Estas navidades van a ser complicadas para muchos. Una pandemia, una guerra y una crisis energética están marcando de una forma palpable la vida de todos y especialmente de aquellos más vulnerables, incluyendo familias con hijos que lo están pasando mal por la deriva a la que les han llevado los últimos acontecimientos mundiales.
Sin embargo, exteriorizar una mala situación económica es complicado: no es agradable reconocer ante otros que nos cuesta llegar a fin de mes y que para comprar un juguete, debemos sacrificar el comprar ropa u otros artículos de la cesta diaria. Por eso, si quieremos hacer un regalo a un niño, normalicemos el preguntar primero a sus padres qué necesitan.
Una crisis puede llegar a cualquier hogar, cuando menos lo espera
Nadie está excento de que esto le suceda. Desde quedarse sin trabajo a que se te dispare la hipoteca sin haberlo visto venir o que la inflación se dispare y nuestos ingresos no, hace que el poder adquisitivo se reduzca sustancialmente.
Aunque hablar de este tema suele considerarse un tabú, se trata de una situación latente alrededor del mundo. Los medios especializados vienen advirtiendo que desde el Black Friday se ha notado una disminución considerable en las ventas respecto a años anteriores y mucho más en las tiendas de juguetes.
Este año, sin duda alguna, las Navidades van a ser complicadas para muchas familias. Por eso preguntar antes de comprar, puede ser un regalo para el niño, pero indirectamente también para sus padres: pensemos en ellos antes que en nuestros propios deseos o caprichos.
Una sociedad que consume de forma más consciente es una sociedad más sana
Además de los motivos económicos, hay otro moral que nos atañe a todos: nuestra sociedad se ha vuelto adicta a consumir y es inviable continuar por esta senda. Ningún niño necesita que les llenemos de regalos, sino de experiencias, tiempo, cariño y paciencia. Su 'mochila para la vida' se nutre de eso y no de tener la última videoconsola o la colección completa de la última muñeca de moda.
Enseñemos a nuestros niños que la ropa y el material escolar también son un gran regalo, que los libros son tesoros que puedes redescubirir una y otra vez e intentemos dar detalles útiles a los padres primerizos a los que la compra de pañales les supone una buena parte de su presupuesto mensual.
Intentemos que por la crisis, por el planeta y por nosotros como padres que estamos criando a nuevas generaciones, comprar con cabeza y priorizar lo verdaderamente importante, que en medio de una situación económica complicada puede ser un abrigo de invierno, una mochila para el cole o incluso para muchos se traduce en lo mínimo que necesita su familia para vivir el día a día.
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