Como padres, tenemos la responsabilidad de criar a nuestros hijos no solamente para su supervivencia física, sino también para su bienestar mental y emocional. En este sentido, hay muchas palabras o frases positivas que podemos decirles, pero también hay otras que es mejor evitar.
Anteriormente hemos hablado de la importancia de no imponer estereotipos o etiquetas a nuestros hijos según su orden de nacimiento, y es que en ocasiones (y seguramente sin darnos cuenta) decimos cosas que en lugar de ser beneficiosas, pueden incluso ser dañinas.
Una de estas es esa famosa frase que algunos padres pueden llegar a decirle al primero de sus hijos: "Eres el hermano mayor, tienes que dar ejemplo". Te contamos por qué debemos evitar decir esta frase a los hermanos mayores.
Ser el hermano mayor
Ser el primer bebé de la familia es, sin duda alguna, algo muy especial. Es el hijo que nos convierte en padres por primera vez y con el que pasamos más tiempo en exclusiva, pero también es aquel con el aprendemos, cometemos más errores y, por la misma razón, somos más pacientes. Pero cuando nos convertimos en padres por segunda o tercera vez, su papel se transforma.
De un día para otro, deja de ser el más pequeño de casa y pasa a ser el hermano mayor. ¡Hasta parece que crece de golpe! Y empezamos a tratarlo de forma diferente. Ya no tenemos la misma disponibilidad, ni energía, y a veces, ni siquiera la misma paciencia.
Casi sin darnos cuenta, comenzamos a exigirle más y a esperar más de él, porque -a diferencia de su hermano o hermanos menores- ya no es un bebé. Hasta que un buen día, pronunciamos esa famosa frasecita, que quienes somos hermanos mayores seguramente alguna vez hemos escuchado: "Eres el mayor, tienes que dar ejemplo". Una frase que tiene más peso del que imaginamos.
Una carga inmerecida
Aunque pueda sonar dramático o intenso, decir esta frase a los hijos mayores es prácticamente darles una carga que no se merecen y una responsabilidad que no les corresponde. Detrás de esas palabras, van una serie de etiquetas y estereotipos.
Al señalar y remarcar que es el mayor, no solo estamos exigiéndole tomar un papel que no eligió, sino que además ponemos sobre él otras expectativas que son, sinceramente, injustas: esperamos que sea responsable y dejamos poco espacio para que cometa errores, olvidándonos que él también es un niño y que también está aprendiendo.
Otra razón por la que es mejor evitar decir esta frase, es porque también puede influir negativamente en la relación entre hermanos. Si deseamos que éstos se lleven bien, habremos de evitar caer en comparaciones y en la medida de lo posible, tratarlos con igualdad, sin exigir más de unos que de otros.
El ejemplo lo damos los padres
Finalmente, la razón más evidente por la que creo debemos evitar decir esta frase a los hijos mayores: dar el ejemplo no les corresponde a ellos. Nos corresponde a nosotros, sus padres.
Aunque es cierto que por sí solos los hermanos menores ven a sus mayores como modelos a seguir, esto no significa que nosotros también tengamos que tratarles. Claro, no nos vamos a ir al extremo y dejarles hacer lo que les plazca sin reglas ni límites, pero tampoco vamos a tratarles como si tuvieran que ser perfectos solo porque "son los mayores".
Al final de cuentas, los hermanos mayores también son niños y tienen los mismos derechos que sus hermanos para cometer errores, equivocarse y aprender.
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En Bebés y más | Carta al niño que acaba de convertirse en hermano mayor