Aprender a regular nuestras emociones es un paso clave para tener una buena inteligencia emocional y una buena salud mental. Como padres, nuestro trabajo es dar herramientas a nuestros hijos para que logren navegar adecuadamente sus emociones, especialmente aquellas que no son tan agradables.
Es sabido que una de las maneras más efectivas de calmar los nervios y la ansiedad es la respiración, y aunque hacer respiraciones profundas muchas veces es suficiente, también hay técnicas o ejercicios específicos que nos ayudan a tranquilizar mente y cuerpo.
En Bebés y más ya hemos hablado de algunas técnicas reconocidas para ayudar a que los niños se relajen, como la técnica de la tortuga o el método de la rana, y hoy queremos presentarte una más: la respiración de la sopa.
Recomendada por Anna Estapé, madre y pediatra especializada en crianza respetuosa, la respiración de la sopa es una técnica que muestra de manera sencilla y fácil de entender para los niños, cómo manejar los nervios y encontrar la calma.
En su caso, ella utiliza la respiración de la sopa en su consulta pediátrica para calmar los nervios de los niños, pero nosotros también podemos utilizarla en situaciones en las que nuestros hijos necesiten ayuda para tranquilizarse.
Cómo hacer la respiración de la sopa
Tal y como su nombre lo dice, la respiración de la sopa consiste en imitar algunas de las cosas que solemos hacer cuando comemos este platillo, pero poniendo el foco en la respiración. Así es como debes hacerla, paso a paso:
- Primero, imagina que tienes un bol de sopa caliente frente a ti.
- Inhala lentamente por la nariz, como si estuvieras oliendo el aroma de la sopa.
- Exhala suavemente por la boca, como si estuvieras soplando para enfriarla.
- Repite los pasos tres y cuatro varias veces, hasta que sientas que el cuerpo se ha ido relajando.
Foto de portada | Niño sonriendo en Freepik