Los hábitos alimenticios en los niños, ya sea para bien o para mal, son responsabilidad de los padres. El ritmo de vida que llevamos nos dificulta hacerlo todo lo bien que desearíamos, pero no debemos bajar la guardia en la alimentación de nuestros hijos.
Según el V Estudio CinfaSalud, avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), los padres españoles no lo estamos haciendo demasiado bien. El uso de las pantallas mientras comen, desayunos incompletos, insuficientes frutas y verduras y no compartir la mesa en familia son algunas de las asignaturas que suspendemos.
Pantallas enemigas de los buenos hábitos
Hace años que se advirtió del mal hábito de muchos niños de comer frente al televisor. Ahora las pantallas se han achicado, pero el riesgo de mantener este hábito sigue vigente y no sólo porque dañan la vista de los niños.
Según el estudio, el 71% de los pequeños españoles comen mientras ven la televisión, miran una tablet o manipulan un smartphone, un mal hábito que afecta su salud: los expertos advierten que los niños que comen frente a una pantalla tienen mayor riesgo de obesidad.
De todos ellos, el 5,2 por ciento siempre come delante de una pantalla, el 20,3 por ciento lo hace habitualmente, y el 45,5 por ciento a veces. Pero, ¿por qué las pantallas no son bienvenidas en la mesa? Muchos padres creen lo contrario, que si comen mientras ven la tele o utilizan una tablet comen más rápido y mejor. Pero realmente no es un buen hábito.
Precisamente por eso, porque comen de forma mecánica, sin prestar atención a lo que comen. Impide disfrutar de los sabores y las texturas de los alimentos, claves para que los niños que están aprendiendo a comer (porque a comer también se aprenden) establezcan una relación positiva con los alimentos desde que son pequeños.
Además, las pantallas "impiden la conversación familiar y anulan cualquier posibilidad por parte de los progenitores de inculcar a sus hijos hábitos saludables a la mesa", señala Cristóbal Coronel, secretario y miembro del grupo de trabajo de Nutrición y patología gastrointestinal de la SEPEAP.
Padres que no ven la obesidad de sus hijos
Otro aspecto preocupante que recoge el estudio es la percepción que tienen los padres sobre el peso de sus hijos, que no se corresponde con la realidad en cuatro de cada diez casos.
El 13,1 por ciento de los padres no tiene conciencia del sobrepeso u obesidad reales de su niño o niña. Además, entre los que son conscientes que su hijo o hija no se encuentra en su peso normal, un 43,1% por ciento no toman medidas al respecto.
Sólo el 40,3 por ciento de los padres lo lleva al pediatra o al médico de familia, el 3,9 por ciento, a un nutricionista y uno de cada diez lo pone a dieta por iniciativa propia sin consultar a un profesional.
Desayunos a examen
El fallo más gordo de los padres comienza nada más levantarnos. Ocho de cada diez niños y niñas españoles no desayunan correctamente. Se trata de la comida más importante del día que debe proporcionales energía para el resto del día y debería cubrir entre el 20-25% de las necesidades nutricionales de los niños.
Un buen desayuno debe incluir un trío de alimentos infaltables: lácteos, cereales y fruta, evitando la bollería industrial.
A media mañana, a pesar de que se recomienda comer una pieza de fruta de temporada, un yogur o un bocadillo de queso u otro equivalente lácteo, el bocadillo sigue siendo el alimento preferido tanto en los almuerzos (el 73,1%) como en las meriendas (70,8%).
Muchas carne y pocas frutas y verduras
Más de la mitad de los niños (51,9 por ciento) consume carne entre cuatro y siete veces a la semana, aunque los expertos aconsejan hacerlo entre una y tres veces para evitar el exceso de proteínas en la alimentación.
Solo uno de cada cinco niños y niñas (21,3 por ciento) toma pescado con la frecuencia recomendada (más de tres veces a la semana), mientras que tan solo uno de cada diez come verdura en más de siete ocasiones semanales. En cuanto a las frutas, solamente el 30,3 la toma con esa frecuencia.
Comer en familia
Compartir la mesa en familia es fundamental para inculcar buenos hábitos alimentarios. El ejemplo de los padres y la educación nutricional que se realiza en la mesa juega un papel muy importante a la hora de educar a nuestros hijos y crear un ambiente positivo.
Sin embargo, solo el 37,3 por ciento de los padres españoles come habitualmente con sus hijos (diez o más comidas semanales), mientras que el 28,6 por ciento realiza con ellos menos de una comida o cena al día. Además, el 17,4 por ciento no come habitualmente lo mismo que sus hijos e hijas a la hora de la comida o la cena.
Vía | V Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la nutrición infantil”
En Bebés y más | Hábitos saludables desde la infancia, ¿Cómo influyen en los niños las interacciones familiares a la hora de la comida?