Quien tiene un amigo tiene un tesoro, aunque tenga cuatro patas

Para el pequeño James Isaac de nueve años, el mundo es un lugar confuso y aterrador, tiene autismo, no puede hablar y se siente incómodo con el contacto humano. Pero James es un chico afortunado porque no está solo, como si fuera su sombra Mahe le acompaña a todas partes, no le deja solo ni un instante.

Mahe es un perro muy especial, al igual que los perros guía para ciegos, Mahe está entrenado para acompañar a niños con este trastorno, al igual que un perro guía lee el camino por el que va, estos perros son capaces de leer el estado anímico de su compañero y servir de apoyo, de punto de unión a esta nuestra realidad. Así que para James podría decirse eso de que quien tiene un amigo tiene un tesoro, aunque tenga cuatro patas.

Mahe es lo que se llama un perro asistente con especiales capacidades para "ayudar" a su amigo en caso que sea necesario, son animales capaces de calmarles cuando se encuentran ansiosos, no saben hablar, pero si comunicase y sobre todo leer el estado anímico de sus "humanos".

Recientemente James tuvo que ser ingresado para realizarle una serie de pruebas para conocer mejor el origen de sus convulsiones, Mahe fue autorizado a entrar y permanecer con él todo el tiempo que fuera posible, algo que como se puede observar en las fotos hizo a la perfección, no se separó del lado de James en ningún momento, a excepción del tiempo en que debido al tipo de prueba que le realizaban al pequeño Mahe no podía estar con él.

El sabe que James le necesita, que es su zona de seguridad, su pequeña isla en el ruidoso mundo que le rodea, y ahí estuvo, sin decir una sola palabra pero entregando un claro mensaje a su amigo "tranquilo que yo estoy a tu lado"

La presencia de Mahe hizo que fuera mucho más fácil realizarle todas las pruebas necesarias al pequeño y que este pudiera beneficiarse de la seguridad de su amigo. Y es que soy yo y me siento intimidado por algunas de las pruebas que se realizan, no me puedo imaginar como se debería de sentir un niño y mucho menos un niño que ve el mundo exterior de una forma tan especial.

"Se pasó todo el tiempo vigilando a James, a veces con cara de preocupación", comenta la madre del pequeño.

La presencia de Mahe no ha sido solo ahora una ayuda inestimable, sino que lo lleva siendo desde que entró en sus vidas hace dos años y medio.

Mahe ha sido entrenado por la Asociación de Perros de Asistencia de Nueva Zelanda (Assistance Dogs New Zealand Trust) para mantener calmado a su amigo cuando salen al exterior que es uno de los más difíciles retos a los que se enfrenta James en su día a día.

Hay verdadera magia entre los perros y los niños con autismo, ellos simplemente consiguen calmarles. los chicos a menudo son capaces de mantener contacto visual con sus perros y sin embargo son incapaces de hacerlo con sus padres o hermanos", afirma Wendy Isaacs quien ahora también trabaja ara la clínica.

Es increíble la relación y el vínculo que pueden desarrollar ciertos animales con nosotros, y sobre todo con aquellos que aún desconocemos gran parte de como es su mundo.

Vía | the dodo

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