A partir del próximo mes de diciembre, los simpáticos patitos de goma no tendrán cabida en la ciudad de San Francisco, convirtiéndose en la primera ciudad de Estados Unidos en vetar juguetes en los que en su fabricación han participado productos químicos que pueden ser nocivos para los niños.
Y la cosa irá más lejos, pues quieren prohibir la venta de todos los artículos para bebés que contengan productos químicos perjudiciales para la salud. Directamente van a por los ftalatos, un químico que se usa para ablandar el plástico en su fabricación y del cual se sospecha que puede provocar cáncer y daños en el sistema reproductivo, prohibido desde el mes de julio en la UE.
Pero van más allá, con su prevención y siendo consecuentes de que puede ser un error que preferirán aceptar con el fin de proteger la salud de los más pequeños, quieren vetar otro componente que también podría ser cancerígeno, éste se utiliza para fabricar el plástico transparente y se llama bisfenol. Lógicamente, la voz de los jugueteros ya se ha hecho eco y han interpuesto las demandas pertinentes, exponiendo que las leyes estatales están por encima de las ordenanzas municipales.
Hace escasos días el diario San Francisco Chronicle puso en alerta a muchos padres, ya que mostró los resultados de los análisis realizados a 16 productos en un laboratorio especializado de Chicago, entre ellos se encontraban algunos etiquetados como no tóxicos.
El resultado fue que unos patitos de goma que se venden en Walgreens (una gran cadena de droguerías de EEUU), contienen dos componentes cancerígenos, uno procedente de los ftalatos en una proporción trece veces superior a la permitida por la normativa y otro, también utilizado en una proporción tres veces superior a la normativa permitida.
Si la normativa municipal de San Francisco entrara en vigor, quedarían fuera del mercado otros productos que contienen bisfenol, como un sonajero de la firma Disney, el Baby Einstein, o un mordedor fabricado por Munchkin, libros acuáticos, biberones, botellitas e incluso chupetes.
Está claro que no podemos fiarnos ni del aire que respiramos, sólo esperamos que si estos productos atentan contra la salud de los niños, pongan rápidamente los medios para atajarlo, aprovechando la coyuntura no vamos a dejar de nombrar que hay ciertos productos que también podrían ser tóxicos y de los que no tenemos conocimiento, se trata de ciertas lacas de uñas y otros cosméticos, esperamos que nos tengan informados.
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