Una de las preguntas que más realizan los padres en las consultas de logopedia cuando vienen a es: ¿debemos corregir cuando hablan mal nuestros hijos?. La respuesta que yo les suelo dar es otra pregunta: ¿os gusta que os corrijan a vosotros en el trabajo?.
Sé que tal vez no sea lo que ellos esperan oír de primeras, pero creo que la mejor forma de que entiendan mejor la problemática de su hijo y por consiguiente, la mejor forma de abordarlo, es comprender cómo se sienten ellos mismos ante una situación similar en su día a día.
No obstante, y tras esta primera pregunta que les realizo, existen diferentes cuestiones que se deben tener presentes ante una dificultad en el lenguaje o el habla de nuestro niño, ya que su evolución correcta depende de la buena práctica y de cómo nos dirijamos al pequeño.
De todos es sabido que, no sólo dentro del campo del lenguaje, la comunicación o el habla, el corregir a los niños es algo que puede llegar a ser verdaderamente difícil si no se tiene la paciencia y las herramientas necesarias, llegando en algunos casos a ser un verdadero "infierno".
Son esos momentos en los que perdemos los papeles y llegamos a decir cosas de las que después nos arrepentimos tanto y tanto los que pueden generear situaciones y relaciones negativas entre padres e hijos. Entonces, os preguntaréis cómo puedo ayudar a mi niño, qué podemos hacer como padres, qué cosas podemos hacer.
Lo más importante que hay que saber es que, si en vez de decir y/o hacer cosas negativas que le hagan sentir mal hacemos lo contrario, es decir, resaltamos sus puntos fuertes donde ellos destacan, conseguiremos muchísimo más. Es increíble lo que un simple cambio de palabras puede hacer.
Por ejemplo, ante un niño dice siempre mal la frase "quiero la keloka" recalcamos más el qué dice que el cómo lo dice, conseguiremos generar en el niño una sensación de seguridad que no le impedirá, posteriormente, esforzarse más (con las pautas del especialista, claro está) en lograr decir correctamente "quiero la pelota".
No debemos olvidar, bajo ninguna circunstancia, que para los niños nosotros somos sus modelos a seguir, por lo qeu es muy importante medir nuestras acciones y palabras, no sólo para que ellos no las reproduzcan en un futuro, sino para que no piensen cosas negativas de nosotros hacia ellos.
¿Alguna vez ha servido de algo gritarles para conseguir algo? Pues en el lenguaje ocurre exactamente lo mismo. Si un niño no puede decir una frase o un sonido correctamente, no es porque él quiera, sino porque hay algo que le impide hacerlo. Enfadarnos con él no hará otra cosa más que ponernos a todos más nerviosos...
Si queremos utilizar premios y castigos no debemos hacerlo a la ligera, pues ya hemos podido ver con anterioridad, y gracias a la psicóloga Teresa García, que "éstos tienen unas reglas muy estrictas".
Nuestros hijos, por naturaleza, buscan en nosotros todo el amor y aprecio que podamos darles. Por eso, cuanto más seguros se sientan, mejor van a responder ante nuestras peticiones. Esto, añadido a que los pequeños de la casa aprenden repitiendo conductas que ven en casa, hace que sea muy importante tener una actitud muy buena y positiva para evitar que pueda llegar a tener miedo a hablar.
Las amenazas del tipo "no puedes hacer nada solo", "qué torpe eres" no van a hacer más que generar, como hemos dicho, pensamientos negativos hacia el mismo; es crucial crear una relación causa-efecto que le incentivará a aprender las cosas y a pensar antes de actuar.
También es importante prestar atención al otro extremo, es decir, a <a href="las consecuencias de la sobreprotección en el lenguaje infantil. No porque decirle a todo lo que hace nuestro niño que está fenomenal y que es el mejor, conseguiremos protegerle. Es importante que los niños sean conscientes de sus limitaciones, contingentemente a su capacidad de comprensión, para que en un futuro no se generen falsas expectativas sobre ellos mismos.
Espero que ahora, además de saber qué hay que evitar para ayudar a estimular el lenguaje, también conozcáis la respuesta a si debemos corregir cuando hablan mal nuestros hijos.
Foto | eyeliam en Flickr En Bebés y más | Cinco pasos básicos para criar en positivo y sin castigos, "Corregir es no pegar" también en el 2008. Alternativas a las bofetada, Los niños que se sientan con las piernas en W, Cuando los pequeños dicen palabras feas, El habla que dirigimos a los bebés es la adecuada para favorecer el desarrollo de su lenguaje, El vínculo entre padres e hijos es clave para la autoestima.