De momento los resultados sólo aluden a los miembros varones de la familia, se tomaron los datos de 229 hombres que contaban con 18 años de edad al iniciar el estudio, éste duró 30 años. Las relaciones infantiles, las vivencias, los problemas, las alegrías, todo influye en la formación del niño y el resultado se refleja cuando alcanza el estado adulto, los datos que ofrece el estudio son muy significativos.
El desglose de los 229 sujetos sometidos al estudio es el siguiente: padecieron depresión el 15% de los niños que tuvieron mala relación con su madre y el 16% en cuyas familias existía un historial de cuadros depresivos. Un 26% de los sujetos que mantuvieron malas relaciones con sus hermanos, ya sean muy difíciles o de carácter destructivo, también sufrieron depresión en estado adulto. Otro dato significativo que muestran los investigadores sobre la relación que mencionamos y con los que se puede deducir la influencia de la buena relación entre los hermanos es el siguiente: los niños que tuvieron padres que les proporcionaron una infancia normal pero que tuvieron malas relaciones con los hermanos tenían hasta un 9,9% de posibilidades de desarrollar la depresión en un futuro, en cambio, los niños que además disfrutaron de una buena relación con sus hermanos, solo alcanzaron un 2,3% de posibilidades de padecer el problema.
Si se conjuga la situación los datos se disparan, un niño cuya familia tenga un historial de depresión y además presente una mala relación con sus hermanos eleva el riesgo hasta en un 30%. Evidentemente la infancia de un niño se encuentra marcada por diversos aspectos, intentar que estos sean positivos reducirá el riesgo de padecer diversos trastornos además de proporcionarle mayor felicidad.
Vía | El País Más información | The American Journal of Psychiatry En Bebés y más | Consejos que ayudan a lidiar con los celos entre hermanos En Bebés y más | Fomentar una buena relación entre hermanos En Bebés y más | Celos entre hermanos En Bebés y más | Mi hermano me está molestando