Lejos de decir a los niños lo que tienen que hacer para solucionar un problema o castigarlos cuando cometen un error, los padres debemos enseñarles a buscar soluciones de una forma respetuosa y positiva. Involucrar a los niños en la búsqueda de soluciones no solo les permite desarrollar un sinfín de habilidades, sino que se muestran más dispuestos a respetar los límites y actuar de forma autónoma si vuelve a presentarse una situación similar.
Para educar a los más pequeños en la resolución de conflictos podemos apoyarnos en ciertas herramientas de la Disciplina Positiva, como por ejemplo la rueda de opciones. Te explicamos en qué consiste y cómo puede ayudarnos en la resolución de problemas que afecten al clima de nuestra convivencia familiar.
¿En qué consiste la rueda de opciones?
El roce de la convivencia a veces puede ocasionar conflictos que no siempre es posible evitar. Tener diferencias o encontronazos con quienes convivimos es completamente normal, pero está en nuestras manos resolverlos de una forma respetuosa y positiva.
Pero a menudo, cuando nos vemos involucrados en un conflicto familiar es fácil dejarse llevar por la emoción que nos invade y perder los nervios, especialmente en el caso de los niños. Esto provoca peleas, sermones, discusiones, gritos y falta de conexión los unos con los otros.
Podemos enseñar a los niños a utilizar esta sencilla y práctica herramienta con una doble función:
- Rueda de opciones para la ira: sirve para ayudar a los niños a gestionar emociones como la rabia o la ira, ofreciéndoles diversas alternativas respetuosas para expresar esa emoción.
- Rueda de opciones para solucionar problemas: permite a los niños evaluar las diferentes opciones que tienen para solucionar un determinado problema.
Podemos usar la rueda de opciones para solucionar algunos de los conflictos de convivencia más habituales, como por ejemplo las peleas entre hermanos, las discusiones en torno a las tareas domésticas (el momento de recoger los juguetes, poner la mesa, ordenar el armario...) o el tiempo de ocio (límite de tiempo de pantallas, hora de llegada a casa...).
Dependiendo de la situación, podríamos necesitar recurrir solo a una rueda o a ambas (primero la rueda de opciones para la ira, y una vez en calma recurrir a la rueda de opciones para solucionar el problema que haya provocado el estallido emocional).
Cómo hacer una rueda de opciones
Podemos hacer tantas ruedas de opciones como situaciones hayamos identificado que generen un problema o enfrentamiento en casa, así como otra rueda con opciones para gestionar la ira.
Para llevar a cabo esta manualidad debemos tener en cuenta las siguientes premisas:
1) Elegir un momento de calma y conexión
A la hora de plantear a nuestros hijos hacer una rueda de opciones, debemos hacerlo en un momento de calma y conexión. Es decir, no podemos proponer esta manualidad en pleno estallido del conflicto que queremos abordar ni en un momento de enfado, pues las soluciones que propongamos probablemente no sean respetuosas ni eficaces.
2) Toda la familia debe participar
Puesto que se trata de aportar soluciones a los problemas de convivencia que vivimos dentro del seno familiar, todos los miembros de la familia participaremos en la elaboración de la rueda de opciones.
3) Lluvia de ideas
Antes de proceder a realizar la manualidad es necesario hacer una lluvia de ideas, de manera que todos compartamos las posibles soluciones que se nos ocurran relacionadas con el problema que estemos tratando. Es importante que los niños también participen.
En el caso de preparar una rueda de opciones para la ira, los niños deberán aportar alternativas respetuosas para expresar esa emoción sin dañar a otros.
4) Hacer la manualidad
Una vez recogidas las ideas que vamos a contemplar en nuestra rueda de opciones, procederemos a realizar la manualidad en familia. Para ello, vamos a necesitar cartulina, tijeras, lápices de colores y plástico para forrar nuestra rueda.
Estos son los pasos que debéis seguir:
- Elabora una rueda con ayuda de un compás (o busca una plantilla en Internet e imprímela) y divídela en tantas partes iguales como quieras. Recuerda que cada parte corresponde a una solución, por lo que cuantas más partes tenga tu rueda, mayor será el abanico de soluciones.
- En cada porción de nuestra rueda apuntaremos cada una de las soluciones surgidas en la "lluvia de ideas".
- Los niños pueden colorear cada porción de la rueda o hacer un dibujo relacionado.
- Una vez terminada, recortaremos la rueda y la forraremos con plástico para evitar que se estropee con la manipulación.
Cómo utilizar la rueda de opciones
Tal y como hemos mencionado, la rueda de opciones para la ira es una herramienta que ayuda a los niños a expresar su emoción de una forma respetuosa. Debemos enseñarles previamente a utilizarla en un momento de calma, y ante el estallido emocional validar lo que el niño está sintiendo y animarle a usar la rueda para elegir una alternativa que le permita expresar su malestar.
Por su parte, la rueda de opciones para la resolución de problemas permite a los niños elegir una de las posibles soluciones a un conflicto común que en su momento planteamos en familia. Esta herramienta ayuda a nuestros hijos a actuar ante los problemas de una forma meditada y racional, evitando también que se queden sin ideas como consecuencia de la tensión del momento.
Podemos colocar nuestra rueda de opciones en un lugar visible de la casa, o si hemos preparado un rincón de la calma también podemos dejarla ahí. De este modo, cuando la emoción nos desborde o el conflicto estalle, nos retiraremos a nuestro rincón para relajarnos y con ayuda de la rueda podremos elegir la solución que mejor nos encaje en ese momento.
Los niños aceptarán de buen grado las soluciones plasmadas en la rueda, puesto que han participado en ellas de forma activa y lo han hecho además en un momento de serenidad, conexión y entretenimiento familiar.