Me ha llamado la atención un estudio que se ha publicado recientemente en la revista "Nutrición hospitalaria" y que ha analizado la "Influencia del entorno familiar en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad en una población de escolares de Granada".
En él se pretendía, entre otras cuestiones, comprobar si existe una relación directa entre el estado nutricional de los hijos y quién es la persona que elabora el menú familiar.
Las noticias aparecidas en prensa hacen referencia a que si era la madre la que elaboraba el menú principal de los niños existían menos posibilidades de que los hijos sufrieran sobrepeso u obesidad, aunque no se especificaba respecto a qué otros responsables de preparar la comida.
Por ello he buscado el estudio, y en él he podido confirmar que en el caso de la variable de quién elabora el menú diario familiar, los resultados obtenidos conforman la existencia de una asociación estadísticamente significativa entre quién era la persona encargada de elaborar el menú principal del día y el estado nutricional de los hijos.
En los casos en los que las madres elaboran la comida principal, las puntuaciones en el índice de la masa corporal de sus hijos son muy inferiores a cuando es el padre el que confecciona el menú familiar. Es decir, que entre los estudiantes participantes en el estudio había más obesos y con sobrepeso si el padre era el encargado de elaborar la comida.
Destaca el papel del padre frente a "otros" encargados de elaborar dicha comida y la abuela, en un nivel muy parecido en cuando a posibilidades de que los niños tengan sobrepeso (apenas un poco más que en el caso del menú elaborado por la madre).
No sabemos si en ese "otros" están los comedores escolares, imagino que sí, y tranquiliza ver que no están asociados a un alto índice de masa corporal en los niños (sería una prueba de que se buscan menús sanos y equilibrados).
También influyen los estudios paternos y el sedentarismo
Del estudio se extraen otras conclusiones, aunque ya demostradas con anterioridad, no por ello menos interesantes o merecedoras de recordatorio.
Por ejemplo vemos una clara relación entre la práctica del ocio sedentario y los valores de índice de masa corporal: a medida que aumenta el número de horas que los niños ven la televisión, juegan con videojuegos o están conectados a Internet, sus puntuaciones en el índice de masa corporal se incrementan exponencialmente.
El nivel educativo de los padres también está asociado al índice de masa corporal de los niños, sobre todo en el caso de la madre: existe una asociación inversamente proporcional y estadísticamente significativa entre su nivel educativo y el estado nutricional de sus hijos.
Esta circunstancia cobra su máximo nivel de significación en aquellos casos en los que la madre posee estudios superiores (menos posibilidades de que los hijos tengan sobrepeso).
Cómo se elaboró el estudio
Este estudio ha sido elaborado por científicos de la Universidad de Granada mediante la observación de una muestra constituida por 718 niños y adolescentes escolares de entre 9 y 17 años de edad, pertenecientes a trece centros educativos públicos y privados de la ciudad de Granada y de su provincia.
Mediante el uso de técnicas de antropometría, se valoraron las variables de peso y talla de los sujetos y, con ello, el índice de masa corporal, se efectuaron según edad y sexo.
También fueron valorados seis pliegues cutáneos, así como cuatro perímetros corporales de la cintura, de la cadera, del brazo y del muslo para medir la masa corporal.
Por otra parte, y con objeto de analizar la influencia del entorno familiar en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad entre la población de alumnos, los científicos de la Universidad de Granada emplearon un cuestionario específicamente elaborado por el equipo investigador.
En el mismo no sólo se recogía información relativa a aspectos de su entorno familiar, como quién elabora el menú infantil, sino también a la frecuencia de consumo de determinados alimentos y a la práctica de alguna actividad física.
Conclusiones
Está demostrado que a mayor nivel educativo de los padres, menos posibilidades de que los hijos sufran sobrepeso u obesidad. Lo que no está tan claro es si esta influencia de la formación paterna va más allá de los 10 años o no. De todas formas, son esos primeros años de la vida donde se establecen los principales hábitos de salud.
También parece ampliamente demostrada también una relación directa entre el ocio sedentario y la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre los más jóvenes.
Por otra parte, a medida que el menú familiar es elaborado por personas diferentes a la madre, el estado nutricional de los hijos empeora considerablemente.
Si comparamos a los padres, las madres, las abuelas y "otros" como preparadores del menú infantil, destaca la madre como la mayor conocedora de hábitos saludables y necesidades nutricionales de los hijos. Existen estudios anteriores que también señalan que la madre es la mejor preparada, en términos de conocimientos alimentarios, para la elaboración y el mantenimiento de una óptima alimentación familiar.
Por contra, es el padre el que tiene más posibilidades de favorecer la obesidad infantil si es él el que elabora la comida. En esto habrá por supuesto notables excepciones, y es que como decimos otros muchos factores influyen en el sobrepeso infantil.
Conozco unos cuantos padres igual o mejor preparados que sus mujeres para encargarse del menú infantil y con hijos sin problemas de peso. Aunque también a algunos que prefieren echar mano de precocinados cuando tienen que ser responsables de la comida familiar, pero estos casos serían esporádicos. Es decir, si estos padres se encargaran a diario de hacer la comida a los niños, ¿utilizarían siempre este tipo de alimentos?
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