Playas paradisíacas, kilómetros de arena blanca, aguas cálidas y turquesas y un sol con un brillo especial. El Caribe es un destino vacacional que atrae, y por eso son muchas las familias que se plantean viajar con los niños para disfrutar de una experiencia inolvidable.
Si es tu caso y estás pensando en el Caribe como próximo destino de verano, echa un vistazo a estos consejos que te traemos y que te ayudarán a planificar tus vacaciones.
1) Calendario de vacunación al día
Para no correr riesgos innecesarios, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) recuerda la importancia de que los niños estén correctamente vacunados antes de emprender un viaje internacional. Así pues, revisa el calendario vacunal de tus hijos y consulta con su pediatra cualquier duda que tengas al respecto.
2) Elige un hotel que piense en los niños
La oferta de hoteles para viajar al Caribe es impresionante y extensa. Los hay de todo tipo, y aunque a priori podemos pensar que prácticamente son todos iguales, lo cierto es que cuando hablamos de ir con niños es importante asegurarnos de que el hotel escogido cuente con servicios que aseguren una estancia cómoda y divertida para los más pequeños.
En este sentido, te recomendamos optar por hoteles familiares ubicados en zonas tranquilas, que cuenten con piscinas infantiles, parques de juegos, zonas de ocio, oferta de deportes de verano para practicar en familia e incluso un área de spa o balneario para niños. Si vais a viajar con adolescentes, opta por hoteles con oferta de ocio, musical y cultural adaptada a ellos.
3) ¡Mucho cuidado con el sol!
Es importante cuidar siempre la piel de los niños de la exposición al sol para evitar el riesgo de quemaduras, pero muy especialmente en verano y en zonas de playa. La piel tiene memoria y la infancia es un periodo crítico para prevenir el cáncer de piel a futuro.
Elige la crema solar más adecuada para los pequeños, con protección SPF 50+, contra rayos UVA y UVB, filtros físicos o minerales y adecuadas a pieles sensibles. Deberás aplicársela antes de salir del hotel rumbo a la piscina o playa, y repetir la aplicación cada dos horas.
En cualquier caso, no es recomendable exponer a los niños directamente al sol, por lo que busca siempre sitios sombreados, evita las horas centrales del día y cubre su cuerpo con camisetas de protección solar UV.
También hay que proteger sus ojos. Unas gafas homologadas cuidaran la vista de los daños que puedan ocasionar una exposición a los rayos UV. Los expertos recomiendan ponerles gafas de sol desde los seis meses, con un Filtro UV 400, que protege cerca del 98 por ciento de las radiaciones de rayos UV (filtro de protección de categoría 3).
Y por último, no olvides cubrir su cabeza con gorras o sombreros con un ala lo suficientemente ancha como para proteger la cara, las orejas y la nuca.
4) Mosquitos: molestos compañeros de viaje
En la zona del Caribe la actividad de los mosquitos es intensa, por eso debemos tomar las medidas adecuadas para proteger la piel de los niños de las reacciones producidas por las picaduras de estos insectos.
Para prevenir las picaduras podemos utilizar repelentes en crema o spray, siempre que sean adecuados para niños. En el caso de los bebés no debemos aplicarlos en manos ni pies, por el riesgo de que puedan chupárselos.
Al atardecer es cuando más abundan, por lo que debemos procurar vestir a los niños con pantalón y manga larga de algodón, colores claros, no ponerles perfumes y evitar pasear por zonas húmedas.
Para mantener a raya a los mosquitos en la habitación del hotel es importante dormir con las ventanas cerradas y llevar en la maleta un insecticida. Rociaremos la estancia antes de irnos a cenar, y así cuando volvamos a dormir la habitación está libre de insectos.
Si a pesar de las recomendaciones los mosquitos os pican, es recomendable llevar en la maleta un producto que ayude a aliviar el prurito. Pregunta en la farmacia el más adecuado para la edad de tu peque, y no olvides guardarlo en el botiquín de viaje.
Ni qué decir tiene que si tu hijo es alérgico a las picaduras - y dependiendo de la gravedad de los síntomas y de las recomendaciones del pediatra-, deberás llevar siempre en el bolso una pomada antihistamínica y corticoides.
5) Los imprescindibles en la maleta de los niños
Aunque no se trata de llevarse toda la casa a cuestas, hay que pensar que vamos a viajar a una zona en donde probablemente no sea fácil encontrar comercios o establecimientos cercanos a nuestro hotel para comprar cualquier cosa que podamos necesitar.
Puesto que viajareis a un destino caluroso, elige prendas con telas frescas, ligeras y transpirables, como el algodón o el lino. Recuerda también llevar pantalones y camisas de manga larga de tejidos livianos, para prevenir las picaduras de insectos.
Otros básicos que deberás guardar en la maleta de los peques son algunos juguetes y cuentos, sus biberones o chupetes (si es que los utilizan), pañales y una bolsa de aseo con los productos de higiene que habitualmente utilizan.
Una buena idea si viajas con un bebé es guardar también en la maleta una pequeña piscina hinchable, para rellenarla cuando estéis en la playa o en la piscina del hotel y que tu peque pueda refrescarse y jugar sin peligro.
6) No olvides llevar un botiquín de viaje
Siempre que viajemos debemos llevar un botiquín en la maleta, pero muy especialmente cuando viajamos con niños. Además de los repelentes de insectos y pomadas para tratar picaduras, en el botiquín debemos guardar también un termómetro, medicamentos básicos para tratar la fiebre o el dolor y productos necesarios para curar heridas.
Igualmente, es recomendable consultar con el pediatra el destino vacacional al que vamos a viajar y el número de días que estaremos fuera, pues quizá nos recomiende algún otro medicamento para llevar.
7) Bebed siempre agua embotellada
En verano debemos vigilar especialmente la hidratación de los niños y asegurarnos de que beben la cantidad de agua recomendada. Sin embargo, cuando viajamos a algún país fuera de nuestro entorno es aconsejable que el agua siempre se consuma embotellada, para evitar la llamada 'diarrea del viajero'.
También hay que evitar consumir frutas y verduras crudas que no se puedan pelar, hielo contaminado, salsas, carne, pescados y mariscos crudos o poco cocidos, así como leche y lácteos sin pasteurizar.
8) No descuides la alimentación de los niños
Aunque es normal que en verano las rutinas de alimentación cambien, es importante no descuidarlas completamente y asegurarnos de que nuestros hijos continúan alimentándose de forma equilibrada y saludable.
En este sentido, no debemos dejarnos llevar por los impresionantes buffets de los hoteles, ni comer más de lo habitual o elegir alimentos poco saludables. Escoge para tus hijos menús equilibrados, que combinen diversos alimentos y les aporten todos los nutrientes que necesitan.
En caso de viajar con un bebé que haya comenzado con alimentación complementaria, asegúrate previamente de que el hotel cuenta con comida apta para él, o bien lleva en la maleta potitos comprados farmacia para el tiempo que estéis fuera.
9) Recuerda: el viaje comienza con el trayecto en avión
Si viajáis desde España a alguno de los países que conforman la región caribeña tenéis por delante varias horas de avión, lo que a priori puede generar ciertas dudas y temores en los padres: ¿puedo viajar con un bebé en avión? ¿Aguantan los niños un viaje tan largo? ¿Qué aspectos deberíamos tener en cuenta para que el trayecto sea agradable para todos?
En este artículo os compartíamos hace tiempo una serie de consejos para viajar en avión con niños, y que se resumen básicamente en los siguientes:
- A la hora de seleccionar el horario de tu vuelo, intenta adaptarlo en la medida de los posible a los horarios, necesidades y ritmos de tus hijos, a fin de respetar sus rutinas de sueño y alimentación.
- Selecciona una ubicación de asiento cómoda y tranquila para los niños. En general, los asientos más espaciosos los encontramos junto a las salidas de emergencia y en la primera fila entre secciones, pero las compañías aéreas suelen reservar espacios prioritarios en el caso de viajar con bebés y niños. No dejes de preguntar.
- Recuerda la importancia de tener a mano objetos imprescindibles para sobrellevar un viaje tan largo, tales como los juguetes favoritos de tu peque, libros para leer, cuadernos para colorear, snacks, una almohada y una manta ligera para descansar...
- Por último, antes de viajar consulta la política de transporte de líquidos y comida. Y si tu bebé se alimenta de lactancia materna pero por algún motivo quieres llevarla extraída, consulta en este post las recomendaciones de una asesora de lactancia para su correcta conservación.
10) Otros aspectos que debes considerar a la hora de planificar tu viaje
Pero planificar las vacaciones familiares es mucho más que preparar una maleta. Os recomendamos hablar con los niños de vuestro destino vacacional, situarlo en el mapa e investigar entre todos acerca del país, sus costumbres, geografía, naturaleza...
Si sois aventureros y queréis aprovechar para hacer excursiones, es aconsejable buscar información detallada en Internet sobre las mejores actividades para hacer con niños, leer opiniones de otros usuarios y preguntar todas las dudas a vuestro agente de viajes o en el hotel donde os alojéis.
Planificad también otras cuestiones importantes como por ejemplo:
- Seguros de viaje, seguros de cancelación y seguros médicos de cobertura internacional.
- Si tu hijo tiene alergias alimentarias infórmate antes de viajar sobre la política del hotel para estos casos.
- Cuando llegues al aeropuerto de destino, ¿vas a hacer desplazamientos en automóvil? Si es así, no olvides llevarte un sistema de retención infantil adecuado a la edad, peso y talla de tu hijo.
11) Descansad y disfrutad juntos de la experiencia
Viajar al Caribe es sinónimo de relax, disfrute y diversión. Por eso, aprovechad el momento para descansar, conectar los unos con los otros y grabar en vuestra mente recuerdos maravillosos de vuestro viaje en familia.
Pero las vacaciones también deberían servir para relajarnos de nuestra rutina y conectar con nosotros mismos. De ahí la importancia de encontrar ratitos que nos permitan disfrutar de manera independiente de lo que más nos gusta; algo que no nos resultará difícil hacer en este tipo de resorts.