Cuando nuestros hijos llegan a tener alguna pesadilla todos lo pasamos mal. Y aunque en la mayoría de las ocasiones ellos no recuerden mucho de lo que soñaron y no pasa de un mal rato nocturno, seguro todos desearíamos que nuestros pequeños no tuvieran este tipo de sueños.
Pero, ¿pueden realmente evitarse las pesadillas en los niños? Explicamos qué es lo que las ocasiona y cómo podemos ayudar a nuestros hijos para prevenirlas.
¿Por qué tiene pesadillas mi hijo?
La aparición de pesadillas suele deberse a algo que le ha generado inquietud o angustia al niño en las horas o días previos. Las razones pueden ser muy amplias, desde una conversación que ha escuchado y le ha dejado mal, hasta una mala experiencia en el cole o algo que ha visto en la tele y le haya impresionado.
Igualmente, las pesadillas pueden deberse también a alguna presión o estrés por algo que aún no sucede, como un examen, un evento importante o un cambio grande (como de cole o de domicilio) que pone nervioso o ansioso al niño.
Por ello, aunque no podemos asegurar que exista una forma 100% efectiva de asegurarnos que nuestro hijo nunca tenga pesadillas, sí hay algunas medidas que podemos tomar para prevenir su aparición.
Cómo ayudar a prevenir la aparición de pesadillas
Tal vez no podamos impedir que nuestros hijos jamás tengan un mal sueño, pero como lo hemos mencionado, las pesadillas suelen ser la manifestación de algo que le cause estrés, nervios o preocupación. Por ello, habremos de enfocarnos en todo lo que tiene lugar antes de ir a la cama.
Tener una rutina para ir a dormir
Las rutinas son importantes, pues aportan seguridad y confianza al niño, dos elementos claves para su tranquilidad a la hora de dormir. Además, teniendo una rutina nos ayuda a tener una mejor organización, así como a respetar los horarios recomendados de sueño según la edad de nuestros hijos.
Apagar pantallas una hora antes
Ya hemos hablado anteriormente de las consecuencias del uso de pantallas, que aunque no todas son negativas, cuando se trata de la hora de dormir es mejor mantenerlas alejadas, pues la luz que emiten resulta estimulante para los niños y puede incluso alterar sus ritmos circadianos.
Cuidar los contenidos
De igual forma, durante el día habremos de revisar los contenidos que ve en la televisión, el ordenador o la tablet, para evitar que tengan acceso a cosas que no sean adecuadas o que puedan ser “material de pesadillas” (películas de terror, noticias negativas, escenas que puedan impresionarle, etcétera).
Atención a la hora de cenar
Lo que cenamos y cuánto cenamos influye en el sueño y por lo tanto, también en la aparición de pesadillas. Habremos de evitar cenas muy abundantes o que los niños se acuesten nada más cenar, y hacer lo posible por ofrecerles alimentos que le ayuden a tener un mejor descanso.
Preparar la habitación
Otro factor que debemos tomar en cuenta antes de dormir es el ambiente. Debemos controlar la temperatura de la habitación para que ésta sea agradable, así como revisar que la ropa de cama sea cómoda, pues en ocasiones un exceso de temperatura puede ser el desencadenante de las pesadillas.
Leerle un cuento
Un clásico que no puede faltar: leerles un libro antes de ir a dormir. Es importante elegir historias bonitas y positivas, evitando aquellas que tengan monstruos o situaciones que puedan darles miedo. Además, claro, recordar que es mejor un libro impreso y evitar las tablets o ebooks.
"Planificar" el sueño
Una alternativa al cuento, y que puede resultar en una actividad divertida y positiva antes de dormir, es jugar a planificar sus sueños, preguntándoles qué les gustaría visualizar en ellos y así cerrar la noche con imágenes positivas en su mente.
Hablar sobre su día
Estando ya en la cama, o mientras se preparan para dormir, pueden intentar charlar un poco y contarse mutuamente cómo estuvo su día si no lo hicieron antes durante la comida o la cena.
Además de detectar si hubo algo en el día que les impactó o si tienen alguna preocupación sobre algo que sucederá, una plática tranquila también ayudará a que baje un poco la emoción y energía antes de dormir.
Hacerle reír
La risa y el sentido del humor son el remedio para muchos males, y de acuerdo con un estudio, reír antes de dormir ayuda a los niños a conciliar el sueño, gracias a que ayuda a liberar tensiones y estrés, proporcionando un efecto relajante.
Colocar una luz nocturna
A muchos niños les da miedo la oscuridad, algo que es completamente normal y que en algún momento de su vida puede aparecer. Si este es el caso de tu hijo, habremos de proporcionarle tranquilidad colocando una pequeña lámpara o luz nocturna.
Cantarle o poner música suave
Está comprobada que la música relajante ayuda a calmar el estado de ánimo y a entrar en un estado de calma, por lo que poner algunas melodías suaves y tranquilizantes o cantarle alguna nana, puede ayudar a tu hijo a tener dulces sueños.
Si sigue teniendo pesadillas
Si a pesar de realizar todos estos consejos tu hijo sigue teniendo pesadillas, es importante detenernos a pensar en la posible causa detrás de ellas, en especial si éstas comienzan a ser recurrentes, y valorar consultar con un profesional que pueda proporcionar apoyo personalizado.
Fotos | iStock, Pexels
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