Este comienzo de curso, la vuelta al cole en Francia ha llegado con una novedad: se ha prohibido por ley el uso de móviles, tablets y relojes inteligentes en los colegios a los menores de 15 años, según el gobierno, "para desintoxicar a los jóvenes, por el uso excesivo que hacen de estos dispositvos".
Esta medida podría ser secundada por el gobierno español. Hoy hemos sabido que la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha anunciado que el Gobierno estudia la posibilidad de prohibir el uso de los móviles en los centros educativos. "Hay que reflexionar sobre si el tiempo escolar debe estar libre de esa adicción", señaló.
En una entrevista a la Agencia Efe, la titular de Educación ha manifestado que de momento está encontrando “posturas fuertemente enfrentadas” sobre si los móviles deben entrar en los colegios o no.
Por ello, ha señalado que es una medida que será valorada por expertos en la materia. El objetivo es disminuir la adicción digital de los estudiantes, pero también reconoce que "no obstante, en algunos casos el móvil ayuda -no suelen llevarlo a los exámenes, solo faltaba-". Y añade: "si prohibirlo en los centros sirve para disminuir la adicción digital, merece la pena valorarlo", ha afirmado Celaá.
De todos modos, "no está claro que se pueda prohibir", ya que la competencia recae sobre las comunidades autónomas, y algunas pueden ser partidarias de eliminarlos y otras no.
Como hemos visto, el uso del móvil en los colegios es un asunto controvertido, ya que aunque provoca distracción en los niños, fomenta la antisociabilidad y el sedentarismo, los expertos coinciden en que, bien utilizado, con una pedagogía de uso detrás, puede ser una útil herramienta de aprendizaje en las aulas.
También hay quienes creen, como Jorge Flores Fernández director de Pantallas Amigas, que prohibir por ley no es la solución, sino "enseñarles a usar el móvil con responsabilidad y que sean conscientes de cuándo deben aparcarlo".
Más medidas en Educación
La ministra también habló de una serie de medidas que se valoran poner en marcha en Educación, algunas de ellas ya adelantadas hace unos meses. Entre ellas:
Se pretende descargar de contenido los currículos, con el fin sustituir el actual sistema de memorización por otros que activen más el aprendizaje.
Una escuela más flexible, moderna, que sepa hacer que el estudiante aprenda a tener destrezas y desarrollarse en el mundo en el que le va a tocar vivir, distinto de aquel en el que está aprendiendo.
Con respecto a homogeneizar el calendario escolar por comunidades, ha dicho que no cree que sea relevante, ya que las comunidades se organizan y mantienen sus singularidades y hacen el inicio del curso cuando lo tienen pactado.
Clases más prácticas y conectadas con la vida real, que son, en definitiva, los requerimientos que muchas veces establece Pisa.
Se estudiarán medidas para combatir la obesidad infantil y para que la dieta en los colegios sea equilibrada.
No se van a suprimir conciertos: "lo que no es óbice para afirmar que el sistema público es el que tiene la responsabilidad primera, la obligación de atender el derecho fundamental a ser educado", afirmó Celaá.
Sobre la segregación por sexos ha reconocido que desde la perspectiva del Tribunal Constitucional no es segregación y aunque su Ministerio no esté de acuerdo, lo tienen que respetar.
Respecto a la enseñanza de la religión y los Acuerdos con la Santa Sede, el Gobierno va a establecer que la religión no tenga asignatura espejo y mantener la oferta de libre opción.
Vía | Efe
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