Estudiar cómo funciona el cerebro del bebé es algo que siempre nos ha fascinado, pues resulta increíble ver lo mucho que crece, aprende y logra durante sus primeros días y meses de vida. Un tema que además interesa a los científicos, son las interacciones del bebé con otras personas, para intentar comprender cómo nosotros les ayudamos en su desarrollo.
Ahora, un estudio reciente analizó cómo interactúan bebés y adultos al momento de jugar, y encontró que su actividad neuronal se sincroniza, facilitando la comunicación e interacción entre ambos.
Realizado por investigadores de la Universidad de Princeton, el estudio se encargó de analizar el juego natural entre adultos y bebés, con la finalidad de ver cómo funcionaban sus cerebros al momento de interactuar juntos durante esta actividad.
Debido a que el objetivo era estudiar cómo sucedía esta interacción, uno de los principales retos del estudio era crear un ambiente lo más natural posible para los bebés, así como una forma de registrar de forma simultánea la actividad cerebral de bebés y adultos.
Por ello, los investigadores diseñaron un nuevo sistema de neuroimagen cerebral dual, que además de ser seguro y cómodo, registra la oxigenación del cerebro y la actividad neuronal. De este modo, se pudieron realizar registros mientras los bebés y adultos jugaban con juguetes, cantaban y leían libros.
Durante su investigación, el equipo encontró que la actividad cerebral en bebés y adultos aumentaba de forma simultánea mientras compartían juguetes y mantenían contacto visual. Es decir, sus cerebros se "sincronizaban" cuando jugaban frente a frente, particularmente en áreas que ayudaban a los bebés a entender mejor el mundo, ayudándoles a entender mejor lo que sucedía.
"Investigaciones previas mostraban que los cerebro de los adultos se sincronizan al ver películas o escuchar historias juntos, pero poco se sabe de esta sincronización neuronal durante los primeros años de vida", explican en un comunicado publicado en el sitio web de la universidad.
Los investigadores además, encontraron que el cerebro del bebé parecía estar guiando el cerebro del adulto, de forma que ocurría una retroalimentación entre el cerebro de ambos, facilitando la comunicación entre ellos.
Con este tipo de estudio, los investigadores consideran que puede comenzar a entenderse mejor cómo funciona este tipo de sincronización en otros casos, como en los niños con autismo, y además, ayudar a los profesores a mejorar sus técnicas para entender mejor las necesidades de cada niño.
Foto | iStock
Vía | Princeton University
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