Cuando tenemos un bebé, una de las situaciones más frustrantes y preocupantes para nosotros como madres y padres, es cuando llora y no logramos calmarle a pesar de haber revisado que todas sus necesidades estuvieran cubiertas y atendidas.
Y aunque sabemos que cada bebé es diferente y lo que puede funcionar para uno no funciona para otros, un nuevo estudio encontró que la forma más efectiva para calmar a un bebé que llora es combinando tres estímulos sensoriales. Te contamos cuáles son.
El estudio, publicado en la revista Plos One, fue realizado por investigadores de la Universidad de Amsterdam, quienes deseaban encontrar un método que fuera efectivo para calmar a bebés menores de seis meses que lloraran de forma excesiva.
La finalidad de su estudio también era ayudar al bienestar físico y emocional de los padres, pues el llanto frecuente de los bebés está relacionado con agotamiento y depresión en los padres, y en casos extremos, con el síndrome del bebé sacudido, que puede ocurrir cuando los padres han perdido la paciencia o los nervios al no poder calmar al bebé.
Los investigadores analizaron diferentes métodos para calmar a bebés que lloraban, incluyendo pruebas con cunas inteligentes (que mecen automáticamente al bebé o vienen con sonidos relajantes), y analizando la influencia de la edad del bebé en la efectividad de cada método.
Tras realizar distintas pruebas, los investigadores encontraron que la forma más efectiva para calmar a un bebé era la combinación de tres estímulos sensoriales: envolver, sonidos y movimiento. Te explicamos cada uno de ellos y cómo funcionan.
1) Envolver
Envolver al bebé es una técnica ancestral que consiste en ceñir una sábana o manta alrededor del cuerpo del bebé, con la finalidad intentar darle la misma seguridad y confort que disfrutaba cuando estaba en el vientre materno.
Es importante mencionar que envolver al bebé no significa apretarlo hasta inmovilizarlo, pues incluso eso podría tener consecuencias negativas en el desarrollo de sus huesos. Lo que se debe hacer es envolverlo con un poco de firmeza, pero dejándole libertad suficiente para mover brazos y piernitas.
2) Sonido
El segundo de los estímulos sensoriales efectivos para dormir al bebé, es el sonido. Sabemos que las nanas o canciones de cuna son efectivas para relajar a un bebé y hacerlo dormir. En este punto, también vale el susurrar, cantar con voz muy suave o poner un poco de música relajante que nos ayude a calmarle.
3) Movimiento
Finalmente, el tercer elemento de la combinación más efectiva para dormir a un bebé: el movimiento. Desde balancearlo mientras caminamos con él en brazos, hasta mecerlo mientras estamos sentados en una mecedora, el movimiento es otro de los recursos que podemos utilizar para tranquilizar a un bebé.
Combinados es mejor
Aunque cada una de estas tres formas de calmar a un bebé son buenas y pueden funcionar por sí solas, los investigadores encontraron que juntas son más efectivos para que el bebé deje de llorar, pues al combinarlos, se obtuvieron resultados similares cuando los padres sostenían a los bebés y cuando éstos eran colocados en cunas inteligentes.
Los investigadores aclaran que aunque no hubo mucha diferencia entre los brazos de los padres y la cuna al momento de usar los tres estímulos juntos, los bebés necesitan el contacto humano por naturaleza para sentirse cómodos y tranquilos, y que la cuna -acompañada por esos tres estímulos- simplemente puede ser de gran apoyo para los padres.
Así que, aunque cada situación es diferente, si tu bebé suele llorar con frecuencia o has intentado hacer cada uno de estos métodos por separado, quizás probando los tres estímulos sensoriales de envolver, sonidos y movimiento, podrás ayudar a tu bebé a tranquilizarse y sentirse mejor ambos.
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Vía | News Medical