Maneras divertidas de aprender jugando en verano (sin hacer deberes)

Las vacaciones de verano son para descansar. Los niños se merecen una recompensa por el trabajo realizado durante el curso, dejar atrás los deberes y las rutinas escolares. Pero el verano es muy largo y el deporte, los juegos al aire libre y los planes de ocio, no tienen porqué estar reñidos con otras actividades como la lectura o el refuerzo de los conocimientos adquiridos durante el curso que ha terminado.

Pero, ¿de qué forma podemos los padres animar a nuestros hijos a reforzar en verano lo aprendido en el cole sin recurrir a los deberes? Os damos algunos consejos de actividades divertidas, creativas y educativas que podemos hacer en familia.

¿Cómo repasar las matemáticas?

Si nuestros hijos han acabado el curso realizando operaciones matemáticas sencillas como las sumas o las restas, podemos reforzar estos conocimientos proponiéndoles juegos o involucrándoles en las tareas de la casa.

  • Por ejemplo, podemos acompañarles a la panadería y animarles a que pidan el pan y lo paguen. De esta forma, se irán familiarizando con el dinero, el precio de las cosas, la devolución... "Si una barra de pan cuesta 60 céntimos y hemos pagado con una moneda de un euro, ¿cuánto deberían devolvernos?", problemas matemáticos sencillos y contidianos que le enseñarán sin apenas darse cuenta.

  • Igualmente, a la hora de hacer la comida podemos pedirles que nos ayuden al tiempo que repasamos las operaciones matemáticas. "Si en la despensa tenemos 20 patatas y vamos a utilizar seis para hacer un guiso, ¿cuántas crees que quedarán?"

  • Y si ya han comenzado a manejar medidas de peso o de distancia, podemos arovechar la elaboración de un bizcocho o un viaje por carretera para repasar estos conceptos con ellos desde un punto de vista lúdico.

Si, por el contrario, se encuentran en la etapa de Infantil y aún no se han iniciado en operaciones matemáticas, podemos ayudarles a ir adquiriendo conocimientos desde el juego con las famosas regletas de Cuisenaire, que quizá incluso hayan utilizado en el colegio durante el curso.

Estas regletas de madera son ideales para trabajar los números y la comprensión de las operaciones por lo que pueden utilizarse desde los tres años (siempre con supervisión porque las hay de tamaños muy pequeños) hasta incluso la adolescencia.

En esta página encontrareis numerosas ideas de juegos con las regletas, todos ellos muy divertidos y educativos, que les ayudarán a aprender o a reforzar contenidos desde el ocio.

¿Cómo repasar la lengua y la escritura?

  • Una de las mejores formas de repasar la lectoescritura es animando a los peques a escribir un diario vacacional.

Invita a tu hijo a escribir diariamente en un cuaderno sobre sus vacaciones, completando los escritos con recortes o suvenirs que quiera guardar (como, por ejemplo una concha encontrada a la orilla del mar o la entrada de ese parque acuático que tanto le ha fascinado, entre otras muchas cosas) y con fotografías de momentos especiales.

Al finalizar el verano no sólo tendrá un precioso álbum de recuerdos, sino que le habrá servido para perfeccionar la escritura, la expresión oral o la creatividad.

  • Otra opción que suele gustarles mucho es cartearse con algún amigo del cole o familiar y enviarles postales de su lugar de vacaciones. De esta forma, repasarán la gramática, la caligrafía, la correcta construcción de frases y el empleo de tiempos verbales.

  • Y si a tu hijo le gusta leer y además tiene mucha imaginación, ayúdale a fomentar su creatividad animándole a que escriba sus propios cuentos y luego se los lea en voz alta a sus hermanos o a vosotros, adquiriendo, de esta forma, habilidades de oratoria.

Y si también le gusta dibujar, ¡qué mejor forma de combinar todas estas habilidades que mediante la creación de cómics!.

  • Otra idea muy divertida es aprovechar la música y sus canciones favoritas para hacer dictados y repasar la ortografía. Si a tu peque le gusta especialmente alguna canción, proponle escucharla juntos y aprenderos la letra.

Puedes ir parando la canción en cada frase y animarle a que escriba lo que ha escuchado. Una vez la tengáis escrita de principio a fin, anímale a que la cante fijándose en la letra que ha escrito y fomentando, de este modo, la lectura.

  • Igualmente, podeis pedirles que os ayuden a escribir la lista de la compra, que os vayan leyendo los carteles de los nombres de las calles o de cualquier otro folleto indicativo. Esto les hará sentirse útiles y les animará a seguir ayudándoos al tiempo que practican la lectoescritura de forma sencilla y lúdica.

¿Cómo repasar una lengua extranjera?

Si tu hijo asiste a un colegio donde estudian un segundo idioma, es importante no perder los conocimientos adquiridos durante el curso pues ya se sabe que, idioma que no se practica se acaba perdiendo.

Ponle canciones sencillas o infantiles en ese idioma y pídele que te identifique alguna palabra o expresión que haya oído y entendido. Los profesores de idiomas también recomiendan ver un ratito de sus dibujos favoritos en la lengua extranjera, así como leer cuentos sencillos.

Si los padres conocéis el idioma que el niño estudia, podeis animarle a interpretar juntos una sencilla obra de teatro, el pasaje de un cuento o cualquier escena cotidiana de la vida diaria. De esta forma, no sólo estaréis ayudándole a no perder los conceptos adquiridos de vocabulario y expresión de una lengua extranjera, sino también impulsar su creatividad e imaginación.

Juegos de mesa y otras actividades lúdicas

Si lo que os gusta son los juegos de mesa en familia, elegid aquellos en los que los niños puedan repasar todos estos conceptos mientras se divierten como, por ejemplo:

  • Hundir la flota (estrategia, letras, números, coordenadas...)
  • Scatergories (palabras, gramática, rapidez mental...)
  • Memory (memoria visual, rapidez mental...)
  • Apalabrados (estrategia, gramática, vocabulario...)
  • Monopoly (operaciones matemáticas, estrategia, manejo del dinero, economía...)
  • Trivial para niños (cultura general, memoria, adquisición de nuevos contenidos...)

También ciertos juegos de cartas, dados, el dominó, el ajedrez, juegos clásicos en los que haya que contar casillas... ¡Seguro que encontrais el juego perfecto para la edad y conocimientos de cada niño!

No debemos olvidarnos, tampoco, de que nuestros hijos son nativos digitales por lo que, siempre bajo nuestra supervision, y con las medidas de control adecuadas, podemos recurrir a la tecnología y a los juegos online para repasar conceptos, leer o incluso escribir.

Y ya por último, pero no por ello menos importante, recordad que la naturaleza y las excursiones al aire libre son una excelente fuente de conocimiento. Observar los fenómenos atmosféricos, el comportamiento de ciertos animales, las partes de una flor o aprovechar una noche de sacos bajo las estrellas para recordar los movimientos terrestres y los planetas, no sólo les aportará o reforzará conocimientos, sino que será una experiencia de verano que nunca olvidarán.

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