Seguimos con nuestro Especial Sobre Alimentación Infantil en Bebés y más, en el que vamos a preparar algunas recetas para niños a partir de tres años. Se trata de platos sencillos que en realidad disfrutará toda la familia.
La semana pasada ya vimos en las recetas para niños de entre dos y tres años que a esta edad casi pueden comer de todo, y a partir de los tres años lo habitual es que los niños ya coman lo mismo que el resto de la familia.
Queremos proponeros ideas caseras, baratas y sabrosas para cocinar a vuestros hijos, además con una preparación sencilla que no nos llevará mucho tiempo. Un plato de pollo y otro de sepia, para darnos una vuelta por la granja y otra por el mar, para todos los gustos. A los niños (y a los mayores) les encantarán estos platos.
No especificamos cantidades porque creemos que ya en casa conocéis cuánto comen vuestros hijos y vosotros mismos. Pero, por poner nuestro ejemplo, y en cuanto a los ingredientes principales, necesitamos tres muslos de pollo o dos sepias grandes para comer en cada caso dos adultos y dos niñas de cuatro y dos años.
Muslos de pollo rebozados con sésamo
Esta receta nos encanta en casa. Si queréis darle un toque especial a ese alimento tan recurrente que es el pollo, no hay más que rebozarlo con sésamo y tendrá un sabor y una textura que encanta a los niños. No obstante, recordemos que el sésamo es un fruto seco, y como tal, habremos de estar seguros de que nadie en la familia sufre reacción alérgica a estas semillas.
Una vez teniendo claro que no hay alergia, hay que saber que las semillas de sésamo son muy buenas para los niños, son una fuente muy importante de hierro y de calcio. Nosotros usamos semillas de sésamo ya tostadas que venden en bolsitas, aunque se peden comprar crudas.
Si compráis las semillas de sésamo para hacer en casa se dejarán en remojo la noche anterior. Luego se tuestan en una sarten durante aproximadamente 10 minutos, removiéndolas para que no se quemen. Existen variedades de sésamo de diversos colores, claritas y negras, si queremos hacer el pollo visualmente más atractivo podemos mezclarlas.
Los muslos de pollo han de estar deshuesados y abiertos, para que sea más rápido y sencillo hacerlos a la plancha. Tenemos que salar la carne con moderación, recordemos que comemos demasiada sal y eso no es bueno para ningún miembro de la familia. Si os gusta, los mayores pueden darle un toque de pimienta a la carne.
Sólo nos queda añadir el sésamo para que reboce la carne. Hay quien lo reboza directamente, y las semillas se pegan bastante bien. También podemos pasar la carne por huevo batido antes de rebozarlas en el sésamo. Al sésamo se le puede añadir pan rallado para hacer el rebozado más consistente.
Una vez tenemos los muslitos de pollo abiertos y pasados por el huevo y recubiertos de sésamo, los podemos cocinar al horno o a la plancha con un poco de aceite en la sartén. Tanto en la plancha como en el horno hay que dar la vuelta a la carne para que se haga perfectamente por ambos lados.
Esta receta se puede hacer igualmente con pechuga de pollo y otras carnes finas, aunque a nuestro parecer quedan menos jugosas que los muslitos. Si tenemos tiempo, tanto los muslos como otras partes del pollo pueden cortarse en trozos más pequeños, cubos o tiras, si queremos hacer "bocaditos de pollo al sésamo".
A este plato para que sea equilibrado le falta una buena guarnición de patatas asadas y verduritas al gusto.
Estofado de sepia
Pasamos ahora a un plato más marinero que también comemos a menudo en casa. Se trata de una receta de fácil elaboración, y rápida si empleamos la olla exprés (a fuego lento tardaremos poco más de una hora, hasta que la sepia esté tierna).
Para este plato hemos de tener en cuenta que la sepia es un marisco, de la familia de los moluscos, y como tal puede resultar alergénico. La edad de introducción de los mariscos en la dieta del niño varía de unos especialistas y países a otros. Pero en general, a partir de los dos años se aceptan.
Nosotros compramos las sepias congeladas y la dejamos descongelar la noche anterior en la parte baja de la nevera. Trocearemos la sepia en cuadrados o tiras, las patas incluidas. También pondremos unas cuantas gambitas peladas (sirva lo mencionado anteriormente respecto a los mariscos) y almendras picadas. En lo referido a las almendras, que le dan un toque especial a la receta, recordamos que es un fruto seco y sólo las añadiremos si nadie en casa es alérgico.
El estofado se completa con patata, cebolla y guisantes. La patata y la cebolla e incluso los trozos de sepia se pueden sofreír con un poco de pimentón dulce para darle color al estofado.
Añadiendo agua y un poquito de vino blanco, todo se puede cocer al mismo tiempo en la olla a presión durante una media hora, con una pizca de sal. Será mejor que los mayores añadamos después más sal a nuestros platos si lo consideramos necesario, pero es bueno que los niños se acostumbren a comer con poca sal, y no la echarán de menos.
Esperamos que estas recetas para niños a partir de los tres años os hayan resultado apetecibles, os animo a probarlas, veréis que son sencillas y ricas. Pronto volveremos con nuevas ideas. ¡Buen provecho!
Fotos | EvelynGiggles, Augapfel y jlastras en Flickr-CC En Bebés y más | Especial Alimentación Infantil: recetas para menores de un año (II), Especial Alimentación Infantil: recetas para menores de un año (I), Especial Alimentación Infantil: recetas para niños de entre uno y dos años (I), Especial Alimentación Infantil: recetas para niños de entre uno y dos años (II), Meriendas sanas (II), (I)