Cómo elegir la mejor silla de coche para que tu hijo viaje seguro
Según datos de la DGT, los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en menores de 14 años, y de entre los fallecidos, el 40 por ciento no utilizaba ningún sistema de retención infantil (SRI). Estos datos son realmente preocupantes, pues ningún niño debería morir o sufrir lesiones en carretera por no viajar sujeto correctamente.
Mientras nuestros hijos son pequeños, la mayoría de padres es consciente de los peligros que acarrea colocarles en un SRI que no sea apto a su talla o edad. Pero a medida que van creciendo, muchas familias se relajan en el uso de estos dispositivos de seguridad, o no tienen en cuenta las debidas recomendaciones a la hora de comprarlos.
Para que esto no ocurra te explicamos cómo elegir la mejor silla de coche para que tu hijo viaje seguro.
1) Adquiere el SRI en un sitio especializado
A la hora de adquirir un sistema de retención infantil es recomendable hacerlo en un sitio especializado, donde los vendedores estén bien informados, te puedan asesorar y responder las dudas, ayudar en la instalación de la silla, e incluso dejar que la pruebes antes de comprarla.
En este punto aprovechamos también para recordar que no deberían adquirirse sillas de segunda mano, especialmente si desconocemos su procedencia o no tenemos claro cómo ha sido utilizada y conservada. Los SRI tienen fecha de caducidad, y envejecen y se deterioran con el paso del tiempo.
2) Prueba la silla con tu hijo y en tu vehículo
Además de seguridad, las sillas de coche deben ofrecer comodidad al niño para que acepte de buen grado viajar en ella. Así pues, es recomendable probar la silla antes de adquirirla, asegurándote de que el modelo que quieres comprar es el más adecuado a las características físicas de tu hijo y a la frecuencia de uso que vas a darle.
Igualmente, es imprescindible probar la silla en tu vehículo, pues cada modelo de coche tiene unas características concretas y no todas las sillas podrían ser válidas. Comprueba cuánto espacio queda en el habitáculo una vez instalada la silla, qué inclinación tienen los asientos (pues en caso de estar muy inclinados y usar sillas ACM, la cabeza del bebé podría caer hacia adelante, por lo que necesitarás una silla con mayor grado de reclinado), qué dimensiones tiene la silla en comparación con el asiento del coche, qué tipo de anclajes necesita...
En definitiva, asegúrate de que el SRI que pretendes comprar se adapta perfectamente al asiento de tu automóvil.
3) Fíjate en la normativa de homologación
Todo dispositivo de retención infantil deberá llevar una etiqueta o inscripción con los datos de homologación de la silla.
Ni qué decir tiene que cualquier SRI que utilicemos debe estar correctamente homologado, algo que lógicamente garantizaremos si adquirimos la silla en un sitio especializado y de confianza.
En la actualidad conviven dos normativas que regulan los sistemas de retención infantil (SRI): la normativa ECE R44/04 (en vigor desde 1982 y válida para toda la Unión Europea) y la normativa ECE R129 o i-Size (en vigor desde 2013 y válida en toda la Unión Europea).
En el mercado encontraremos sillas homologadas con una o con otra normativa, aunque se prevé que en los próximos años (aún no hay fecha fija) la normativa ECE R44/04 desaparezca y con ella sus sillas, quedando vigente exclusivamente la normativa ECE R129 o i-Size.
La normativa i-Size ha incluido cambios significativos en la homologación de sus sillas con respecto a la R44, siendo quizá el más notorio la diferenciación de los SRI por talla, y no por grupos de edad. De este modo resulta mucho más preciso elegir una silla adecuada a las características del niño. Igualmente, las sillas homolagadas bajo esta normativa solo pueden instalarse con sistema isofix y no con cinturón de seguridad, para evitar las confusiones que a veces se producen a la hora de instalar las sillas.
Por esto, y por otros cambios importantes recogidos en la normativa i-Size, los expertos aconsejan preferentemente el uso de estas sillas, pues mejora la seguridad y comodidad con respecto a la normativa más antigua R44.
4) Opta preferiblemente por SRI con isofix
Al hilo del punto anterior, la DGT aconseja optar por SRI con Isofix, pues esos sistemas de anclaje son más seguros, ya que reducen la probabilidad de que las sillas se coloquen de forma incorrecta. No en vano, según leemos en el blog del experto en seguridad vial, Matías Massó, estudios realizados sobre el uso de SRI demuestran que tan solo un 30 por ciento de las sillas se instalan correctamente con los cinturones, frente a un 95 por ciento de las instaladas correctamente con Isofix.
El Isofix es un sistema de anclaje rígido que se incluye en los asientos traseros de los vehículos, y que disponen de unos enganches para sujetar la silla del coche. Este sistema cuenta además con otro adicional para reafirmar la sujeción y evitar que la silla vuelque por el peso del niño (puede ser el Top Tether, el Lower Tether o la pata de apoyo).
No todos los vehículos tienen isofix, por lo que antes de comprar la silla asegúrate de que tu coche sí dispone de este sistema de anclaje. Igualmente, debemos saber que el Isofix tiene una limitación de peso indicada por el fabricante de la silla que es imprescindible cumplir.
5) A contramarcha el mayor tiempo posible
Según los estudios, viajar a contramarcha es hasta cinco veces más seguro que hacerlo de frente a la carretera. La DGT y expertos en seguridad vial, bomberos e incluso la Academia Americana de Pediatría recomiendan que los niños viajen así el mayor tiempo posible, pero como mínimo hasta los cuatro años.
Los expertos aconsejan no forzar el cambio de una silla a contramarcha a otra a favor de la marcha, y esperar a que se haya quedado realmente pequeña por tamaño/peso. Aún así, si tenemos un niño aún pequeño (tres-cuatro años) pero especialmente alto que ya no cabe en la silla a contramarcha en la que viaja, es recomendable mirar otro modelo que nos permita seguir prolongando esta forma de viajar durante más tiempo (en el mercado hay modelos para viajar ACM hasta los 25 kilos o 105 cm).
6) Hasta que el niño no alcance los 150 cm, debe ir en un SRI
Conforme los niños van creciendo muchas familias se relajan en el uso de las sillas, pues tendemos a creer que son suficientemente mayores como para viajar exclusivamente con el cinturón de seguridad del vehículo. Pero es importante recordar que aunque tengan ocho, diez o incluso más años, si no alcanzan la altura mínima recomendada deben seguir viajando en un SRI, pues en caso de colisión o frenazo brusco podrían sufrir importantes daños.
En este sentido, todos los ocupantes cuya estatura sea igual o inferior a 135 cm de altura deben utilizar un sistema de retención adaptado a su peso y talla, aunque la DGT recomienda prolongar su uso hasta que el niño alcance los 150 cm, momento en que ya podría viajar solo con el cinturón de seguridad que utilizamos los adultos.
De este modo, cuando ya no sea posible prolongar más tiempo el uso de sillas a contramarcha, colocaremos al niño a favor de la marcha en un elevador con respaldo, que no solo elevará su cuerpo para que el cinturón de seguridad quede correctamente posicionado, sino que el respaldo le protegerá frente a colisiones laterales.
7) Atender al peso y altura del niño
A la hora de adquirir una silla para el coche debemos fijarnos exclusivamente en los criterios de peso y altura, y no en la edad del niño, aunque este dato podría servirnos de referencia en algunos momentos.
Es fundamental respetar el peso máximo indicado por el fabricante, pues de lo contrario, en caso de accidente la silla y el arnés podrían resultar ineficaces para retener al niño. Pero también hay que tener muy en cuenta la altura de nuestro hijo:
Si el niño viaja en una silla con arneses, debemos ir ajustando su recorrido y el del reposacabezas, que debe quedar aproximadamente a una distancia de dos centímetros de los hombros. Cuando veamos que la parte superior de la cabeza sobresale por encima del borde superior del respaldo y/o los hombros sobrepasan la posición más alta de los arneses, habrá llegado el momento de renovar la silla.
En el caso de viajar en un elevador con respaldo a favor de la marcha, debemos prestar atención al reposacabezas, e ir subiéndolo a medida que el niño vaya creciendo, de cara a garantizarle la máxima protección de su cabeza en caso de accidente.
Foto de portada | iStock
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