabores y texturas, despierta en el niño el interés por seguir descubriendo. Es una forma de alimentarse pero a la vez una forma de estimulación.
Preséntala de manera atractiva
La presentación de los platos es clave para que los niños acepten nuevos alimentos. Pon una buena dosis de imaginación a la hora de preparar tus platos. Que les entren por los ojos.
Prepara platos con fruta que resulten atractivos para los peques. Que sean divertidos tanto de preparar como de comer. Podéis ponerlos a preparar estas simpáticas fresas con caritas de manzana para una merienda diferente, y otro sencillo consejo: cortar las frutas con formas.
Da ejemplo, come fruta
Por último, un consejo sencillo pero el más efectivo: dar ejemplo. Si vosotros coméis fruta habitualmente, vuestros hijos, muy probablemente, también lo harán.
Pueden gustarle algunas más que otras, pero si en casa coméis fruta todos los días, los niños lo asumen como lo normal. Los padres, a través del ejemplo, somos un espejo en que se miran nuestros hijos a la hora de construir sus propios hábitos alimenticios.
Espero que os sirvan de ayuda estas cinco sencillas claves para conseguir que los niños coman fruta, o que coman más si es que comen poca. De cualquier modo, es importante remarcar que si veis que el niño rechaza la fruta, no hay que forzarle de ningún modo, ni utilizarlo como premio o soborno. Hay que tener paciencia, mucha paciencia y seguir ofreciendo diferentes alternativas, pero sin presionar.
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