Entre los 12 meses y los dos años, los niños ya empiezan a desarrollar sus propios gustos a la hora de vestir, indicándonos aquellos colores, combinaciones, texturas y prendas que prefieren, acorde a su personalidad.
Si les permitimos escoger su propia ropa, les estaremos demostrando que tenemos en cuenta sus decisiones y que apoyamos su forma de ser. Pero además de esto, el hecho de que los niños puedan decidir cómo vestirse tiene grandes beneficios en su desarrollo.
Te contamos cuáles son y cómo podemos lograr un equilibrio entre sus gustos y sus necesidades.
¿Qué beneficios tiene para los niños escoger su propia ropa?
Favorece su autonomía
El hecho de que los niños puedan escoger su propia ropa, es una gran lección de autonomía que no debemos desaprovechar. Recordemos que ellos aprenden por imitación, por lo que si se lo ponemos fácil, tenderán a hacer lo mismo que ven hacer a los adultos.
Pero para ello es importante acondicionar su armario, de manera que no solo tengan fácil acceso a todas las prendas, sino que estas estén guardadas siguiendo un orden lógico que el niño comprenda, para facilitarle la habilidad de vestirse solito.
Favorece su aprendizaje
Poder escoger sus propias prendas de ropa es también una excelente lección de aprendizaje sobre las rutinas diarias de cuidado e higiene, pero también sobre las tareas domésticas que deben realizar en el hogar.
Porque en el momento en que aprenden a ser responsables de su propia ropa, asumen que deben cuidarla, guardarla correctamente cuando se la quiten o llevarla a lavar cuando sea necesario.
Expresan su individualidad
Todas las personas tienen la necesidad y el derecho de expresarse libremente acorde a sus gustos sin temor a ser rechazados, y los niños, por supuesto también.
Pero además, el hecho de poder elegir y decidir sobre su propia imagen les ayuda a expresar su individualidad, les hace sentirse mayores, los convierte en personas más decididas y les ayuda a potenciar su creatividad.
Se refuerza su autoestima
El sencillo gesto de poder elegir su propia ropa hará que los niños se sientan más seguros, felices y confiados, y esto puede repercutir positivamente en la imagen de sí mismos que tendrán en la adolescencia.
Y es que para un niño es fundamental sentirse respetado en sus decisiones y que los padres les demos confianza para que puedan hacer las cosas, mostrándoles nuestro apoyo cuando lo necesiten y respetando su elección.
¿Qué debemos tener en cuenta?
Pero no se trata de que los niños lo hagan todo solos sin ningún tipo de normas o límites.Los adultos debemos supervisar sus elecciones y explicarles las normas sociales o los imperativos climáticos que hacen que una prenda de ropa sea adecuada (o no) en un determinado contexto, situación o momento.
Estos son algunos consejos que podemos poner en práctica para lograr el equilibrio entre lo que ellos quieren y lo que realmente necesitan:
Al principio, podemos dejarles libretad para escoger pequeños detalles de su indumentaria, como los complementos, el calzado... y a medida que vayan ganando autonomía y sean capaces de entender las limitaciones que existen, les daremos más libertad en su elección.
Otra sugerencia es dejarles elegir entre varias opciones de prendas que nosotros hayamos preseleccionado previamente.
Los padres podemos estar a su lado en el momento de la elección (al menos las primeras veces) para aconsejarle o sugerirle si lo desea, animarle y prestarle nuestra cuando nos lo pida.
Debemos tener en cuenta que el ritmo de vida de los niños es muy diferente al de los adultos, por lo que si normalmente vamos con prisas por la mañana, lo mejor es pedirle al niño que escoja su ropa la noche anterior y dejarla preparada en una silla o galán para que al día siguiente pueda vestirse solito, sin presiones y sin perder tiempo en la elección de las prendas.
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