Las temperaturas empiezan a bajar, y la imparable subida en los precios de la electricidad y el gas está haciendo que los consumidores tengamos que buscar fórmulas para evitar el "facturazo" sin necesidad de pasar frío este invierno.
La situación se vuelve aún más delicada en los hogares con niños, no solo porque el consumo eléctrico se dispara, sino porque es importante garantizar un confort ambiental para el bienestar de los más pequeños.
Si quieres ahorrar en tu factura este invierno te damos una serie de consejos que tu bolsillo (y el planeta) agradecerán.
Comprueba si tienes la mejor tarifa de luz y gas
Lo primero que debes hacer es revisar tus facturas de la luz para conocer cuál es vuestro consumo y a qué hora es más elevado. También es importante que te asegures si la potencia eléctrica que tienes contratada es la adecuada a vuestras necesidades o puedes rebajarla para pagar menos, así como contratar distintas potencias en diferentes franjas horarias, si tienes la tarifa por tramos horarios.
En este post de El Blog Salmón nos explican todos los detalles sobre las diferentes tarifas eléctricas y cómo ahorrar en la factura de la luz.
En cuanto al gas, es aconsejable coger la última factura que tengamos y comprobar a cuánto estamos pagando el kWh. La mejor tarifa del mercado libre se encuentra entorno a los 15 céntimos por kWh, aunque puede llegar a alcanzar los 20 céntimos. Después tendremos que mirar el tipo de tarifa que figura en nuestra factura (RL.1, RL.2 o RL.3) y compararla con los datos de la tarifa TUR.
Podría suceder que nuestra tarifa sea más ventajosa que la TUR, pero si no es así es aconsejable cambiarnos, ya que el precio de kWh en la tarifa TUR es de 6 céntimos.
En este otro post de El Blog Salmón nos explican en qué consiste la tarifa TUR y cómo comprobar si tenemos una factura de gas ventajosa.
Revisa la caldera y los radiadores
Continuamos con otro consejo básico: solicitar una revisión profesional de la caldera y los radiadores de casa para mejorar su rendimiento.
Se recomienda también purgar los radiadores antes de encender la calefacción por primera vez, de esta forma eliminaremos el aire acumulado durante los meses de inactividad y ayudaremos a que el sistema de calefacción funcione de forma más eficiente.
Otros consejos importantes sobre los radiadores son mantenerlos siempre limpios, no taparlos ni arrinconarlos con muebles o sofás, y cerrar aquellos que estén en estancias de la casa que no utilicemos.
Baja la temperatura de tu calefacción
Si en invierno vais por casa en tirantes o en una manga fina, significa que debes revisar la temperatura a la que pones tu calefacción, pues probablemente esté más alta de lo recomendado.
Abrigándonos un poco más podremos poner la calefacción entre 20º y 21º, una temperatura más que razonable para mantener el confort y la comodidad en el hogar durante el día.
Utiliza termostatos para regular la calefacción
El termostato es un dispositivo encargado de encender y apagar automáticamente la calefacción según la temperatura a la que la hayamos programado.
Existen diversos tipos de termostatos, siendo los inalámbricos y programables los más utilizados. También hay termostatos individuales para colocar en los radiadores de la casa y así poder ajustar la temperatura de cada estancia de forma independiente, según el uso que hagamos.
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Y si lo que tenemos es un termo eléctrico para calentar el agua, también podemos instalar un termostato con temporizador para que actúe en determinadas horas al día. De este modo, ahorraremos electricidad y dispondremos de suficiente agua caliente.
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Usa los electrodomésticos de forma eficiente
Según la OCU, el consumo de los electrodomésticos supone el 55% de la energía eléctrica del hogar, por lo que es fundamental utilizarlos de manera eficiente.
Aunque el consumo va a depender de la antigüedad del electrodoméstico, su grado de eficiencia y el modo de uso, en general los electrodomésticos que más gastan son la secadora, el lavavajillas, el frigorífico y la lavadora.
Sabemos que en una casa con niños las lavadoras son una constante, pero es posible ahorrar en su consumo poniéndolas siempre llenas, evitando el prelavado (salvo excepciones) y seleccionando la temperatura más baja posible siempre que se pueda (el mayor gasto energético se produce cuando se calienta el agua).
Utilizar programas ECO, limpiar con asiduidad los filtros y el correcto mantenimiento del electrodoméstico son otros aspectos que también nos ayudarán a ahorrar energía.
Adapta tus hábitos de consumo
Si la tarifa de luz que tienes contratada se divide en tramos horarios, es fundamental que ajustes el consumo a dichos tramos, evitando o reduciendo en la medida de lo posible el consumo eléctrico en las horas punta.
Estos son los tramos horarios de la luz:
- Hora punta, cuando la electricidad es más cara: de 10 a 14 y de 18 a 22 horas.
- Hora llana, electricidad más económica que en la hora punta: de 8 a 10, de 14 a 18 y de 22 hasta las 24 horas.
- Hora valle, cuando la electricidad es más económica: comprende de 12 de la madrugada hasta las 8 de la mañana.
Esto no aplica en el caso de que tengas contratada una tarifa plana de luz, esto es, si pagas un precio fijo mensual o bimensual.
Evita el consumo fantasma
Mantener en stad-by la televisión, el ordenador o altavoces tipo Alexa, así como tener enchufados aparatos que no estamos utilizando implica un consumo fantasma o en reposo que incrementa nuestra factura de la luz.
De acuerdo a los cálculos de la OCU los electrodomésticos que más consumen en stand-by son la caldera de gas, los altavoces inteligentes y el robot aspirador. Solo estos tres elementos suponen un incremento anual de 23 euros.
Para evitar el consumo fantasma se recomienda desenchufar los aparatos que no estemos utilizando y recurrir al uso de regletas que nos permitan apagar con un solo clic varios dispositivos a la vez.
Cambia los baños por duchas cortas
A los peques les encanta disfrutar de un baño calentito, pero lo cierto es que una ducha consume mucha menos energía que un baño si tienes un termo eléctrico y, además, gasta mucha menos agua (entre 20 y 30 litros menos).
Coloca burletes en puertas y ventanas
Los burletes son tiras fabricadas en material aislante que se colocan fácilmente en los bordes de las ventanas y debajo de las puertas para evitar las fugas de calor.
Este accesorio tiene un precio económico, podemos adquirirlo en cualquier ferretería o gran superficie y su instalación es rápida y sencilla.
Coloca alfombras en el suelo
Las alfombras son mucho más que un artículo decorativo para el hogar, ya que en invierno aportan calidez y aíslan del frío. Además, son especialmente útiles en las casas con niños, no solo porque amortiguan el ruido y preservan el suelo de rayaduras y golpes, sino porque evitan que sus pies se queden helados cuando caminan descalzos.
Pero es importante que hagamos un buen mantenimiento de las alfombras, limpiándoles con frecuencia y en profundidad para evitar ácaros y suciedad. No obstante, en caso de niños asmáticos o con alergias ambientales el médico podría recomendarnos no utilizar este artículo.
Demos ejemplo
Por último, recordamos la importancia que tiene para nuestros hijos lo que los padres hagamos. Por eso, si queremos enseñar a los niños a ahorrar energía debemos predicar con el ejemplo y prestar atención a pequeños detalles como apagar apagar el ordenador cuando dejemos de usarlo, desenchufar el cargador cuando hayamos terminado de cargar nuestro móvil o apagar las luces de las habitaciones en las que no estemos.
Sin duda, el consumo de energía forma parte de nuestro día a día, pero si queremos vivir en una sociedad responsable con el medioambiente y, además, ahorrar en nuestra factura es importante que tanto niños como mayores adaptemos nuestras rutinas y costumbres