Aunque no soy una madre autoritaria y me gusta que pactemos de manera real las normas entendiendo que los adultos tenemos que tomar decisiones a veces pero también podemos llegar a acuerdos que dejen a los niños ser dueños de su vida, tengo que confesaros que hay cosas que si le permito hacer a mi hijo y confiar en su responsabilidad y capacidad de autoregulación han dado resultado.
Como decía, no soy tigresa, ni vaca, ni nada más que una madre humana educando en libertad y responsabilidad. Posiblemente, y repasando la lista de prohibiciones de la señora Chua, no debo ser un ejemplo a seguir.
La televisión
Le dejo ver la televisión, procurando siempre que sean programas adecuados a su nivel madurativo y estando siempre presente para poder conversar con él cuando se muestra algo duro o complicado sobre lo que creo que merece la pena hablar.
La muerte, el asesinato, la maldad, la guerra, la violencia, el aborto, el maltrato y la destrucción de nuestro entorno no son cosas de las que pueda privarle conocer, pero no lo he hecho prematuramente y mientras era un niño pequeño cuidaba mucho los contenidos a los que los medios lo podían exponer.
Prefiero, sin duda, los vídeos a la televisión directa, ya que no hay anuncios ni entradas sobre programas inadecuados, y siempre los he visto antes o los veo a su lado.
El ordenador
Le dejo jugar con el ordenador y navegar por internet. Nuestro ordenador está en el salón, donde normalmente está la tele en cualquier casa. Para nosotros es un medio de trabajo para ambos, de estudio, de búsqueda de información, de ocio y de contacto con los amigos.
Nos encanta encender el Skype en el portatil en la cama y darle las buenas noches a nuestros amigos en directo. Nos encanta usar la Wiki en inglés para leer cosas sobre animales que le interesan y de paso aprender el idioma. Nos encanta bajarnos expansiones de nuestro juego favorito, el Zoo Tycoon. Nos encanta buscar fotos y artículos sobre los temas de los que estamos aprendiendo. Nos encanta entrar en la página de Epysteme para estudiar y para contactar con los compañeros. El ordenador es una ventana al mundo y la sabiduría, como ya profetizaba Asimov, y además es un instrumento para trabajar y diseñar sus trabajos con las herramientas que mejor considera, por lo que con diez años tiene su propio blog, sus foros y controla algunos programas de los que yo ni había escuchado hablar hace cinco años.
No hay límite fijo en las horas de uso ya, él mismo se regula y mira el reloj para controlar que el tiempo de exposición a la pantalla sea el adecuado a su edad.
El descanso
Le dejo levantarse e irse a la cama cuando tiene sueño, siempre, por supuesto, teniendo en cuenta nuestras obligaciones y sus necesidades de descanso.
No le obligo a echar la siesta, aunque es evidente que respeta las necesidades de descanso del resto de los que vivimos en casa.
Comer
Le dejo comer lo que quiere, cuanto quiere y como quiere. Como suena. Sin normas. Hago comida sana, variada y lo más natural posible e intento que coma de todo lo que necesita sin imponerle un horario fijo, que se termine el plato o que se fuerce a comer lo que no le gusta. Incluso le dejo cenar en la cama con una bandeja o delante del ordenador si quiere. Come de todo, pide dulces con moderación, sabe cocinar y disfruta alimentándose sanamente. Sabe que debe comer fruta y verdura y la pide si ese día, por algún motivo, considera que no ha tenido la mejor dieta posible. Conoce los nutrientes de cada alimento y es consciente de que debe ser responsable para alimentarse sanamente.
Lactancia y abrazos
Le he dado lactancia todo el tiempo que ha querido, hasta los siete años, y ha sido una experiencia bellísima de contacto y comunicación. Si no le hubiera dado el pecho igualmente habría encontrado la manera de ofrecerle la sensación de contacto físico con abrazos y cariños.
Sueño acompañado
Colecha con su mamá, con su papá o con su abuela o duerme solo cuando lo prefiere, sin traumas, sin imposición y sin preocupaciones sobre si eso le puede perjudicar, pues dormir acompañados de quienes amamos es un momento muy hermoso y creo que ninguna persona debería verse privado de ello.
Los amigos
Tiene muchos amigos y los ve cuando quiere o puede. Algunos son adultos y otros son niños pequeños. Algunos son adolescentes y otros tienen su edad. Los elige él decidiendo tener más relación con las personas que le ofrecen respeto y cariño y con quienes comparte intereses.
Cuando quiere vamos a una fiesta, a pasar unos días de vacaciones con ellos o los invitamos a estar en casa. Nos encantan nuestros amigos y los cuidamos, aunque yo sea algo despistada y todos lo saben.
Jugar y jugar
Juega mucho. Con sus play mobil, con sus legos, con el exin castillos, con los juegos de mesa, con pinturas y hasta con la tierra, el agua, el hielo y el viento. Todo el universo es un juguete con el que soñar, disfrutar e imaginar, al que conocer.
Extraescolares
Va a las extraescolares que le gustan. El año pasado quiso ir a natación, a tenis y a música. Este año ha preferido su huerto en la finca y clases de ciencias con un tutor especializado con el que habla de los átomos, los agujeros negros, la velocidad de la luz o la belleza de los números primos.
Yo debo preocuparme de que reciba estímulos y educación adicional en temas que le interesan, que crezca sano y haga ejecicio física y mentalmente, pero no me empecino en que toque un instrumento o sea el mejor deportista del año.
Libertad
Le dejo ser libre. Podemos pasarnos un día entero viendo un maratón de la Guerra de las Galaxias. Meterse en los charcos. Estar una noche en vela para ver el amanecer sobre el mar. Correr desnudo por la playa. Comer con las manos como un hombre prehistórico. Leer y preguntar sobre todos los temas que le llamen la atención. Dedicar una semana a visitar a los amigos sin obligaciones y con todo el tiempo para aprender sobre las personas y sus diferencias. Llorar. Reir. Estar cansado. Soñar. Inventar cuentos. Correr aventuras. Dejarse el pelo largo. No bañarse en una semana. Cantar cuando quiere cantar. Disfrutar de la vida.
Las cosas que le dejo hacer a mi hijo
La señora Chua posiblemente se escandalizase si me leyera, pero yo estoy encantada. Estas con diez cosas que le dejo hacer a mi hijo y me siento tranquila y segura, precisamente ver como crece feliz, lleno de curiosidad, responsabilidad, empatía y alegría es lo que me dice que no me equivoco al dejarle ser dueño de su infancia.
En Bebés y más | Diez cosas que queréis que aprendan vuestros hijos, “En muchas ocasiones se trata a los niños como seres inferiores”. Entrevista a Enrique Blay (V), Maternidad y paternidad conscientes