En México estamos viviendo un momento muy difícil. Casi dos semanas después de un sismo de 8.2, nuestro país volvió a estremecerse esta semana, justo en el aniversario 32 de aquel trágico terremoto de 1985. Hay mucha angustia y dolor, mucho miedo. Si tenemos hijos, esos miedos se multiplican.
Por esto hoy quiero compartirte algunos consejos sobre qué puedes hacer antes, durante y después de un terremoto cuando tienes hijos pequeños.
Un terremoto no avisa
Gran parte del territorio mexicano es zona sísmica, por lo que no es raro que la mayoría de quienes aquí habitamos hayamos tenido en algún momento de nuestras vidas, una clase sobre qué hacer en caso de sismo. Después del terremoto de 1985, cada 19 de septiembre se realizan en las escuelas simulacros de evacuación. Podría decirse que estamos preparados.
Afortunadamente mi familia y yo nos encontramos lejos de la zona donde ocurrió este último terremoto, sin embargo la ciudad en la que vivo sufrió uno de 7.2 grados hace apenas siete años. Sabemos lo que se siente, sabemos lo difícil que puede ser. Por ello es importante estar preparados y saber cómo actuar. Porque un sismo no avisa ni se predice, simplemente llega.
Cuando somos padres o maestros, debemos estar listos para proteger no solo a nosotros, sino también a los niños pequeños que estén bajo nuestra respondabilidad. ¿Cómo hacerlo? Te comparto algunas acciones para ayudar a prepararles, cuidarles durante el sismo y apoyarles después de que haya pasado.
Prepararlos para que sepan de qué se trata
Lo primero que debemos hacer, es explicarles y hablar con ellos acerca de las catástrofes naturales que existen. Debemos prepararlos para que estén conscientes de la posibilidad de un sismo o terremoto. Si bien no es posible predecirlos, es sumamente importante que sepan cómo actuar y qué pueden esperar en caso de que ocurra uno.
Debemos comenzar por educarles acerca de los terremotos: qué son, por qué se producen y qué debemos hacer durante uno. Lo siguiente que podemos hacer es realizar simulacros de evacuación con ellos. Puedes intentar hacerlo desde un enfoque a manera de juego para que no se asusten, pero es importante que lo practiquen cada cierto tiempo para que estén listos.
Es importante tener en casa un plan familiar en el que participen todos. Indiquen los lugares más seguros dentro de casa y tracen rutas de evacuación y mostrándoselas a los pequeños durante el simulacro que hagamos. Si nuestros hijos están en edad escolar debemos hablar con ellos sobre qué hacer en caso de que se encuentren en la escuela y reafirmarles que aunque no estemos con ellos, deben mantener la calma.
También deberemos tener siempre lista una mochila de emergencia en la que tengamos las cosas necesarias para una evacuación: agua embotellada, ropa, comida enlatada (y abrelatas si no es abre fácil), linterna, radio de baterías, baterías, velas, cerillos, un cambio de ropa, una manta y un botiquín de primeros auxilios son lo básico.
Durante el sismo
En el momento en que el sismo ocurra lo principal y más importante es mantener la calma. No entres en pánico, intenta no mostrarte muy asustado ante ellos, por más que lo estés. Los niños confían en nosotros como adultos y si nos ven muy alterados, ellos se asustarán aún más. Sé fuerte.
Recuerda las tres indicaciones clave: no corro, no grito, no empujo. Si no estamos cerca de una salida rápida, la recomendación es colocarnos en el lugar más seguro que hayamos señalado durante los simulacros de evacuación, alejados de ventanas y muebles u objetos que puedan caerse. Por ningún motivo utilicen el ascensor.
Durante el sismo debemos proteger a nuestros hijos con nuestro cuerpo, colocándonos por encima de ellos y cubriendo su cabeza, tal como se muestra en estas imágenes:
Al terminar el terremoto
Una vez terminado el sismo, debemos continuar actuando con calma. Si estamos en casa es importante revisar los posibles daños, asegurarnos de que el inmueble sea seguro. Si tenemos dudas o vemos que hay muchos daños lo mejor es no regresar a él, especialmente por las posibles réplicas que pudieran presentarse en las siguientes horas.
Busquen un lugar seguro si no pueden volver a casa y manténgase unidos por ningún motivo te separes de los niños. Utilicen los teléfonos solo para emergencias y revisen que todos se encuentren bien y a salvo.
Cómo tranquilizarlos después
Si el sismo se sintió con mucha intensidad, seguramente los niños estarán asustados, por lo que debemos continuar manteniendo la calma. Además de acompañarles, hay una serie de pasos que podemos seguir para tranquilizarlos.
- Hablen de lo ocurrido. Ya que estén en un lugar seguro, platica con ellos de lo que sucedió. Si tiene preguntas o dudas, debes estar ahí para responderle y ayudar a que se calme.
- Ayúdale a expresar sus emociones. Es muy probable que después de un terremoto los niños tengan miedo. Explícale que el miedo es normal y evita frases como "no tengas miedo" o "no pasa nada". Lo mejor es ayudarle a expresar lo que siente, recuerda que los niños necesitan mucho apoyo emocional en momentos difíciles y no debemos minimizar sus emociones. Si necesitan ayuda profesional, debemos buscarla.
- Evita exponerlos a noticias trágicas. Si bien no debemos intentar ocultarles la magnitud de lo sucedido, nuestros hijos no necesitan ver vídeos de edificios colapsándose o saber cuántas personas fallecieron durante el terremoto. Seamos realistas, sí, pero no los sobreexpongamos a lo que no es necesario.
- Utiliza distractores. Estar hablando solamente del terremoto y de todo lo que ocurrió puede causar ansiedad o temor en el niño. Intenta distraerle haciendo alguna actividad que le gusta, puedes contarle un cuento, puede dibujar o quizás cantar alguna canción que le anime. Muchos niños aprenden a lidiar con sus sentimientos a través de estas actividades.
En la medida que te sea posible, continúa tu vida de manera normal. Mantener la calma es clave para ayudar a nuestros hijos a pasar por una situación como ésta. Tus hijos te necesitan a su lado para sentirse seguros, tranquilos y protegidos.
Fotos | iStock
Más información | Plan Familiar - Centro Nacional de Prevención de Desastres
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