En España, con 12 años un 72,1% de niños y niñas tienen un teléfono móvil, porcentaje que a los 15 años alcanza el 94,8%, según datos del INE.
Es decir, a partir de primero de la ESO, la gran mayoría de los alumnos llevan un móvil en el bolsillo o en la mochila. Y quizás muchos de primaria también, porque desde que tienen su primer móvil no se despegan de los aparatos ni para dormir, literal.
Acaba de empezar un nuevo curso escolar y si hay algo que trae de cabeza a profesores y directores de colegio es el uso que hacen los niños de los móviles dentro del centro y tener que estar confiscándolos es el pan de cada día. La distracción que provocan los dispositivos en clase y el ciberacoso son las principales preocupaciones, y ambas con graves consecuencias.
¿Cómo funciona la funda para móviles con cierre de seguridad?
El sistema se llama Yondr, con presencia en 27 países (también en España), y aunque también se utiliza en teatros, conciertos, espectáculos, bodas y otros eventos similares, su punto fuerte son los colegios.
Consiste en una funda de neopreno con cierre de seguridad que tiene un funcionamiento similar al sistema de alarmas en las tiendas. Al colocar el móvil dentro, esta queda sellada, el móvil no se puede quitar, y al acercarlo a una base de desbloqueo magnético, el cierre se abre y se puede volver a usar. No pueden utilizar el móvil en el centro en ningún momento, pero lo llevan consigo dentro de la funda.
Pueden llevarlos consigo, pero no pueden usarlos
Precisamente ese es el punto clave de la solución que es lo que más gusta a los usuarios: que todas las personas que utilizan la funda llevan el móvil consigo en todo momento.
Cuando se trata del móvil, la mayoría de las personas, -y en particular si hablamos de niños y adolescentes-, hay un fuerte sentimiento de posesión. Necesitan tenerlo cerca, poder tocarlo, tenerlo en el bolsillo, en la mano o en la mochila, por más que no puedan utilizarlo.
Otras ideas para evitar que los niños no usen el móvil en los colegios ha fracasado precisamente por eso, porque les hacen dejar el móvil en una taquilla, en una caja común o encima de la mesa del profesor.
Los niños y adolescentes (al igual que muchos adultos) no quieren despegarse del móvil, quieren tocarlo, que no haya distancia física. Es preocupante, pero es así. De hecho, la mayoría del tiempo, -en casa, caminando por la calle, en la oficina- lo llevamos siempre en la mano.
Con esta funda también se evitan problemas de seguridad, porque siempre llevan el móvil consigo. No los dejan en sitios comunes donde cualquiera puede meter mano.
Buenos resultados en los colegios: menos distracciones y más participación
Yondr fue creada en 2014 por Graham Dugoni, un joven de California que creó una bolsa cosida a mano para promocionar la idea de vivir sin teléfonos en escuelas y salas de música.
Con los años ha desarrollado un producto que está presente en miles de escuelas del mundo para convertirlas en espacios libres de teléfonos, desde el momento de la entrada hasta la salida de los niños.
Los resultados obtenidos tras su uso son muy satisfactorios al minimizar distracciones y favorecer la participación de los alumnos, según los testimonios recogidos. Un 83% de los educadores notaron mayor atención de los estudiantes en clase y un 74% aseguran que hubo una mejora en su comportamiento.
En el colegio privado Dragon School de Torrelodones (Madrid) ya lo han puesto en marcha y aseguran que a algunos alumnos no les causa demasiada gracia meter el móvil en las fundas, pero según ha dicho a El País Mariana Evangelista, directora de Admisiones del centro: “Ahora ya no tenemos que confiscar móviles, hemos dejado de hacer de polis malos".