Los asistentes de vuelo piden prohibir que los bebés viajen en el regazo de sus padres y exigen que tengan asiento propio

Los asistentes de vuelo piden prohibir que los bebés viajen en el regazo de sus padres y exigen que tengan asiento propio
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Actualmente, la mayoría de las aerolíneas permite que los niños menores de dos años vuelen sin ocupar un asiento. Se abona un porcentaje del billete en concepto de tasas sin derecho a asiento, pero deben viajar en el regazo de sus padres con un cinturón de seguridad especial que se adosa al del adulto.

Los asistentes de vuelo de Estados Unidos no están de acuerdo con esta manera de viajar, y piden que se prohiba que los bebés se sienten en el regazo de sus padres por ser un riesgo para su seguridad. Presionan para que se cambie la normativa, y en cambio, todos los pasajeros, independientemente de su edad, ocupen un asiento de avión con sujeción.

Un riesgo para la seguridad

Los expertos coinciden en que volar con un bebé en el regazo es un riesgo para la seguridad, especialmente si hay incidentes de turbulencias severas.

“Hemos visto aviones atravesar turbulencias recientemente y caer 4,000 pies en una fracción de segundo”, dijo Sara Nelson, presidenta internacional de la Asociación de Asistentes de Vuelo-CWA, de Estados Unidos, que cuenta con casi 50.000 miembros.

“Las fuerzas G no son algo contra lo que incluso la madre o el padre más amoroso pueda proteger y sostener a su hijo. Es simplemente físicamente imposible”.

Hay antecedentes de accidentes durante vuelos con turbulencias en los que los bebés salieron gravemente heridos, e incluso han fallecido.

La Administración Federal de Aviación​ de Estados Unidos (en inglés, Federal Aviation Administration, FAA) asegura que una turbulencia puede ocurrir con poca o ninguna advertencia. Y cuando sucede, el lugar más seguro para un bebé es un asiento infantil, no el regazo de un adulto.

"Sus brazos no son capaces de sostener a su hijo en el regazo de forma segura, especialmente durante turbulencias inesperadas, que es la principal causa de lesiones pediátricas en un avión.
El mantener a su hijo en un asiento infantil durante todo el vuelo es la forma inteligente y correcta de hacerlo para que así su familia llegue de forma segura a su lugar de destino".

También coincide con ello Ben Hoffman, presidente de la Academia Estadounidense de Pediatría: “Lo más seguro posible es que todos estén sujetos”.

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Un estudio de 2014 realizado por investigadores de University Hospitals Rainbow Babies & Children's Hospital encontró que el 90% de las muertes infantiles en vuelos entre 2010 y 2013 fueron de niños menores de 2 años.

Muchas aerolíneas proporcionan el cinturón de seguridad suplementario que se sujeta al del adulto. Sin embargo, la FAA prohíbe este dispositivo en las compañías estadounidenses "debido a sus peligros potenciales". Al realizar pruebas dinámicas pudieron comprobar que el movimiento hacia adelante del adulto y el niño resultó en impactos corporales severos contra el asiento delantero.

Lo más seguro: sistema de retención para el avión

Sostienen que los niños menores de dos años deberían viajar en su propio asiento en un sistema de retención aprobado para su uso en un avión. La mayoría de las sillas para coche lo son. Para ello, debe contar con un sistema de correas propio y un dispositivo de sujeción al asiento, y se recomienda que sea utilizado en particular durante el despegue, el aterrizaje o en caso de turbulencia.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) también recomienda en su Guía de mejores prácticas que los padres coloquen a sus hijos en un dispositivo de sujeción aprobado por el regulador de seguridad del país y la aerolínea.

Pero la asociación reconoce: “Si la persona responsable no proporciona un sistema de retención infantil aprobado, o si el sistema de retención no se acepta de acuerdo con la política de la aerolínea o las regulaciones estatales, el bebé debe ser sostenido por una persona responsable”.

Viajar en avión con niños será más caro

La consecuencia de que las aerolíneas modifiquen su normativa y prohíban a los bebés menores de dos años viajar en el regazo de sus padres es evidente: los padres tendrán que pagar un billete completo por un asiento extra haciendo que viajar con niños sea aún más caro.

Y en segundo lugar, habrá que lidiar con la logística de llevar la silla para el bebé en la cabina de avión, añadiendo una complicación más a todo lo que conlleva viajar con niños pequeños. Pero todo sea por su seguridad.

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