La autoestima de los niños no se construye solo con palabras bonitas (que también), sino con experiencias que refuercen la confianza, la autonomía y la seguridad en uno mismo.
¿Y qué mejor manera de hacerlo que jugando? En este artículo comparto contigo tres juegos originales y diferentes, diseñados para que tu hijo se sienta valioso, capaz y querido, y cómo jugar paso a paso de forma sencilla.
1) La caja de los superpoderes invisibles
Los niños a menudo no ven sus propias cualidades y fortalezas, pero ¿y si las convertimos en "superpoderes"? Así seguro que empiezan a interiorizarlas.
Cómo jugar:
- Coge una caja bonita y escribe en pequeños papeles cualidades positivas de tu hijo (por ejemplo: "Siempre ayudas a los demás", "Eres muy creativo", "Tienes una gran imaginación"). Invítale a él a hacer lo mismo.
- Dóblalos y mételos en la caja.
- Dile a tu hijo que esta caja es mágica y que contiene superpoderes invisibles que ya tiene dentro de él.
- Cada día, al despertar o antes de ir a dormir, sacará un papel al azar y juntos hablaréis de ese "superpoder" y de momentos en los que lo ha usado. Puedes preguntarle también ¿cómo le hace sentir tener ese superpoder? ¿Todos los niños lo tienen?
Por qué funciona:
- Refuerza la percepción positiva de sí mismo.
- Hace que sus cualidades sean tangibles y reales.
- Crea una rutina de autovaloración sin que parezca una lección.
2) El museo de los logros
Los niños necesitan ver sus avances para creer en ellos. ¿Por qué no crear un "museo" con sus pequeñas grandes victorias?
Cómo jugar:
- Cuelga en una pared o usa una cartulina grande como si fuera una galería de arte.
- Cada vez que tu hijo supere un reto (atarse los zapatos solo, hablar en público, aprender una nueva palabra en otro idioma, etc.), se representará de alguna forma en este "museo":
- Un dibujo de él mismo haciéndolo.
- Una foto del momento.
- Una palabra clave escrita con colores llamativos.
- Un trozo de plastilina que represente su logro.
3. Al final de la semana, haced una "visita guiada" al museo, recordando y celebrando cada logro.
Por qué funciona:
- Refuerza el esfuerzo y no solo el resultado.
- Transforma lo cotidiano en algo digno de reconocimiento.
- Hace que el niño vea visualmente sus avances, algo que refuerza su autoestima de forma natural.
3) La misión secreta del espía valiente
Muchos niños dudan de sus capacidades porque temen equivocarse o el qué dirán. Este juego les ayuda a ganar confianza enfrentándose a pequeños desafíos con emoción y sin presión.
Cómo jugar:
- Dile a tu hijo que ha sido elegido para una misión secreta de espía.
- Escribe en tarjetas diferentes misiones que le ayuden a desarrollar confianza, como:
- "Pregunta algo en la tienda sin ayuda de papá o mamá."
- "Cuenta un chiste en la comida familiar."
- "Di algo bonito sobre ti mismo en voz alta."
- "Atrévete a probar una comida nueva."
(Obviamente, deben ser misiones (tareas) adaptadas a su edad y a su personalidad; pensemos bien qué tareas escribimos para evitar que sientan que deben hacer algo para lo que no están preparados).
3. Cada misión realizada le da una insignia (dibujada o de pegatina).
4. Cuando consiga cinco, recibe un "ascenso" a súper espía con un pequeño premio simbólico (por ejemplo, un diploma casero o elegir el plan del fin de semana).
Por qué funciona:
- Fomenta la valentía de forma divertida.
- Hace que se atreva a salir de su zona de confort sin miedo al fracaso.
- Refuerza la autonomía y la capacidad de superación.
Jugar para crecer con confianza
Estos juegos harán que tu hijo se divierta y además son una forma diferente de trabajar su autoestima, sin que apenas se dé cuenta. Porque la clave para que un niño crea en sí mismo no está en repetirle lo valioso que es, sino en ofrecerle oportunidades, juegos y vivencias para descubrirlo por sí mismo.
Los niños interiorizan (y recuerdan) mucho mejor aquello que viven, que experimentan. ¿Te animas a probar estos juegos? ¿Cuál añadirías?
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