¿Cómo me deshago de la silla para el coche que ya no uso porque ha caducado o ha estado en un accidente vial?
Cuando compramos todo lo necesario para el cuidado y seguridad de nuestros hijos, la silla para el coche es un elemento indispensable. Como sabemos, debemos elegirla de acuerdo a sus necesidades de peso y talla, asegurándonos que sea la opción más adecuada para él.
Pero así como nos tomamos el tiempo al momento de comprarla, también debemos ser responsables cuando hay llegado el momento de decirle adiós. Te contamos qué pasos debes seguir para deshacerte de una silla para el coche que ya ha caducado o ha estado en un accidente vial.
Todas las sillas para el coche tienen un tiempo de vida limitado
Antes de proceder a compartirte los pasos que debes realizar al momento de deshacerte de ella, debemos explicarte por qué es importante que seas un dueño responsable y te deshagas de ella de forma correcta en caso de que haya caducado o haya estado en una accidente vial.
Hace tiempo te compartimos el peligro de usar sillas de coche infantil de segunda mano y las razones por las cuales no se recomienda comprarlas en ese estado ni reutilizarlas, entre las que destacaban las dos razones que tratamos en este artículo: la caducidad y los posibles daños que puede tener.
Como muchos otros productos, las sillas para el coche o sistemas de retención infantil (SRI), son elaboradas con materiales que se van degradando y pueden volverse quebradizos con el paso del tiempo, o bien, que pueden verse afectados ante situaciones inusuales, como una colisión o accidente de tráfico.
En distintas ocasiones hemos comentado que las sillas para el coche tienen fecha de caducidad, ya que van envejeciendo o deteriorándose con el uso, el paso de los años y las condiciones climáticas:
- La luz solar y los cambios en la temperatura (calor en verano, frío en invierno) pueden deteriorar el material plástico de las sillas, provocando grietas internas y deformaciones.
- Los arneses o correas de sujeción se van desgastando con el roce ocasionado por el uso frecuente, así como por la tensión recibida durante frenazos y aceleraciones.
De acuerdo con Fundación Mapfre, la mayor parte de los fabricantes recomiendan cambiar de sillita a partir de los 6 años desde su fecha de compra o a los 10 años de su fecha de fabricación, que deberá estar especificada de forma clara en el etiquetado que por normativa debe venir pegado en su estructura.
Aunque para la mayoría de las sillas puede extenderse su tiempo de uso hasta esa cantidad de años, es importante prestar atención a posibles signos de deterioro externo, como desgaste en los arneses o partes oxidadas, como las hebillas, ya que éstos podrían llegar a abrir o romperse durante un accidente.
Pero además de la fecha de caducidad, existen otros motivos por los cuales sea necesario reemplazar la silla para el coche. Uno de ellos, es si estuvo involucrada en una colisión o accidente de tráfico. En estos casos, Fundación Mapfre indica que la recomendación es reemplazar la silla en caso de sufrir un accidente con una velocidad de impacto superior a 10-20 km/h.
Ahora que entendemos por qué las sillas tienen un tiempo de vida limitado, como dueños responsables debemos asegurarnos que una silla posiblemente defectuosa o caducada no caiga en manos de alguien más.
Cómo deshacernos de una silla para el coche caducada o dañada
Ya que ha concluido el tiempo de vida útil y seguro de la silla para el coche, debemos proceder a deshacernos de ella correctamente. Para ello, existen diversas opciones, de las cuales podemos elegir la que mejor nos convenga o que tengamos a nuestra disposición.
La primera, y recomendación de Fundación Mapfre, es llevarla a un punto limpio o de reciclaje de tu ciudad y entregarlo ahí, para que se encarguen de continuar con el proceso de deshecho.
La segunda opción, es investigar si existe un hospital, fundación o asociación a la cual donarlo para fines educativos. Algunos lugares como éstos imparten clases de seguridad vial y puede servirles para mostrar a padres y familias el uso correcto de los sistemas de retención infantil.
Y la tercera opción, en caso no contar con un punto de reciclaje que las reciba como tal o un lugar al cual donarla para fines educativos, es desmontar la silla para el coche nosotros mismos para asegurarnos que no pueda ser usada. Para ello, deberemos hacer los siguientes pasos:
- Cortar y quitar con una navaja los arneses y correas de sujeción, así como la funda de la silla.
- Desprender todas las partes que puedan quitarse o separarse.
- Separar todos los materiales de acuerdo a su tipo (plástico, tela, metal, espuma, etcétera)
- Escribir con marcador indeleble "Caduco/No seguro" en la estructura de la silla después de haberle quitado todo.
- Desechar por separado todas las partes, y llevar a centros de reciclado aquellos materiales que puedan ser reprocesados o reciclados, como el plástico y el metal.
En países como Estados Unidos y Canadá, existen programas de reciclaje de sillas para el coche, con la finalidad de ayudar a proteger el medio ambiente, dar una segunda vida a algunos de los componentes y asegurarse de que otros niños no viajen en sillas que ya no son seguras.
Siguiendo estos pasos, podremos asegurarnos de que no sea utilizada como producto de segunda mano por otra familia, ya que como lo hemos mencionado, su efectividad y seguridad se han visto comprometidas y pondría en riesgo la vida de los niños que la utilicen.
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