11 juegos divertidos para involucrar a los niños pequeños en la cocina
Cocinar es una actividad muy placentera, que puede tornarse aún más divertida si los niños nos ayudan a preparar los alimentos. Hay muchos materiales que tocar, masas, polvos, líquidos, además de muchos colores, sabores y texturas diferentes.
Los niños pueden aprender mucho, ejercitarse y sobre todo, divertirse en ella. Por ello, hemos hecho un listado de 11 juegos para comenzar a involucrar a los niños pequeños en la cocina.
Imitación
Si nuestro hijo aún es pequeñito y nunca nos ha ayudado en la cocina, un forma divertida de introducirle al proceso de preparar los alimentos es jugando a la imitación, similar al juego simbólico.
Ya sea que lo haga con juguetes o con utensilios reales de madera y plástico, nuestro peque se divertirá repitiendo todo lo que hagamos - incluso podemos pretender que estamos dando una clase de cocina y él es nuestro aprendiz.
El asistente
Otra forma de introducirle al mundo culinario, es pidiéndole que sea nuestro asistente, algo que a los niños pequeños les encanta y además ayuda a su sentido de pertenencia, lo que favorece su autoestima y confianza en sí mismo.
Dependiendo de su edad, nos puede ayudar pasándonos los ingredientes o alimentos que necesitemos, presionando el botón de encendido de la licuadora, vertiendo algunos líquidos, mezclando los ingredientes de la receta en un bol, amasando si ya tienen la capacidad de hacerlo, entre otras cosas.
¡Vegetales al agua!
Podemos pedirle a nuestro hijo que nos ayude a lavar la fruta y los vegetales, o podemos planteárselo de forma más divertida: una fiesta de piscina para los vegetales.
¿A qué sabe?
Este juego trata básicamente de probar juntos nuevos alimentos, pero dándole algún giro divertido, como haciendo gestos dependiendo del sabor que tenga o también, jugando a describir a qué sabe: dulce, salado, amargo, agrio.
¿Cómo se llama?
Después de haberlos utilizado y mencionado un par de veces, muéstrale a tu hijo algún ingrediente, desde una fruta o verdura hasta alguna especia que sea fácil de identificar (como la pimienta, por ejemplo) y dile que intente recordar el nombre.
Conocer los ingredientes que están en sus alimentos ayuda a que los niños acepten mejor probar cosas nuevas, así que puedes aprovechar esta oportunidad para complementar diciéndole en qué le beneficia cada uno de ellos.
Adivina qué es
Si nuestro hijo ya es un poco mayor y está familiarizado con la mayoría de los alimentos, podemos subir un poquito la dificultad de los dos juegos anteriores y vendarle los ojos, convirtiéndolo en un juego sensorial.
Además de identificar los sabores y texturas con el tacto y el olfato, podemos pedirle que intente adivinar qué vamos a cocinar, basándose en los ingredientes que le hemos dado.
Clasificar los alimentos
Un juego que resulta muy divertido para los niños pequeños, es la clasificación de objetos. Podemos darle algunos alimentos variados y pedirle que los clasifique de diferentes formas: por colores, por tamaño, por textura, etcétera.
Collares de pasta o cereal
Esto seguro ya lo has visto en alguna idea de manualidad, pero los niños también pueden hacerlo mientras cocinamos. Con un poco de hilo o lana, podrán hacer un collar con pasta o cereales.
Torrecitas
Una forma divertida de que los niños nos acompañen en la cocina y además practiquen su motricidad fina, es jugando a hacer torrecitas. Por ejemplo, si tenemos malvaviscos o cereal en forma de donita, podemos decirles que hagan torrecitas con ellos y contar hasta dónde pueden llegar sin que se derrumbe.
Formas divertidas
¿Quién dijo que las galletas deben ser redondas? Deja los moldes de lado e invita a tu hijo a ponerse creativo, haciendo galletas de formas únicas y originales solo con sus manos o con un pequeño cuchillo de plástico para que hagan los cortes. Quizás el resultado no sea digno de un libro de cocina, pero seguro se divertirá mucho en el proceso.
El toque final
Esta última forma es especial para cuando preparamos algún postre o receta que requiera una decoración final, como una tarta, un pay o cupcakes. Podemos invitar a los niños a que den vuelo a su imaginación y decoren libremente, dándole el toque final.
Consejo final: no te preocupes ni te estreses si al principio las cosas no salen como las planeas o si todo (¡o ustedes!) queda muy sucio. Recuerda que donde tú ves un desastre en la cocina, están sus intenciones de ayudar y aprender a cocinar.
Así que tomando las debidas precauciones, sé paciente y disfruta este momento divertido con tus hijos.
Fotos | iStock, Pexels
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