Castigado siete meses sin recreo por no presentar un trabajo: ¿cómo se imponen los castigos en los centros escolares?

Un niño de nueve años escolarizado en un colegio de la Comunidad Valenciana lleva siete meses sin pisar el patio del colegio por no entregar un trabajo de música. Sus padres se enteraron a través de terceros porque el niño tenía miedo y no había dicho nada, además de empezar a ver normal el no tener recreo tanto tiempo castigado.

Los padres han elevado una queja a la Conselleria de Educación de la Comunidad Valenciana porque consideran que su hijo está siendo víctima de maltrato. Y nosotros nos preguntamos: ¿quién regula medidas de disciplina y los castigos que se ponen a los niños en los colegios?

Siete meses sin recreo

Cuando suena el timbre que anuncia el comienzo del recreo no hay niño que no tenga que contenerse para no salir despavorido hacia el patio. Los niños necesitan jugar, moverse, charlar con sus compañeros... sobre todo después de unas horas de concentración en clase.

Privar a un niño de nueve años del único ratito de esparcimiento que tiene a lo largo de su jornada escolar durante siete largos meses hace pensar en una falta grave por parte del alumno. Sin embargo este niño lleva castigado todo ese tiempo solamente por no presentar un trabajo de música.

Los padres han puesto una queja ante la Conselleria de Educación y amenazan con acudir a la Fiscalía de Menores si no se soluciona el problema. Según han contado al periódico El Levante:

"Es una medida humillante, degradante y vejatoria. Parece que sea un criminal. Esto es maltrato infantil. La situación se está haciendo complicada y nosotros lo estamos pasando muy mal. Si mi hijo ha hecho una cosa mala que yo tenga que saber, me gustaría que me lo dijeran para corregirlo en casa, pero en este caso es por no entregar unos deberes que no sabe hacer. No se puede tolerar".

Se enteraron por terceros

Los padres se enteraron de la situación que estaba viviendo su hijo a través de terceras personas. El pequeño de 9 años no les había dicho nada por miedo y porque, según cuenta la familia, ya empezaba a ver su castigo como algo normal.

Al parecer, los padres, tras hablar con varios compañeros de su hijo y comprobar que era verdad, llamaron a la profesora, que les contestó que era una "una técnica educativa para corregir su postura" y se negó a levantarle el castigo. Los padres han presentado una denuncia en la Conselleria, además de amenazar a la profesora con denunciarla ante la Fiscalía de Menores. Además, según la familia, hay más niños afectados por esta profesora que tienen miedo de denunciar por la posibilidad de que la situación no se resuelva y haya represalias para sus hijos.

¿Quién regula los castigos?

Esta situación nos hace plantearnos quién regula los castigos que se imponen a nuestros hijos en los centros escolares. ¿Está esta profesora legitimada para imponer este castigo, a todas luces excesivo? ¿se puede hacer algo?

Cada centro escolar regula su propio Plan de convivencia, que recoge los derechos y obligaciones de los alumnos y las sanciones que se deben aplicar en los centros educativos en base a unas normas de cada Comunidad Autónoma.

Cinco días como máximo

En el caso de la Comunidad Valenciana, que es donde está el colegio del que hablamos (no ha trascendido el nombre del centro), el decreto Decreto 39/2008 recoge "medidas de intervención" (castigos de toda la vida) como "privación de tiempo de recreo por un período máximo de cinco días lectivos" en el caso de que algún alumno lleve a cabo conductas contrarias a las normas de convivencia del centro educativo.

Se pueden consultar aquí cuáles son esas conductas (se incluyen actos de indisciplina, hurto o deterioro de los recursos del centro, impedir a sus compañeros ejercer su derecho a la educación, etc), pero en ningún caso se podría considerar el no llevar hecho un trabajo de clase como un comportamiento contrario a las normas de convivencia del centro ni parece que esté justificado el prolongar "la pena" hasta los siete meses.

Además, la Ley Orgánica de Educación dice: "Las correcciones deben tener un carácter educativo y recuperador y garantizar el respeto a los derechos del resto del alumnado. Tienen que tener en cuenta también la edad del alumno y sus circunstancias personales, familiares o sociales", algo que en este caso tampoco se cumple.

Algo ha fallado

Además de la actitud de la profesora, lo que nos preguntamos al conocer este caso es cómo se ha podido llegar a este extremo. El documento anterior recoge también el procedimiento a la hora de resolver conflictos en el ámbito escolar, siendo el director del centro el encargado de aplicar el Plan de Convivencia en colaboración con el Consejo Escolar a través de la Comisión de Convivencia y el Claustro de Profesores. Está claro que todos estos mecanismos de control han fallado a la hora de defender al niño y dar una respuesta adecuada a la preocupación de la familia.

Nos hemos puesto en contacto con la Conselleria de Educación de la Comunidad Valenciana para recabar información sobre este caso sin haber recibido respuesta.

Vía Diario Levante

En Bebés y más Cómo enseñar a nuestros hijos que no importan los castigos, sino las consecuencias de sus actos, Cuando los castigos y las amenazas se nos van de las manos

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