Siete claves para sobrevivir a los despertares nocturnos del bebé
Cuando eres padre (y sobre todo, reincidente), es inevitable mirar atrás y pensar en las cosas que hubiésemos hecho de forma distinta o en aquellas que hubiesen sido muy útiles de haberlas sabido antes. Algo que engloba todo esto es la forma en la que abordé los despertares nocturnos de mi primera hija, y que modifiqué de forma radical con la segunda.
Piensa que es un proceso por el que debe pasar tu hijo
Mi hija nunca durmió muy bien y eso se prolongó hasta pasados los dos años. En promedio se despertaba unas cuatro o cinco veces en la noche y yo, por puro desconocimiento esperaba que cada noche que llegaba fuese la última en la que estaríamos despiertos cada dos horas. Eso hacía la carga más pesada porque en realidad me lo estaba planeando como una carrera de fondo sin fin. Cuando lo ves como un proceso necesario en su desarrollo, lo vives de forma distinta (como me pasó con mi segunda hija).
Infórmate
Nosotros como padres sí que podemos ayudar al niño a tener unas rutinas de sueño adecuadas, aunque como dije al principio, llegar a dormir toda la noche sin despertarse es un hito en el proceso de maduración que funciona de forma distinta en cada niño. Si hay muchos despertares, es recomendable comentarlo con el pediatra porque puede que haya algunos ajustes que podamos hacer en su día a día (por ejemplo, facilitar siestas más largas cuando son bebés), y que ayuden un poco a establecer sus ciclos cuando duermen.
Prioriza tu descanso
Cuando trabajas dentro y fuera de casa y además crías bebés o niños pequeños, obviamente cuando se duermen tienes ganas de tumbarte en el sofá a ver el móvil o a ver una película y sentir que tienes al menos ese ratito para ti. Sin embargo, cuando el cuerpo soporta muchas horas sin un sueño realmente reparador, lo que más necesitas es dormir.
Refuerza la comunicación con tu pareja
Una de las herramientas más valiosas que tenemos como pareja -tanto para prevenir crisis, como para gestionar mejor todo lo que implica criar-, es el diálogo. Para sortear una época como esta, es fundamental que podamos expresarnos, hablar de cómo nos sentimos y por supuesto, apoyarnos mutuamente. Sobra decir que en condiciones normales, levantarse y atender el bebé es un trabajo que debería estar compartido a partes iguales.
Habla con otras mamás que hayan pasado por esto
Escuchar experiencias de otras personas (madres y padres), que hayan vivido esta situación puede ser esperanzador. Todos sabemos cuál va a ser el final (el niño va a terminar durmiendo del tirón, y va a llegar un día en el que te costará despertarlo para que vaya al cole), pero tranquiliza escucharlo en otras versiones. También puede ser un desahogo, ya que quienes lo vivimos empatizamos con quienes estáis pasando por esta época.
Haz deporte
Soy perfectamente consciente que el nivel de cansancio que se puede llegar a sentir cuando no duermes bien y eso se repite durante meses (o años), es abrumador. Esto también afecta directamente a tu mente y a tu ánimo, así que es muy recomendable canalizar todo lo que supone a través de una actividad tan beneficiosa como el ejercicio. Con un paseo, una pequeña sesión de yoga o incluso una sesión de estiramientos diarios es suficiente para mantenernos mejor a nivel mental.
Aliméntate bien
El cuerpo tiene que compensar de alguna forma el esfuerzo que estás haciendo y una de esas vías es la alimentación. Es importante que lleves una dieta variada y equilibrada, llena de frutas y verduras frescas y que intentes comer a horas porque esto influye directamente en los ritmos circadianos.
En caso de que te sientas muy débil, es conveniente visitar al médico y pedir que te hagan una analítica para verificar que todo esté en orden.