
Los calambres de implantación son molestias leves o cólicos que algunas mujeres pueden experimentar cuando el óvulo fecundado se adhiere al revestimiento del útero.
Se sienten en la parte inferior del abdomen y son muy similares a los cólicos que se pueden sentir durante el síndrome premenstrual. De ahí que sea fácil confundirlos con la próxima llegada de la menstruación.
No todas las mujeres experimentan estos calambres, y su ausencia no significa que no haya embarazo. Por lo que si tienes dudas, la mejor manera de confirmarlo es realizando un test de embarazo.
Cómo son los calambres de implantación
Los calambres se sienten en la parte baja del abdomen o en la zona lumbar y tienen unas características que pueden variar de una mujer a otra, pero en líneas generales son:
- De intensidad leve o moderada: normalmente algo menos intensos que los cólicos menstruales
- Duración: pueden durar desde unas pocas horas hasta un par de días.
- Síntomas acompañantes: a veces pueden presentarse junto con un leve sangrado que se conoce como sangrado de implantación (manchado rosado o marrón ocasionado por la anidación del óvulo fecundado en la pared del útero), sensibilidad en los pechos o cansancio.
Diferencias con los cólicos menstruales
Tanto los calambres como el sangrado de implantación son los primeros síntomas de embarazo que la mujer puede experimentar y que la hacen sospechar que podría estar esperando un bebé.
Sin embargo, a menudo suelen confundirse con los cólicos menstruales, pero con algunas diferencias:
- Los calambres de implantación suelen ser más suaves y de corta duración.
- No van acompañados de un flujo menstrual abundante.
- Aparecen antes del inicio de la menstruación.
Cuándo se producen los calambres de implantación
Generalmente, los calambres de implantación se producen entre 5 y 7 días después de que se haya producido la fecundación en la trompa uterina, que puede suceder hasta seis días después de mantener relaciones sexuales.
Coincide con el momento en el que el blastocito (conjunto de células embrionarias formadas a partir de la unión del óvulo y el espermatozoide) desciende hacia la cavidad uterina. Una vez en el útero, desarrolla unas prolongaciones que le permitirán adherirse a la mucosa y "enterrarse" en el endometrio, es lo que se conoce como implantación embrionaria.
A partir de que el blastocito se implanta en el endometrio es cuando se comienza a hablar de embrión.
Aproximadamente catorce días después de la fecundación, el embrión está firmemente anidado en su nuevo hogar. Allí es donde crecerá y se desarrollará un nuevo ser.
Calambres de implantación: signos de alerta
Dado que los síntomas son muy variables de una mujer a otra (en algunas pueden durar un día y en otras más), es importante prestar atención a la intensidad y la frecuencia de los calambres, así como de las características del sangrado que le acompañan, si es el caso.
Si el dolor es intenso y persistente, es necesario consultar al médico para descartar cualquier problema como un embarazo ectópico o una amenaza de aborto espontáneo.