Si echamos la vuelta atrás a nuestra infancia, ninguno nos recordamos usando una silla infantil durante los viajes en coche, ni siquiera los más largos. Sin embargo, hoy es impensable que un niño viaje sin un sistema de retención infantil (SRI) adecuado a su edad y talla.
Las cosas han cambiado mucho en las últimas décadas, afortunadamente para la seguridad de los niños. Estos días se cumplen veinte años desde que se publicó en el BOE el Real Decreto 1428/2003 que establece la obligatoriedad del uso de los sistemas de retención infantil para todos los niños con una altura igual o inferior a 135 cm, así como de la utilización de los cinturones de seguridad en los asientos traseros de todos los vehículos.
Esta disposición vino a mejorar la seguridad vial infantil, pues hasta entonces solo era obligatorio el uso de sillas infantiles para niños de 3 a 12 años y del cinturón solo si el vehículo disponía de ellos.
En su artículo 117, establece:
En todo caso, los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 centímetros deberán utilizar sistemas de retención infantil y situarse en el vehículo de acuerdo con lo dispuesto en los apartados siguientes.
Los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo con las instrucciones que haya facilitado su fabricante a través de un manual, folleto o publicación electrónica. Las instrucciones indicarán de qué forma y en qué tipo de vehículos se pueden utilizar de forma segura.
La falta de instalación y la no utilización de los cinturones de seguridad y otros sistemas de retención infantil homologados tendrá la consideración de infracción grave o muy grave, conforme a lo establecido en el artículo 65, apartados 4.h) y 5.ll), respectivamente, del texto articulado.
Las sillas de coche infantiles salvan vidas
Lo cierto es que gracias a que las sillas de coche se han vuelto parte de nuestras vidas y una compra esencial ante la llegada de un bebé, en estos 20 años se han salvado miles de vidas infantiles. Por su parte, el cinturón de seguridad, inventado por Volvo en 1958, ha evitado la muerte de millones de personas desde entonces, señala Aesvi (Alianza Española para la seguridad vial).
Los españoles, los padres que peor usan los sistemas de retención infantil
Sin embargo, aún hay familias que no utilizan estos dispositivos de seguridad esenciales para proteger su vida y la de sus hijos pequeños cuando viajan en coche.
Durante el año 2022 fallecieron 1.145 personas en siniestros viales, de las cuales 142 no hacían uso del cinturón de seguridad.
En cuanto a los menores, los resultados del Proyecto Baseline con el que la Comisión Europea pretende generar valores para los ocho indicadores clave de la seguridad vial en los estados miembro, confirman que solo el 46% de las familias españolas utilizan correctamente estos dispositivos de seguridad infantil, el valor más bajo de los 18 países participantes.
Dicho de otro modo: más de la mitad de las familias españolas no saben utilizar correctamente el sistema de retención infantil que protege la vida de sus hijos, lo que supone un claro riesgo para la seguridad de los niños cuando viajan en coche.
Aesvi recuerda que "es alarmante que la mitad de las familias españolas no sepan utilizar la silla infantil, ya que la seguridad de los niños en el coche depende esencialmente de que estos dispositivos de seguridad sean utilizados de manera correcta
Cómo usarlos correctamente
Todos los niños deben viajar en un sistema de retención al menos hasta que alcancen los 135 cm de estatura. Los expertos recuerdan la importancia de comprar siempre una silla homologada e instalarla según las instrucciones del fabricante, asegurándose de que está correctamente anclada al vehículo.
No comprar ni utilizar sillas de segundamano, colocarla siempre en las plazas traseras del vehículo. Si se debe colocar en la plaza delantera, desconectar el airbag.
Llevar al niño en sentido contrario a la marcha el mayor tiempo posible, respetando las limitaciones establecidas por los fabricantes de sistemas de retención infantil y del vehículo. Ajustar siempre bien los arneses o cinturones al cuerpo del niño, sin holguras.