La salud mental de los adolescentes es una de las mayores preocupaciones de la sociedad actual, especialmente tras la pandemia, que se han disparado todas las alarmas. Pero a la hora de abordar esta problemática, hay un factor que como padres no deberíamos pasar por alto, y es la alimentación de nuestros adolescentes.
Una nueva investigación advierte de una relación directa entre el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas con dificultades psicosociales relacionadas con su salud mental, tales como bajo estado de ánimo, depresión, sensaciones de ansiedad o problemas atencionales, además de otros problemas de conducta en los adolescentes.
El estudio ha sido llevado a cabo por el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y el Instituto de Investigación Biomédica de Gerona (IDIBGI), tras analizar los hábitos de medio millar de adolescentes españoles de entre 13 y 18 años.
Los alimentos y bebidas ultraprocesadas son productos industriales caracterizados por su baja cantidad de nutrientes (como proteínas y fibras), su alto contenido calórico (como grasas saturadas y azúcares añadidos) y la presencia de aditivos (como colorantes y potenciadores del sabor), que los hacen muy atractivos, sabrosos y adictivos.
Los chicos, más que las chicas. Los adolescentes reportaron un consumo medio de 7,7 ultraprocesados el día anterior, con un consumo mayor entre los chicos (8,6 ultraprocesados en ellos frente a los 7 ultraprocesados en las chicas).
“La relación entre ultraprocesados y los problemas psicosociales es más marcada entre los adolescentes varones. Esto podría deberse al hecho que ellos consumen una mayor cantidad de determinados tipos de ultraprocesados, como bebidas azucaradas y edulcoradas (refrescos y bebidas energéticas y zumos de fruta envasados) y carnes procesadas, así como al hecho de que toman menos fruta y verdura”, señala Pietro Tonini, autor del estudio.
Los ultraprocesados más consumidos por los adolescentes. La mayoría de los participantes indicaron haber consumido embutidos, galletas y carnes procesadas (50-60 %), productos de chocolate, aperitivos, bebidas de chocolate y salsas (40-50 %), yogures de sabores, panes procesados y bollería, cereales azucarados, refrescos, zumos de fruta envasados y patatas fritas procesadas (30-40 %).
Pocas frutas y verduras. Respecto al consumo de frutas y verduras, los adolescentes declararon un consumo medio de 1,93 raciones/día, muy alejado de las cinco raciones al día recomendadas, y afirmaron realizar actividad física una media de 2,9 días a la semana. Mientras que el consumo de frutas y verduras fue superior entre las chicas adolescentes (2 raciones ellas frente a 1,7 raciones ellos), los chicos reportaron mayores niveles de actividad física (3,6 días ellos frente a 2,3 días ellas).
Más de uno cada cuatro tiene algún problema de salud mental. Un 26,2 % de los participantes presentaron algún tipo de problema psicosocial: un 33,9% en relación con el malestar emocional, principalmente depresión o ansiedad, un 9,5 % referente a problemas de atención, y un 3,9 % relacionado con problemas de tipo conductual.
Por sexos, las chicas mostraron una mayor problemática psicosocial en todas las esferas (26,4 % frente a 22,2 %, respectivamente), especialmente en relación al estado de ánimo bajo y las sensaciones de ansiedad, exceptuando los problemas de conducta que fueron similares entre ambos sexos.
La investigación respalda estudios previos que sugieren que el consumo de productos ultraprocesados pueden interactuar con problemas de salud mental. "Además, las asociaciones en el presente estudio sugieren que los efectos del procesamiento de alimentos en la salud mental pueden extenderse más allá de los problemas de internalización, aumentando también la presencia de problemas de externalización", señalan los autores.