¡Vas a tener un hermanito! Cómo preparar al niño para la llegada de un bebé

Cuando mamá está nuevamente embarazada y un nuevo bebé llegará a la familia en los próximos meses surgen muchas dudas sobre cómo se lo tomará el hermano mayor.

La llegada de un nuevo miembro a la familia supone toda una revolución para el hermano mayor. A menudo, los padres nos preguntamos cómo se tomará el nacimiento de un hermanito pequeño, si va a quedar sorprendido, afectado por el cambio, si sentirá celos... En menor o mayor medida es posible que sucedan todas estas cosas, pues con la llegada de un bebé cambia la dinámica y la estructura familiar, por lo que es lógico que los niños lo vivan como un trance muy delicado en su vida.

¿Cómo podemos ayudar nosotros, desde nuestro rol de padres, a que ese cúmulo de preguntas, de dudas, de sentimientos entremezclados e íntimos que experimenta nuestro hijo mayor, obtengan una respuesta lo más sencilla y clara posible? ¿Cómo podemos preparar al niño para la llegada de un bebé?

Cómo y cuándo decírselo

Es una decisión muy personal, pero lo más habitual es esperar, por prudencia, a que pase el primer trimestre de gestación, y ya se empiece a notar la barriguita. Sin embargo, tampoco es conveniente que lo sepa todo el entorno familiar y el niño no, que por un descuido pueda enterarse y creer que se lo han ocultado. Depende mucho de la edad y la madurez que tenga el niño mayor.

Con respecto a cómo decírselo, tiene que ser de una forma sencilla, con palabras claras y demostrándole cariño en todo momento. Si es muy pequeño, los libros pueden ser de gran ayuda pues puede ver a través de los cuentos y las ilustraciones lo que va a suceder. .

Involúcralo en los preparativos para su llegada

Conviene hacerles participar del embarazo, enseñándoles las ecografías, que nos acompañen al ginecólogo, que elija alguna ropita del bebé, participe en la decoración de la habitación o la adecuación de la casa... Cuando nazca, hazlo también partícipe del cuidado del bebé con pequeñas colaboraciones como alcanzarte los pañales o ayudarte a bañarlo.

Que no dude ni un momento del amor de papá y mamá ni crea que las cosas van a cambiar con la llegada del bebé.

Hablarle al bebé en la barriga

También es bonito que los hermanos vayan entablando una relación desde que el bebé está aún en el vientre de mamá. Podéis hacerlo sentir las pataditas que da cuando se acaricia la barriga, se le habla o se le canta desde fuera.

Esa comunicación hará sentir al niño que el bebé que viene en camino es una realidad y que pronto podrá verle la carita.

Dedícale tiempo en exclusiva

No olvides que tu hijo mayor sigue necesitando tener contacto físico contigo. Piensa que sólo conseguirás tranquilizarlo mostrándole a menudo tu afecto, demostrándole que lo quieres igual que siempre y que no te has olvidado de él. Cúbrelo de besos y abrazos siempre que puedas.

Responde todas sus dudas

Seguramente el niño tendrá muchas dudas sobre el embarazo. ¿Cómo ha llegado ahí el hermanito? ¿ Cómo está creciendo? ¿Cómo respira? ¿Cómo saldrá de allí? Dialoga con él, no evadas sus preguntas o preocupaciones y responde a todas sus dudas con palabras sencillas, siempre de acuerdo a su edad y nivel de entendimiento.

Prepáralo para el momento del parto

Otro tema sobre el que habrá que hablar con el hermano mayor es el del momento del parto, ya que probablemente tendrá que quedarse en casa de unos familiares y estar un día o un par de días sin ver a mamá. Hay que escoger con antelación las personas que se harán cargo del niño, con las que el niño se sienta a gusto.

Escucha sus sentimientos

Anima a tu hijo a hablar sobre lo que siente ante la llegada del hermanito. Si es muy pequeño no será capaz, pero en cuanto desarrollan cierta habilidad lingüística pueden intentarlo. Es importante que se sienta escuchado y que lo apoyemos. Podemos darle nombre a lo que siente o intenta explicarnos (miedo, temor, celos...) comentándole que es normal que tenga sentimientos contradictorios a veces.

Tranquilízale sobre el futuro

Nunca lo amenaces con atrocidades como “Ya verás cómo cambian las cosas cuando tengas un hermanito. ¡Se acabó el hacer siempre tu santa voluntad!”. Este tipo de comentarios crueles e insensatos despierta en el niño un sentimiento de odio nada saludable.

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