Todos los seres humanos tenemos sensibilidad, aunque en diferentes grados, siendo en algunas personas un rasgo especialmente marcado. Es el caso de las personas con alta sensibilidad, una característica que también se presenta en la infancia.
Los niños altamente sensibles sienten de una manera diferente al resto, más intensa y profunda. Esto puede acarrearle problemas, no solo debido a la ansiedad que su condición les provoca en determinados momentos, sino especialmente por la incomprensión del entorno.
Y es que a menudo los niños altamente sensibles son calificados de "llorones", "exagerados" o "tiquismisquis" por el simple hecho de percibir, entender y experimentar el mundo de una manera más intensa.
Hoy hablamos de los niños altamente sensibles: ¿cuáles son sus rasgos y cómo puedes saber si tu hijo lo es?
¿Qué es la alta sensibilidad?
La alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad presente en dos de cada diez personas, con independencia de su sexo. Según explica la Asociación Española de Personas con Alta Sensibilidad (APASE), se trata de una característica hereditaria que implica un mayor desarrollo del sistema neuro-sensorial, lo que hace que la gente con esta cualidad "sienta" (en el sentido más amplio de la palabra) de manera más intensa.
Cuando hablamos de niños altamente sensibles, nos referimos a niños emocionalmente intensos, que perciben su entorno con gran cantidad de matices (visuales, sensoriales, auditivos...), algo que a menudo puede llegar a desbordarles y generarles ansiedad.
Como decíamos al inicio, por desgracia la alta sensibilidad no es rasgo tenido en cuenta en la sociedad, y a menudo, los niños altamente sensibles deben enfrentarse a la incomprensión del entorno. Su forma de sentir no suele ser entendida por quienes le rodean, y con frecuencia cargan con etiquetas como "llorón", "exagerado", "raro", "especialito", "teatrero"...
Por eso es tan importante conocer cuáles son los rasgos que definen a los niños altamente sensibles, con el objetivo de entender por qué sienten y perciben el mundo cómo lo hacen y así estar más preparados para acompañarles de forma respetuosa.
Características de las personas con alta sensibilidad
La psicóloga norteamericana Elaine Aron, fue quien descubrió este rasgo en 1995, y centró todas sus investigaciones en saber cómo son las personas altamente sensibles. Según ella, reúnen estas cuatro características:
- Son especialmente reflexivos y procesan la información que reciben de manera muy intensa y profunda. Esto les lleva a dar muchas vueltas a los temas antes de tomar una decisión, puesto que valoran todas las opciones posibles.
- Llegan a sentirse sobreestimulados cuando tienen que procesar a la vez mucha información. Además, debido a su fino sistema neuro-sensorial tienen una capacidad especial para detectar detalles del entorno, que seguramente pasan desapercibidos a otras personas.
- Viven la vida con mucha emocionalidad y expresan todas sus emociones de forma exagerada, desde la felicidad hasta la tristeza o la rabia.
- Tienen una elevada sensibilidad, es decir, llegan a percibir de forma muy intensa a través de los cinco sentidos. Por este motivo, son niños a los cuales ciertos ruidos, luces, sabores, olores y tacto les provoca rechazo, y lo manifiestan con llantos, malestar y repulsa
¿Cómo saber si mi hijo tiene alta sensibilidad?
Aunque cada niño es único, de acuerdo a las características arriba mencionadas, podrías sospechar que tu hijo tiene alta sensibilidad si presenta estos rasgos:
Sus emociones se desbordan con frecuencia
Dado que los niños con alta sensibilidad sienten todo de una manera más profunda, es normal que sus emociones se descontrolen y se desborden con cierta frecuencia. Esto es debido a la saturación que les provoca la sobreexcitación y la falta de recursos para canalizar y expresar esas emociones.
En pocas palabras, podríamos decir que son niños que cuando ríen, ríen intensamente, se emocionan intensamente y lloran intensamente, pudiendo hacerlo también por alegría, gratitud o incluso como respuesta al sufrimiento ajeno.
Sus sentidos parecen más desarrollados
Los niños con alta sensibilidad suelen tener al menos tres de los cinco sentidos más desarrollados o "afinados" que el resto. Esto les lleva a vivir situaciones como estas:
- Oído: llora o se abruma en entornos en los que hay mucho ruido; se sobresalta con facilidad; le aturden los gritos, los sonidos fuertes (petardos, cohetes, música alta, claxon de los coches...), las aglomeraciones...
- Olfato: detecta cualquier leve olor; le molestan ciertos olores, aunque para otras personas pasen inadvertidos...
- Tacto: no le gusta el contacto con la arena, la hierba, la nieve...; no soporta las costuras o las etiquetas de la ropa; detesta el tacto de algunos tejidos sobre su piel; quiere cambiarse enseguida de ropa si se moja o se mancha; da muchas vueltas a la hora de elegir calzado porque todos parecen rozarle o molestarle; le molesta la más leve arruga en el calcetín o la piedrecita minúscula que se ha colado en el zapato...
- Gusto: las texturas de algunos alimentos le desagradan profundamente...
- Vista: le aturden las luces brillantes; suele percatarse de pequeños detalles visuales que para otros pasan desapercibidos; es muy observador...
Esta sensibilidad sensorial especial podría hacer que fueran más sensibles al dolor o a los cambios de temperatura.
Muestra una gran empatía
Los niños con alta sensibilidad muestran una gran empatía con las personas que les rodean, siendo capaces de intuir sentimientos ajenos, captar el estado de ánimo de otras personas, analizar sus expresiones y lenguaje corporal, o percibir detalles sutiles de los demás.
Su alto grado de empatía unido a su alta emocionalidad, les puede llevar a sufrir por el dolor ajeno y a preocuparse en exceso por los demás.
Es muy reflexivo
Los niños altamente sensibles muestran una gran capacidad de análisis y reflexión, lo que les puede llevar a hacer razonamientos muy profundos de lo que ocurre a su alrededor, así como analizar bien el riesgo de las cosas antes de actuar.
Disfruta de la soledad
Como consecuencia de todo lo mencionado, los niños con alta sensibilidad pueden llegar a necesitar más que otros sus momentos a solas. Apartarse durante un tiempo, jugar a solas, leer o simplemente disfrutar de la tranquilidad es la forma que tienen de "recuperarse" de tanto estímulo.
Le cuesta aceptar los cambios
Las rutinas y todo aquello que es previsible aporta confianza y seguridad a los niños con alta sensibilidad, al saber con antelación lo que va a ocurrir en sus vidas. Por el contrario, cuando surge algún imprevisto o su rutina diaria se ve alterada, es frecuente que se muestren contrariados o incluso estresados.
Mi hijo es altamente sensible: ¿cómo debo acompañarlo?
Si has identificado estas características en tu hijo, probablemente tengas un niño con alta sensibilidad. Conocer este rasgo de la personalidad no significa imponer una etiqueta al niño, sino todo lo contrario: te ayudará a comprenderle y a dar respuesta a sus necesidades.
Pero conocer más en profundidad este rasgo de la personalidad nos servirá para entender cómo percibe el mundo y procesa la información, y así comprenderle mejor y ayudarlo en su día a día.
En cualquier caso, si crees que tu hijo puede tener alta sensibilidad es recomendable que consultes con algún experto o psicólogo formado en este rasgo de la personalidad. Porque si bien criar y educar a un niño con alta sensibilidad es maravilloso, también puede requerir de acompañamiento especializado en determinados momentos.
Foto de portada | Cottonbro (Pexels)