En la década de los años '60 John Bowlby, un reconocido psicoanalista inglés, desarrolló la Teoría del Apego, con la cual logró estudiar y definir la manera en la que los seres humanos formamos vínculos emocionales desde la infancia y su influencia en el desarrollo futuro de los niños.
Así, la teoría del apego de John Bowlby defiende que los niños están programados biológicamente para formar vínculos con los demás. Según Bowlby, el miedo a los extraños no es más que un mecanismo de supervivencia que tienen los bebés de manera innata.
Bowlby definió el apego como el vínculo más temprano que establecen los bebés con su cuidador principal, normalmente la madre, y éste se configura a partir de las relaciones que establece con dicha figura y de la forma en que la mamá (o el papá) atiende a sus demandas, le protege, le cuida, le ofrece amor, etc.
¿Cómo influye la crianza en el desarrollo del apego y este apego en el desarrollo de los niños?
“La confianza en la figura de apego es la base de una personalidad estable y segura”.
-Jhon Bowlby-
Qué es la teoría del apego y qué dice de los primeros vínculos
Para Bowlby el apego es un vínculo que se forma entre dos personas, y es de gran profundidad emocional. Este vínculo suele ser duradero a través del tiempo, y se genera por medio de la búsqueda de cercanía y protección por parte de otra persona a quien llama figura de apego.
Generalmente para el bebé esta figura de apego es mamá, pero puede tratarse también del padre o de cualquier otra persona que se encuentre encargada del cuidado del niño.
Por esta razón es frecuente encontrar en la literatura relacionada al tema que se habla del "cuidador principal".
Según esta teoría, las personas creamos vínculos con estas figuras de apego desde nuestro nacimiento, vínculos que se van fortaleciendo durante los primeros meses de vida.
Dependiendo del tipo de relación que se tenga con el cuidador, el desarrollo psicoemocional del niño se verá influenciado y por ende impactará en la manera en la que se relaciona en el futuro.
La crianza influye en el tipo de apego
Como hemos visto, la crianza influye en el tipo de apego que desarrollará el niño. Ahora nos adentraremos en cada tipo de apego y en cómo se forma, pero de forma genérica podemos decir que si el cuidador principal está atento a las necesidades del bebé, lo atiende cuando llora y cuando lo reclama, le da seguridad física y emocional y mucho amor, le protege y le alimenta de forma adecuada, etc., el apego que se desarrollará será sano (apego seguro).
En cambio, cuando el cuidador no se muestre disponible, o solo se muestre disponible a veces (de forma que el bebé no pueda saber), no atienda las necesidades del bebé (o lo haga de forma intermitente), o no le de el amor suficiente, entonces el bebé desarrollará un apego inseguro.
¿Por qué? Porque no "sabrá" cuándo su mamá o su papá estarán disponibles nuevamente, lo que le generará desconcierto, desconfianza e inseguridad. De esta forma, su "base segura", su hogar (que debería ser esta figura de apego) no le dará confianza, y hará que este vínculo no sea fuerte ni de calidad o seguro.
Tipos de apego y sus características
Existen dos tipos principales de apego: el apego seguro (el que se da en la mayoría de los casos) y el apego inseguro. Este último se divide en tres categorías diferentes con características particulares, y a continuación haremos un breve repaso de ellos:
Apego seguro
Se da cuando existe una conexión fuerte entre el niño y su cuidador, el bebé se siente seguro de la protección que recibe de esta figura de apego y se muestra interesado por explorar libremente el ambiente que le rodea.
Son niños que suelen mostrarse molestos o irritados cuando no están cerca de sus cuidadores pero que al verlos se calman con facilidad.
La respuesta coherente de su cuidador ayuda al niño a reponerse con premura del malestar que le causa la angustia de ser separado de esta persona, permitiéndole volver al estado de calma con rapidez, jugando nuevamente.
"La confianza ilimitada en la accesibilidad y apoyo que pueden brindar las figuras de apego constituye la base de desarrollo de una personalidad estable y segura de sus propias fuerzas".
-Jhon Bowlby-
Apego inseguro
Se trata de estilos de apego en los que el niño no tiene certeza de poder ser contenido y atendido por su cuidador. A su vez, este estilo de apego se divide en tres subtipos:
- Apego ansioso - ambivalente
Se trata de un tipo de apego que se presenta en casos en los que hay poca presencia del padre o la madre. En estos casos los niños presentan altos niveles de ansiedad ante la separación de su figura de apego.
En este caso, el malestar no disminuye con la presencia nuevamente de su cuidador, e incluso el niño puede llegar a mostrarse agresivo con esta persona al volver. Se trata de niños desconfiados con otras personas que no sean sus cuidadores.
- Apego evitativo
Los niños con este tipo de apego suele presentar conductas de evitación ante sus cuidadores; esto se muestra con bastante frecuencia en los casos en los que mamá o papá pasan largos periodos fuera de casa y al volver se encuentran con un niño que los evita.
El bebé o niño no necesariamente demuestra rechazo ante su cuidador, pero cuando necesita ser atendido o consolado no lo busca para sentirse protegido.
- Apego desorganizado
Cuando no existe realmente un vínculo emocional con el cuidador estamos hablando de apego desorganizado, y se presenta a través de diversas conductas que pueden ser contradictorias. Son niños que incluso se pueden mostrar desorientados ante el cuidador.
¿Cómo influye el tipo de apego en el desarrollo de los hijos?
Los tipos de apego que se desarrollan en la infancia influyen enormemente en nuestros hijos, y determinan en cierta medida, la forma en la que generan vínculos emocionales en su adultez. Entonces podemos ver características como:
Apego seguro
Son adultos con una fuerte autoestima que crean vínculos afectivos importantes. Suelen ser confiados, se integran fácilmente en los grupos y hablan con facilidad acerca de sus sentimientos y emociones. Tienen relaciones duraderas y sanas.
Apego ansioso ambivalente
Les cuesta relacionarse con otros y se les dificulta enormemente establecer relaciones de pareja sanas, pues constantemente se cuestionan si el otro les quiere. Suelen llevar muy mal las rupturas amorosas, con mucha ansiedad. Establece relaciones de codependencia.
Apego evitativo
Tienden a evitar generar vínculos de intimidad con otros, les cuesta mucho establecer relaciones de pareja. No les gusta hablar acerca de sus emociones, evitando incluso invertir tiempo en tratar de generar vínculos con otros (pareja, amigos, etc.).
Apego desorganizado
Presentan conductas contradictorias, generando vínculos de amor-odio con las personas. Sienten que confiar en los demás es algo que no se debe hacer, y sienten frecuentemente mucho miedo a ser abandonados (precisamente porque así se han sentido de pequeños). Todo esto hace que tengan relaciones muy inestables y conflictivas.
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