Haber sufrido una educación abusiva en la infancia predispone a una personalidad oscura en la adultez. Un estudio lo confirma

Haber sufrido una educación abusiva en la infancia predispone a una personalidad oscura en la adultez. Un estudio lo confirma
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Un reciente estudio realizado por investigadores de varias universidades españolas, ha encontrado una preocupante conexión entre una educación abusiva en la infancia y el desarrollo de rasgos de personalidad oscura en la edad adulta.

El estudio, publicado en la revista Personality and Individual Differences, sugiere que las experiencias de abuso infantil pueden contribuir significativamente a la formación de la tétrada oscura de la personalidad: narcisismo, maquiavelismo (tendencia a la manipulación y frialdad emocional), psicopatía y sadismo.

La relación entre una crianza abusiva y el desarrollo de la personalidad

Los investigadores hallaron que todas las tácticas disciplinarias parentales se relacionaron positivamente con los rasgos de la Tétrada Oscura, y más concretamente, encontraron que la agresión psicológica predijo de forma única y positiva la psicopatía y el sadismo, mientras que la agresión severa surgió como un predictor positivo único de maquiavelismo, narcisismo y psicopatía.

Por su parte, la disciplina no violenta, el castigo corporal o las agresiones menores no contribuyeron significativamente a ninguno de los rasgos oscuros (aunque, lógicamente, son prácticas de crianza a evitar sin ninguna duda).

En el estudio participaron 372 adultos de España, de entre 18 y 80 años, que fueron reclutados principalmente a través de plataformas de redes sociales como Instagram, Facebook y LinkedIn. La mayoría de los participantes eran mujeres (casi el 74%) y una gran proporción eran estudiantes o graduados universitarios.

Los participantes completaron cuestionarios en línea detallados sobre sus experiencias infantiles, así como tests psicológicos diseñados para medir rasgos de la tétrada oscura.

Los resultados mostraron que aquellos que habían experimentado niveles elevados de abuso emocional y negligencia tenían una probabilidad significativamente mayor de puntuar alto en narcisismo, maquiavelismo y psicopatía.

En particular, el abuso emocional se asoció más fuertemente con el narcisismo, mientras que la negligencia infantil se relacionó con una mayor tendencia hacia el maquiavelismo y la psicopatía.

Quienes habían sufrido abuso emocional y negligencia tenían una probabilidad significativamente mayor de puntuar alto en narcisismo, maquiavelismo y psicopatía.

Un mecanismo de defensa o una respuesta al entorno

Los investigadores explican que el desarrollo de estos rasgos de personalidad oscura podría ser un mecanismo de defensa ante un ambiente hostil en la infancia.

En un entorno abusivo, los niños pueden aprender que la manipulación, la frialdad emocional o una imagen grandiosa de sí mismos les ayuda a sobrevivir. Sin embargo, estos mismos rasgos pueden dificultar las relaciones interpersonales en la edad adulta y aumentar la probabilidad de comportamientos poco éticos o incluso antisociales.

Según los autores del estudio, las experiencias adversas en la infancia tienen un impacto duradero en la personalidad de un individuo, y comprender cómo se desarrollan estos rasgos podría ayudarnos a diseñar intervenciones más eficaces para mitigar sus efectos negativos en la adultez.

Foto | Portada (Freepik)

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