En España faltan aún algunas semanas para que empiece el colegio, pero en otros países ya han iniciado el curso y el primer día de cole es uno de esos que proporciona imágenes para recordar, algunas por la felicidad de algunos niños y otras por la tristeza de otros niños que no lo llevan tan bien.
Pocas veces una sola foto ha resumido tan bien estos dos estados, así que la queremos compartir precisamente por eso; pero también para hablar del pobrecito del fondo, el personaje secundario de la foto. Son dos maneras muy diferentes de empezar el colegio en una misma imagen: sonriendo o tirado en el suelo.
Dos hermanos en su primer día del nuevo curso
La imagen es de dos hermanos en su casa, minutos antes de salir hacia el colegio. La niña completamente preparada para salir de casa en cuanto haga falta, con una sonrisa un poco forzada para la foto, pero sonrisa en cualquier caso, y el niño al fondo, tirado sin querer saber nada de fotos, amigos ni colegios.
Ha sido compartida en imgur, donde mucha gente se ha solidarizado con el niño, incluso explicando que bien podría ser uno de ellos el primer día de trabajo después de las vacaciones, y que incluso podría ser la viva imagen de dos profesores el primer día de colegio: una motivada y sonriente y el otro en un rincón, sufriendo por lo que pueda pasar al conocer a sus nuevos alumnos.
¿Cómo ayudar a los niños a que empiecen bien en el colegio?
La niña parece que lo lleva bastante bien, así que me temo que tenemos que centrarnos en el niño, que lleva la mochila pero no parece muy convencido de querer levantarse. La realidad es que no se puede obligar a alguien a que se lo pase bien en el colegio, ni puedes conseguir que le guste algo que probablemente le disgusta, pero está en nuestras manos intentarlo y por eso os vamos a explicar qué podemos hacer para tratar de que los niños empiecen bien en el colegio.
Si es la primera vez que va al colegio
En caso de que sea la primera vez que va al colegio todo va a ser muy nuevo para él y será un gran cambio, tanto si ya ha ido a la guardería como si no, así que lo ideal es que dicho cambio sea lo más progresivo posible. Para ello se recomienda:
- Adaptar los horarios días antes: para que no se acueste la noche anterior con el horario de verano, lo despertemos por la mañana con un sueño del copón y vaya al colegio ya de mala leche o medio dormido.
- Hacer uso del juego simbólico antes del cole: el juego simbólico es aquel en el que jugamos a ser alguien, imaginando situaciones. Una manera de adelantar a los niños lo que pasará en el colegio es jugar con sus muñecos a que es el primer día de clase... mamá o papá lo lleva al cole, entran en la clase, saluda a los otros niños y niñas, al profesor, etc. Si esto se hace varios días, de maneras un poco diferentes, el niño puede ir viendo algunas de las situaciones que podrían darse en el colegio y, cuando sucedan, sentirse más seguro.
- Hacer uso de cuentos: como soporte al juego simbólico podemos hacer uso también de cuentos o libros que hablen del tema: el primer día de colegio, los niños, los juguetes, el profesor, papá entrando contigo a la clase y quedándose un rato, etc.
- Que nos ayude a preparar las cosas del colegio: la mochila, la ropa del día siguiente, lo que tienen que llevar... de ese modo sabrá un poco lo que lleva encima y se sentirá más partícipe del proceso.
- Realizar un periodo de adaptación adecuado: esto depende mucho del colegio, pero como padres tenemos que intentar que el niño se sienta acompañado los primeros días para que poco a poco se vaya sintiendo más seguro en el aula. Va a ser uno de los lugares en que más horas va a pasar en todo el año, así que vale la pena intentar que vaya contento y se sienta casi como en casa.
- Evitar frases negativas: aunque sintamos que nos desprendemos de nuestro hijo, que se nos hace mayor, que vamos a perder el control de lo que le pasa y eso nos dé ganas de llorar, no podemos dejar que nos vea de ese modo, porque si siente que esa separación es negativa para nosotros, no solo no querrá quedarse en el colegio sino que querrá quedarse con nosotros para calmarnos, para que no suframos. Y esa responsabilidad no le pertoca.
- Evitar exageraciones en positivo y visiones del futuro: tenemos que ser relativamente positivos, pero sin pasarnos... explicarle la realidad, que habrá muchos niños, que habrá juguetes, que podrá jugar mucho y que ojalá se lo pase muy bien. Si exageramos, si jugamos a que vemos el futuro en una bola de cristal: "Te lo vas a pasar genial", "El colegio es muy chulo", "Jugarás con todos los niños" y lo magnificamos todo, se olerá que estamos intentando convencerle de algo que en realidad no es tan genial. Además, con la anticipación de cosas que quizás no sucedan puede sentirse presionado e incomprendido. Presionado a pasárselo bien porque es lo que esperamos de él e incomprendido al ver que insistimos en que el colegio es genial cuando él siente que no es así, y ni siquiera sabe cómo expresar eso que siente.
- No salir corriendo: puede que el primer día vaya bien por todo lo trabajado. Pero una vez allí tenemos que irnos tras despedirnos de él cuando esté jugando, contento, o tranquilo, y creamos que puede quedarse un rato sin nosotros (si es así como el colegio establece el periodo de adaptación... los hay que te dicen que no te vayas en todo el rato). Si nos vamos sin avisar pierde el control de la situación, piensa que has desaparecido y al día siguiente quizás ni quiera separarse de ti. Nunca hay que salir corriendo a escondidas, sino decirle que nos vamos y que luego vendremos a por él.
Si no es la primera vez que va al colegio
Si hablamos del niño de la foto, que no parece que sea la primera vez que va al colegio, y que probablemente ama el verano por encima de todas las cosas, los consejos no son muy diferentes:
- Ajustar los horarios para que el día de la vuelta al cole llegue en las mejores condiciones.
- Quedar unos días antes con algún niño de la clase: un rato en el parque, a merendar... que vuelva a ver a algún niño del cole puede ayudarle a empezar a ver que las rutinas volverán pronto, y a recordar en qué consistían.
- Que ayuden a preparar las cosas del cole: puede ir bien estrenar mochila, alguna prenda de ropa que le haga ilusión o incluso llevar algún juguete nuevo o algo que pueda querer enseñar a algún niño.
- De nuevo, evitar las exageraciones.
- No salir corriendo, explicar a qué hora lo irás a buscar e incluso lo que haréis después del colegio, para que vea que su vida sigue más allá del colegio y que su vida contigo sigue también.
- Si lo lleva mal, hacer partícipe al colegio: nada como un profesor amable, paciente, simpático y con imaginación para hacer que las clases sean más divertidas y que el niño le preste más atención. Si se lo pasa bien, o si no lo pasa muy mal, es más fácil que al día siguiente acepte ir con menos reparos.
Foto | Aaron Fulkerson en Flickr
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