Septiembre no sólo es momento de volver al cole, sino que para muchas mujeres que dieron a luz entre los meses de abril y junio también es momento de incorporarse al trabajo tras la finalización del permiso por maternidad.
La incorporación laboral supone para muchas madres el fin de la lactancia: muchas horas separadas de sus bebés, dudas o malos consejos pueden poner fin a una etapa que tanto bebé como madre hubiesen deseado seguir manteniendo. Por eso, hoy queremos ofreceros consejos profesionales y testimonios reales de madres que demuestran que se puede mantener la lactancia materna a pesar de trabajar fuera de casa.
Sólo cuatro de cada diez bebés mantiene la lactancia materna hasta los seis meses
Aproximadamente 100.000 bebés en toda España comenzarán la guardería a lo largo de este mes de septiembre, tras finalizar el permiso de maternidad que les separará de sus madres durante varias horas al día y con menos de seis meses de vida.
Sólo cuatro de cada diez bebés mantiene la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, como recomienda la OMS. Y es que, para muchas madres, la incorporación al trabajo suele poner punto y final a la lactancia materna exclusiva.
Demasiadas horas separados, malos consejos, dificultades a la hora de hacer un banco de leche, y dudas o desconocimiento sobre el permiso de lactancia son algunas de las causas que propician el abandono de esta etapa.
Hemos hablado con la Asesora de Multilacta, Almudena Gomis, que nos ha compartido algunos consejos para mantener la lactancia materna a pesar de tener que incorporarnos al trabajo:
¿cómo extraernos la leche materna?,
¿cómo conservarla?,
¿cómo proceder el tiempo que estemos separados de nuestro bebé?
Pero además de los consejos profesionales de la asesora de lactancia, hemos querido conocer de primera mano los testimonios de Carol, Natalia y Blanca, tres madres lograron mantener sus lactancia mientras trabajaban fuera de casa.
Consejos profesionales para la extracción
Almudena aconseja que las madres que vayan a reincorporarse al trabajo comiencen a hacer un banco de leche un mes antes; de esta forma, no sentirán el agobio de la incorporación inmediata y la extracción será más efectiva.
La asesora aconseja seguir unas sencillas pautas que pueden ayudar a la creación de este banco:
Darse un masaje en el pecho antes de comenzar la extracción
Extraerse siempre a la misma hora para que el cuerpo se vaya acostumbrando
Colocar cerca una foto de tu bebé o un vídeo que ayude a elevar los niveles de oxitocina
Si se opta por extraer la leche mediante un sacaleches, elegir el embudo adecuado:
"La mayoría de los sacaleches vienen por defecto con un embudo de la talla M, y no a todas las mujeres les sirve esa talla. Elegir una talla que se adapte correctamente a nuestro pecho no sólo evitará daños y problemas en la extracción, sino que incrementará la cantidad de leche que logremos sacar" - recomienda la asesora.
Almudena, nos alerta de que al principio algunas madres se sacan muy poquita leche y esto las desmoraliza. Sin embargo, día tras días y a medida que vayamos haciéndonos a la técnica del sacaleches, lograremos aumentar la cantidad de cada extracción.
Carol, madre de Martín, comenzó a hacer un banco de leche al poco tiempo de nacer su hijo. Sus inicios con la lactancia no fueron buenos, pero cuando logró remontar decidió no sólo hacer su propio banco, sino también hacerse donante para ayudar a otros bebés.
Una vez nos hemos extraído la leche, es importante conservarla correctamente en recipientes aptos para la alimentación. La asesora insiste en este punto, ya que en caso contrario, el plástico o material podría eliminar toxinas que contaminaran la leche materna.
"Personalmente prefiero almacenar la leche materna en bolsas de plástico aptas para este uso, sobre todo si vamos a congelarla. Ocupan poco espacio y la descongelación es muy rápida bajo el chorro de agua caliente" - nos aconseja la asesora, que además es mamá de tres peques y ha vivido este proceso en primera persona.
"Igualmente, aconsejo almacenar la leche en pequeñas cantidades de 50 o 60 ml para que así no se desperdicie nada. Es mejor ofrecer al bebé dos biberones de 60 ml que, de entrada uno de 120 ml que es probable que no se tome entero y que haya que tirar a la basura. Porque que cuando la leche ha entrado en contacto con la boquita y saliva del bebé a través de la tetina del biberón, ésta ya no puede volver a almacenarse"
El correcto almacenamiento de la leche es algo de lo que hemos hablado en alguna ocasión y que puede variar en función de la época del año en la que estemos. Almacenada en nevera, la leche puede durar varios días mientras que si optamos por congelarla, nuestro bebé podrá consumirla incluso varios meses después (siempre en función del tipo de congelador que tengamos y de la temperatura que alcance).
Consejos de la asesora para combinar lactancia y trabajo
Una vez que tenemos claro cómo hacer un banco de leche, muchas madres se preguntan si sus bebés aceptarán de buen grado el biberón cuando ellas no estén. Almudena nos cuenta que no suele haber problemas de rechazo, pero recomienda hacer una prueba antes si esto va a tranquilizar a la madre.
"Es importante que el biberón de prueba no se lo de la madre al bebé, sino el papá o cualquier otro familiar. Si el bebé huele a la madre, va a rechazar el biberón porque lo que querrá es el pecho de su mamá"
Sin embargo, no siempre es fácil y en ocasiones podemos encontrarnos con bebés que rechazan la tetina del biberón y se niegan a comer hasta que su madre no vuelve a reunirse con ellos. Estos casos suelen generar un gran estrés a las madres aunque, normalmente, esta etapa es pasajera.
Blanca, madre de Cecilia, se incorporó al trabajo tras las 16 semanas de baja maternal y vivió con angustia cómo su bebé no aceptaba el biberón en su ausencia:
"A pesar de haber hecho un banco de leche semanas antes de incorporarme al trabajo, mi hija se negaba a comer en mi ausencia. Lloraba mucho y tampoco aceptaba el chupete. Así pasamos dos meses hasta que comenzamos con la alimentación complementaria, y la introducción de las frutas en la dieta hizo más llevadera la situación"
Un proceso similar vivió Carol. Su bebé, Martín, que sólo tenía cinco meses cuando fue a la guardería por primera vez, no quería tomar biberón en su ausencia:
"Cuando recogía a mi hijo de la guardería, me sentaba con él en un banco que había justo en frente y lo primero que hacía era darle el pecho. El pobre se abalanzaba como un loco y pasaba la tarde pegado a mí, recuperando el tiempo perdido"
Para Natalia en cambio, mamá de Lucía y María, la incorporación al trabajo no supuso problemas a la hora de ofrecer su leche en biberón:
"En ambos casos, mis hijas tenían cinco meses cuando me incorporé al trabajo. Con la mayor, fue papá el encargado de darle el biberón y a la pequeña se lo daban en la escuela infantil. Al principio, me costó hacerme con el sacaleches pero cuando cogí el truco me sacaba la leche en el trabajo y volvía a casa con mi neverita portátil llena de reservas"
Dependiendo de la duración de la jornada laboral de la madre, habrá que recurrir a una, dos o incluso más tomas de biberón con leche materna, pero cuando la alimentación complementaria empieza, podremos jugar con la introducción de nuevos alimentos, texturas y sabores sin necesidad de sustituir tomas de leche materna.
¿Cómo sacarse la leche en el trabajo?
Antes de incorporarse al trabajo, es importante que la madre conozca sus derechos legales para disfrutar del permiso de lactancia de la forma que mejor le convenga. Una vez aclarado este punto, y en caso de que haya decidido extraerse la leche en el trabajo, deberá localizar un sitio donde poderlo hacer de forma cómoda y tranquila, y no olvidarse del sacaleches y de una nevera portátil para el almacenamiento.
"Una vez extraída la leche, ésta se puede almacenar en una nevera portátil con dos o tres acumuladores de hielo. Si tenemos a nuestro peque en la guardería, podemos dejar la leche allí cuando vayamos a buscarle, así la tendrán para el día siguiente. Otra opción es llevárnosla a casa y guardarla en nuestro frigorífico o congelarla" - nos explica.
Pero, por triste que resulte, no todas las empresas facilitan esta tarea a sus trabajadoras. El caso de Blanca es un claro ejemplo de ello:
"A mi jefe no le parecía bien que me ausentara media hora para sacarme la leche. Pero era mi derecho y yo cumplía a rajatabla mi horario para poder extraerme. No tenía una sala acondicionada para ello y tenía que hacerlo en el cuarto de baño" - se lamenta.
Carol, en cambio, vivió una situación muy diferente y contó con el apoyo de su empresa, facilitándole el momento de ausentarse para extraerse la leche e incluso proporcionándole una sala para ello.
"Al lado de mi oficina había un bar de confianza donde me guardaban la leche refrigerada hasta el momento de irme a casa. Tuve mucho apoyo además de buenas asesoras de lactancia que me acompañaron en el camino. Mi hijo tiene ahora más de tres años y aún sigue con su teta, ¡y ni ganas de dejarlo!" - nos comparte emocionada.
Estas tres madres se sienten tremendamente orgullosas de haber mantenido su lactancia a pesar de la incorporación laboral. Con más o menos trabas, las tres consiguieron dar el pecho a sus hijos más allá de las 16 semanas de baja, mantener lactancia materna exclusiva durante seis meses y posteriormente, mucho tiempo más.
"A pesar de las dificultades por las que pasé, volvería a hacerlo con los ojos cerrados. Es la experiencia más maravillosa que me ha aportado la maternidad" - afirma Blanca convencida.
Por tanto, si deseas seguir manteniendo tu lactancia a pesar de incorporarte al trabajo, no permitas que este hecho te lo impida. Busca apoyo profesional si lo necesitas, y rodéate de buenos consejos y experiencias. Tu bebé y tú lo agradeceréis. ¡Feliz vuelta al trabajo a todas las madres!