"Por qué la Navidad me hunde en la tristeza y qué hacer para pasarlo mejor". Una psicóloga lo explica

"Por qué la Navidad me hunde en la tristeza y qué hacer para pasarlo mejor". Una psicóloga lo explica
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La Navidad, para muchos, es sinónimo de alegría, reuniones familiares y luces brillantes que iluminan las calles. Sin embargo, para algunos, esta temporada festiva se convierte en un recordatorio doloroso de pérdidas, soledad o expectativas no cumplidas.

Como psicóloga, yo misma lo he vivido y lo veo habitualmente en consulta; sin embargo, si esto te sucede, te diré que es totalmente normal que te sientas así, y que no debes forzar nada. Vamos a hablar de algunas claves para entender mejor estas emociones y cómo podemos transitarlas.

La Navidad me pone triste: por qué aparece la melancolía navideña

La melancolía navideña no tiene una única causa, ya que las razones pueden variar según la experiencia personal de cada persona. Entre las principales razones encontramos:

1. La primera Navidad sin un ser querido

Si ya estar transitando un duelo es un proceso complejo y doloroso, hacerlo en Navidad puede ser aún más abrumador. La primera Navidad sin ese ser querido que ya no está en el terreno físico con nosotros puede doler mucho. Se intensifica la sensación de ausencia al ver la silla vacía en la comida familiar, y esto puede entristecernos.

2. Expectativas no cumplidas

Las expectativas poco realistas sobre la "Navidad perfecta" pueden generar desilusión. La presión social para disfrutar plenamente de las fiestas a veces provoca una sensación de fracaso personal si las cosas no salen como se esperaba.

Además, podemos no estar bien en esta época del año, por mil motivos diferentes; qué ocurre, que "desde fuera" nos "exigen" estar disfrutando de esta época tan festiva y alegre para muchos, pero desde dentro nosotros no estamos bien. Lo podemos sentir como una contradicción, y eso, sumado a la autoexigencia o al deseo de encajar, nos puede generar culpa.

La presión social de "tener que" disfrutar plenamente de las fiestas provoca una sensación de fracaso personal y de culpa si no lo vivimos así.

3. Soledad por diversos motivos

No todos tenemos la suerte de tener una familia o seres queridos con quien pasar la Navidad. Aquellos que pasan la Navidad sin la compañía de amigos o familiares (porque están lejos o porque directamente no tienen), pueden sentirse especialmente solos, lo que contribuye a la tristeza y la melancolía. 

Por otro lado, si por ejemplo estamos buscando un bebé que no llega, esto también nos puede conectar más que nunca con la sensación de fracaso o soledad (y la Navidad, "época de niños", nos lo recuerda constantemente). 

4. Presión y estrés a nivel económico

Los gastos asociados con la temporada de Navidad, como los regalos y las decoraciones, pueden generar estrés a nivel económico, contribuyendo así a la carga emocional. No todo el mundo dispone de una economía que le permita pasar estos días tranquilo, y eso también puede generar presión y malestar.

Cómo sobrellevar la tristeza en Navidad

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Bebés y más con DALL·E 3

Vamos a hablar de algunas cosas que nos pueden ayudar a sobrellevar estas fechas de la mejor forma posible (recuerda que estar triste no significa que no puedas conectar en algún momento con la tristeza):

1. Acepta tus emociones

Lo primero que te diría es que no fuerces nada. Tan válido es sentirte contento y alegre en Navidad, como estar apático o sentirte triste. Las emociones son nuestras aliadas, juegan su papel aunque a veces nos resulte más difícil transitarlas.

Permítete sentir, da espacio a la tristeza si aparece, y trata de canalizar esas emociones de manera constructiva (puedes buscar espacios donde poder expresarte sin juicios, ponerte música acorde a lo que sientes, escribir, llamar a alguien, llorar si lo necesitas, acudir a terapia...).

2. Reenfoca las expectativas

Otra cosa que te puede ayudar es reenfocar las expectativas. En lugar de perseguir la "Navidad perfecta" (la que nos presiona la sociedad a tener), redefine tus expectativas. 

Puedes empezar por concentrarte en disfrutar de los pequeños momentos, aunque sean pocos, en lugar de buscar una perfección inalcanzable o de tratar de estar bien cuando no lo estás.

3. Crea nuevas tradiciones

¿Por qué seguir las tradiciones navideñas si este año no te apetece? Prueba a crear tus propias tradiciones este año; tradiciones que se alineen con tus valores y circunstancias actuales. Puedes ir a ver tu película favorita al cine, comprar algo rico de comida, ir a algún parque natural...

No hace falta que esté todo relacionado con la Navidad. Esto puede ayudar a romper con patrones negativos y generar experiencias más positivas, aunque soy consciente de que implica practicar la asertividad y expresar tus necesidades actuales, sobre todo a tu familia (lo cual no es fácil).

4. Conecta con otros

La sensación de soledad puede intensificar la tristeza navideña. Busca maneras de conectarte con amigos, familiares o incluso grupos comunitarios o voluntariados, aunque sea de forma virtual. No necesariamente debes pasar la Navidad solo.

5. Practica la autocuidado

Finalmente, te animo a practicar más que nunca el autocuidado. Cuando estamos tristes, necesitamos más que nunca sostenernos y querernos a nosotros mismos. Si puedes, dedica tiempo para descansar, relajarte y hacer cosas que te traigan alegría. A veces el autocuidado simplemente es aprender a parar, a poner límites, a conectar con lo que sientes y a respirar.

Foto | Portada (Bebés y más con DALL·E 3)

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