Cuando nuestros pequeños exploradores se caen y se hacen una herida a veces hay que ponerles un esparadrapo para cubrir la cura. Pero lo malo llega cuando hay que retirarlo. Hacerlo dando un tirón es habitual. Pero duele mucho, más si la herida está en una zona sensible o si hablamos de un niño. Sin embargo no tiene que doler. De forma sencilla podemos quitarlo. Se puede despegar el esparadrapo sin hacer daño.
La forma de hacerlo es inocua. El esparadrapo se resiste al agua incluso calentita así que hay que buscar otra alternativa. Nuestros niños se pueden llevar un susto y un disgusto peor que la herida si no tenemos cuidado al retirarlo.
Como os decía podemos evitarles el dolor, y hacerlo es algo fácil. No hay ninguna necesidad de que pasen por el dolor del tirón y no hay que ser médico para hacerlo.
He leído que hay quien usa algún medicamento, cierto tipo de anestésico local que disuelve el pegamento, pero siempre es conveniente, antes de usar cualquier medicina con un niño, haber consultado previamente con nuestro pediatra, así que me abstengo de recomendarlo.
Y además tengo un truco mucho mejor, y tanto en la consulta del médico como en casa se puede usar sin riesgos. Para despegar el esparadrapo sin hacer daño basta con empapar el esparadrapo con aceite de oliva tibio y saldrá fácilmente y sin que nadie tenga que sufrir.
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