La noche del 31 de diciembre, como es tradición en España y en otros países, celebraremos la Nochevieja y daremos la bienvenida al nuevo año comiendo las 12 uvas. Pero cuando hablamos de niños pequeños, aunque para ellos puede parecer un simple juego, debemos tener especial cuidado.
Las uvas, por su forma redonda y su piel resbaladiza, son un verdadero peligro porque los niños pueden atragantarse, y de no resolverse, al no dejar pasar el aire por la tráquea, provocar asfixia. De hecho, las uvas son uno de los alimentos con mayor riesgo de atragantamiento en niños.
Cómo dar las las uvas para evitar sustos
Para que los niños puedan disfrutar de forma segura esta tradición de Nochevieja, las uvas deberán ofrecerse de la siguiente manera:
- No es una competición. Comer rápido es llamar al peligro, así que si son menores de 5 o 6 años, mejor que no hagan lo de uva por campanada.
- Vigilar que los niños coman tranquilos. Como con cualquier alimento, se debe evitar que brinquen, corran o hablen mientras están comiendo.
- Modificar la forma de la uva. Retirar la piel es una buena manera de quitarle la posibilidad de resbalen por la traquea. También podemos quitarles las pepitas (si las tienen), y cortarlas en dos o tres trozos, a lo largo.
- No darlas enteras. Como decimos, no hay que darlas enteras. Como opción, en vez de ponerles 12 uvas les podemos poner 12 trozos de uva.
- Uvas en lata: otra opción es comprar las uvas en lata que son más pequeñas y vienen ya peladas. Si son muy grandes, podéis partirlas por la mitad.