Esta es la mejor forma de estimular las habilidades sociales de los niños pequeños

Para nadie es un secreto que tener unas buenas habilidades sociales nos abre puertas y nos facilita mucho las relaciones interpersonales. Cuando somos adultos nos damos cuenta que se trata de competencias que se pueden aprender y que estas son son mucho más fuertes si las potenciamos desde que somos niños.

En nuestro papel de padres hay mucho que podemos y debemos hacer. No solo por brindar herramientas a nuestros hijos de cara a sus experiencias futuras, sino porque esto les permitirá expresar mejor sus sentimientos, necesidades y opiniones, lo que se repercute en su bienestar emocional.

Favorece el apego

Como bien ha dicho Marta Prada, "Para ser un adulto independiente y seguro, primero hay que ser un bebé dependiente y apegado", y en esa pequeña frase se resume todo lo importante que es brindar seguridad y apego a nuestros niños.

Que un niño sepa que sus padres siempre estarán a su lado y que atenderán sus necesidades emocionales es fundamental para que tengan una buena autoestima y sean unas personas seguras de sí mismas, la clave de unas buenas y sanas relaciones interpersonales.

Favorece un entorno para el trato con otros niños de distintos círculos

Un niño que se cría en un entorno con otros niños tendrá mucha más facilidad para entablar relaciones con otras personas. No me refiero a que tenga que escolarizarse desde una edad temprana, ya que basta con que interactúe en el parque, con sus primos, con los hijos de amigos, etc. "La práctica hace el maestro" y este caso no es la excepción.

Fomenta el trato con personas adultas

Las habilidades sociales se entrenan de una forma más potente cuando ampliamos nuestro círculo. Si el niño aprende rápidamente a saludar, a dar las gracias, a responder preguntas que le hacen los adultos en la vida cotidiana (por ejemplo, un camarero, el panadero, etc), menos le costará soltarse de la vergúenza que a veces les genera interactuar con ellos.

Dialoga sobre las situaciones que vivimos de forma cotidiana

Conversar con nuestros hijos sobre nuestro día a día fortalece su desarrollo cognitivo y su lenguaje. "Aterrizar" situaciones cotidianas, comentar el por qué de lo que nos ha sucedido, de las reacciones de otras personas, les ayuda a entender mejor el funcionamiento del mundo y la forma en la que nos relacionamos con los demás.

No olvidemos que el diálogo con nuestros hijos empieza desde que se están gestando, y aunque de bebés puede que no entiendan la mayoría de cosas que decimos, desarrollamos el hábito de hacerlo.

Enséñales a ser empáticos

La empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos, y aunque suele ser una capacidad innata en las personas, necesitamos fomentarla y alentarla en los niños desde temprana edad.

Desde luego, la mejor manera de transmitirla a nuestros hijos es con el ejemplo. Con ella, no sólo tendrán mejores relaciones con su familia, amigos y compañeros, sino que además serán personas más amables y respetuosas.

Da ejemplo

Todos sabemos que una de las formas más naturales, efectivas y duraderas, es enseñar a través del ejemplo. Por eso mantener nuestros amigos a pesar de lo ocupados que vivimos y a pesar de todo lo que exige la crianza, ser amable con la gente a nuestro alrededor, y conversar con personas que hacen parte de nuestra rutina (¿cuántos de nosotros no sabemos cómo se llama nuestro vecino?), hace parte de una enseñanza que no se imparte en el colegio y que marca la ruta para que los niños normalicen el relacionarse de forma natural con los demás.

En un mundo en el que los móviles y las redes sociales están marcando la forma en la que interactuamos con los demás, es fundamental que nos pongamos "manos a la obra".

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